enero 19, 2011

Otro Learjet

Casi en una de las últimas sesiones de la legislatura tucumana, precisamente la del 30 de noviembre de 2010, se autorizó la compra de un Learjet 60 XR, matrícula N545LF, por hasta 7,8 millones de dólares, o 31,2 millones de pesos, mediante la ley 8.372. La aeronave, fabricada por la canadiense Bombardier es una aeronave de mediano alcance cuyo valor ronda los quince millones de dólares, está equipada con dos motores Pratt y Whitrney turbo ventilados de 5000 toneladas de empuje; y según su configuración puede llegar como máximo a una capacidad de seis pasajeros más dos tripulantes. Luego de la sesión parlamentaria que aprobará la compra de semejante avión, el gobierno provincial firmó un nuevo decreto, el 4.280/3, del 9 de diciembre, que elevo la cifra a $32,5 millones por gastos adicionales ¿Pero cuáles fueron esos gastos adicionales? Como supuestamente, el avión fue comprado con un crédito del Banco de Tucumán, una parte de esos gastos correspondía a los intereses que el gobierno provincial debe pagar, algo así como $4,4 millones, por lo cual la suma final asciende a $36,9 millones. Sin embargo hay una realidad que lejos de los números puede verificarse fácilmente, y para ello hace falta solamente ingresar a la página web del fabricante para solicitar la información respecto del precio de un avión como él adquirido, ¿Para qué?, Sólo para confirmar que el gobierno provincial miente cuando menciona un precio de compra de U$S7,8 millones porque el avión ya posee tres años de uso. Es lógico entonces que el precio pagado sea menor a los casi 15 millones de dólares a los que se cotiza un modelo a nuevo. Lo que no resulta lógico, es que el precio disminuya de semejante manera considerando que se trata de una aeronave privada de sólo tres años de uso. No estamos hablando de un jet comercial que seguramente en ese mismo lapso de tiempo cubre una cantidad de horas de vuelo ampliamente superiores.

El gobernador de Tucumán, José Alperovich, es aparentemente otro kirchnerista de alto vuelo. No sólo por su apoyo al oficialismo sino porque aparte era uno de los mandatarios provinciales que se consideraba como candidato a vice en 2011, y por otra parte también porque emula a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime en su gusto por los aviones privados. Además de los intereses bancarios, se destinarán $1,3 millones para la gestión administrativa, viajes, viáticos a empleados estatales, combustibles y equipamiento extra. Entre los adicionales se destaca un equipamiento para traslados de emergencia por y para sus problemas de salud, a un costo de $600.000, la mitad de todos los gastos adicionales. La inversión no sería en vano, ya que Alperovich tuvo que ser internado en febrero pasado. La provincia, en definitiva, gasto $37 millones unos US$ 9,3 millones para incorporar la tercera aeronave del gobernador. Primero compró un helicóptero Bell Textron y luego un Cessna Citation Bravo, que iba a ser para uso sanitario y oficial. Las tres aeronaves fueron adquiridas por contratación directa. Es sin duda, cuestionable la discrecionalidad del gobernador para usar los fondos, ya que demuestra una absoluta falta de prioridades. El 40% de la población de la provincia está por debajo de la línea de pobreza, así como hay sectores que no tienen siquiera agua potable y el gobernador gasta más de $30 millones en otro avión. Seguramente la nave será para que el gobernador y su familia paseen cómodamente. Alperovich está en estos momentos de vacaciones en Punta del este. Viajó en el Cessna Citation Bravo que la provincia había comprado en 2006 para uso sanitario y oficial. Nadie puede oponerse a que la provincia tenga un avión sanitario, pero si ya tienen uno no suena razonable el malgastar así el dinero. Y más considerando el gasto realizado para construir una Legislatura que costó más de $140 millones y ahora el avión. Son casi $200 millones que se haber usado para crear fuentes de trabajo genuinas.

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