diciembre 03, 2009

ALEMANIA, EL MOTOR EUROPEO

La leve recuperación que ya se atisba en los fríos números de los indicadores económicos se puede palpar en las grandes avenidas, los bares, los centros comerciales y las serpenteantes calles medievales de este país.
Lenta, muy lentamente, la locomotora alemana vuelve a ponerse en marcha. Según el FMI, la cuarta economía del mundo creció en 2008 un 1,2% y cayó un 5,3% este año, pero se proyecta que en 2010 pueda comenzar un tenue repunte, que se traduciría en un aumento del PBI, de 0,3 puntos. El año pasado fue un año en el que la crisis golpeo y muy duro, el mundo estaba aterrado, pero desde agosto en adelante las cosas en la zona euro, se nota una mejora. Aparentemente ha quedado ya atrás lo peor. La aprobación del Consejo de Ministros de una rebaja fiscal de 8400 millones de euros, que entrará en vigor en 2010, es otro punto que alimenta la ilusión germana. La nueva ley de impulso al crecimiento, que debe pasar por las dos cámaras parlamentarias, aliviará la carga sobre empresas, familias, sucesiones y los sectores hotelero y gastronómico. El país parece, se despertara, de un terrible sueño. Los ejemplos de lo que ha dejado la crisis sobran, muchos son silenciosos testigos de un cambio en el ánimo de los clientes. Las ventas cayeron durante los peores meses de la crisis, y muchos pequeños comerciantes pensaban que tendrían que cerrar sus negocios, pero desde mitad de 2009 el trabajo aumentó. Caminar por Haupststrasse, la peatonal más larga de Alemania, es sumergirse en un ambiente distendido, donde las preocupaciones económicas no forman parte de la rutina diaria. Si bien el sector de indumentaria parece seguir un poco golpeado, algo que se refleja en todas las vidrieras son los descuentos, y la mayoría de los comercios exhibe buena salud.

También las galerías comerciales que circundan la Birmarckplatz, el nodo de la llamada ciudad romántica, muestran gran movimiento. Sin embargo causa envidia en Europa el modelo laboral alemán, que mantendrá su tasa de desempleo en 7,7%, en un año en que su economía cayó más de 5%. En los últimos cuatro meses, la cifra de individuos sin trabajo cayó de modo constante. La clave de este modelo es su flexibilidad. Cuando una fábrica debe reducir su producción por una caída de demanda, se permite la posibilidad de suspender temporalmente los empleos excedentes, para que los trabajadores mantengan su puesto, así además, una parte del salario es aportada el empleador y la otra por el Estado. Es mitad de semana y hace ya varias horas que se ocultó el Sol en esta ciudad de 140.000 habitantes, cuna de la primera universidad alemana (1836). Ni el día ni la hora impiden que el bar Rossi, situado en Rohrbacher Strasse N° 4, esté a pleno. Un reciente informe del banco Crédit Suisse aunque sin mucho exitismo habla de que Alemania podría sorprender con un mayor crecimiento del estimado y con un déficit inferior al proyectado para 2010, en los últimos tres meses aumentó la demanda externa de bienes germanos. Mejoran las exportaciones industriales, lo que es un indicador de que Alemania esta en condiciones de volver a ser el motor de Europa. La única ciudad alemana que sobrevivió intacta a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial refleja la confianza que renace, lentamente, en la locomotora europea, que por estos días ha celebrado los 20 años de la caída del Muro de Berlín.

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