diciembre 29, 2009

CUANDO EL BARCO SE HUNDE…

De 62 años, padre de siete hijos, Albistur llegó al Gobierno con Néstor Kirchner, de la mano del ex jefe de Gabinete Alberto Fernández. Con tres causas judiciales abiertas en su contra y en medio de una fuerte puja interna por el control de la política comunicacional, así sin más, Enrique Albistur dejó el Gobierno. Después de seis años y medio en el Gobierno, este es otro de los casos en 2009 de aquellos que dejan el barco antes de que se hunda. El ahora ex secretario de Medios de los dos gobiernos kirchneristas se reunió con la Presidenta para presentarle el texto de su renuncia, al que le imprimió un tono épico, Renuncio a los honores, pero no a mi puesto de lucha, escribió, parafraseando a Eva Perón. El funcionario que manejó la millonaria caja de la publicidad oficial llegó a crecer un 750% desde 2003 está imputado en tres causas judiciales, una por enriquecimiento ilícito y dos por manejo irregular de la pauta oficial, en las que se lo acusa de beneficiar a empresas de las que había sido dueño antes de llegar a la función pública. Albistur se dedica hoy a los negocios privados, en la actualidad el ex funcionario tiene unas 15 empresas que puso a nombre de sus familiares cuando asumió en el Gobierno. Algunas de esas empresas son las que, según las causas judiciales en su contra, fueron beneficiadas por la pauta oficial que él administró. Según información oficial aportada por la Secretaría de Medios, manejó una pauta de 396 millones de pesos el año pasado.

En 2003, la publicidad del Estado era de apenas 46,2 millones. De todas maneras, con la unificación de todas las dependencias del Gobierno que estaban descentralizadas, el área que Albistur abandonó pasó a controlar más de 700 millones de pesos este año. Su papel en la secretaría había quedado desdibujado en los últimos meses con la creciente expansión de Aníbal Fernández, de quien depende formalmente el área de medios. "Habiendo desempeñado con lealtad y esfuerzo el desafío propuesto y habiendo alcanzado logros, en los que pocos creían, como la nueva ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, creo haber cumplido con los objetivos políticos encomendados por usted", sostenía Albistur en el texto de su renuncia, dirigido a la Presidenta. El ex funcionario, dejó su cargo para dedicarse a la actividad privada, la misma que lo convirtió en un hombre millonario, y que lo ubicó con un patrimonio apenas por debajo del de los Kirchner, según su última declaración jurada de bienes. Con una difícil relación con los medios, el ex secretario fue autor de una de las frases que definió con exactitud lo que para los Kirchner significa la prensa. "Lo que les duele a los periodistas es que dejaron de ser intermediarios necesarios", había dicho en febrero de 2007, en la única entrevista que dio. De larga trayectoria como empresario publicitario y militancia peronista, Albistur fue publicista de la campaña presidencial de Italo Luder, después intervino en la de Carlos Menem y en la del ex intendente porteño Carlos Grosso, que le adjudicó el millonario negocio de los carteles de la vía pública. Mauricio Macri le renovó la concesión, pero le dejó un tercio de la ciudad. Hizo todas las campañas kirchneristas, incluida la última, la de derrota nada menos que de su último jefe, Néstor Kirchner.

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