julio 13, 2009

ASI COMENZARON LOS CAMBIOS

La salida de Ricardo Jaime es, antes que nada, estética. Sobre el secretario pesan varias causas judiciales difíciles de remontar. En especial una, sobre la que con detalle comentáramos anteriormente, es difícil explicar todavía, de quién es el avión que utilizaba el ex secretario de Transporte como si fuera suyo. O, dicho con mayor precisión, comenzaron a aparecer informaciones, sobre todo por las infidencias aparentemente de algunos pilotos, que dejaban demasiado en claro de quién es. La razón más evidente por la cual Jaime debió dejar el cargo no tiene que ver con la orientación de su gestión. La extensión de escandalosos subsidios a las empresas de transporte y la sospecha de que ese método dio lugar a infinidad de corruptelas; el acoso regulatorio y sindical a los concesionarios de Aerolíneas Argentinas para que entreguen la compañía, y la consecuente estatización de la empresa, que por añadidura dañó de manera irreparable las relaciones con España, eran razones suficientes para que la Presidenta se hubiera deshecho hace tiempo de este funcionario. Aun así Jaime era uno de los fieles soldados de Néstor Kirchner y solo por eso hasta antes de las elecciones para Cristina y su escaso nivel de decisión, era intocable.

El alejamiento del Gobierno del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y de la ministra de Salud, Graciela Ocaña han sido las primeras señales nítidas de que Cristina Kirchner advirtió que, desde la derrota electoral, algo debía pasar y de que existen costos que no podrá seguir afrontando. La de Jaime fue una renuncia entre muchas. También al mismo tiempo, es decir el mismo día, Julio De Vido ofreció alejarse y la presidenta le dijo que eso era imposible. Se barajo allí mismo la salida de Guillermo Moreno, quien prefirió antes hablar con la Presidenta. Pero lo más grave es que había indicios para suponer que el reemplazo de Jaime representaría un cambio de política, y no fue así. Juan Pablo Schiavi pertenece a la misma gestión y está a cargo de uno de los tantos emprendimientos apetecibles del oficialismo en el área de Transporte, el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, detrás del que espera un gran negocio inmobiliario. Los enredos penales de Jaime enemistaron a Néstor Kirchner con algunos jueces federales, que habían asegurado un sobreseimiento. En el caso de Jaime, la oposición pedirá que no se lo deje salir del país. Presagios inquietantes para otros funcionarios con problemas en los tribunales. Esta permanencia de Jaime en el Gobierno fue un motivo de discordia entre la Presidenta y su esposo, de hecho la única vez que los Kirchner discutieron a los gritos a la vista de terceros fue cuando estalló el escándalo de Southern Winds, una compañía subsidiada por Transporte que fue descubierta llevando una carga de cocaína entre la Argentina y España.

En aquella discusión fue hecha pública la pregunta de Cristina Kirchner a su esposo por varios medios. ¿Hace cuánto te vengo diciendo que por culpa de Jaime vas a terminar preso?, gritó, desencajada, la entonces primera dama a su marido, mientras tres ministros escuchaban el cruce de palabras desde la antesala del despacho presidencial. La Presidenta nunca aceptó el estilo de Jaime. Le molestaba la sospechosa confraternidad del funcionario con varios empresarios del sector. Sin embargo, Kirchner lo seguía sosteniendo. Antes que Cristina Kirchner durante el affaire de Southern Winds, Hugo Moyano también soportó la predilección del ex presidente por Jaime. Entre la primera y la segunda vuelta electoral de 2003, el camionero había acordado con el senador santacruceño Nicolás Fernández la continuidad de Guillermo López del Punta, el secretario de Transporte de la gestión de Eduardo Duhalde. De Vido bendijo ese pacto, que volcaba a favor del kirchnerismo a sindicatos y empresarios que venían apoyando a Adolfo Rodríguez Saá. Se publicaron solicitadas y se hicieron aportes de campaña para sellar ese respaldo. Sin embargo, Kirchner ignoró esas tratativas y designó a Jaime. De Vido promovió, en ese clima inquietante, la primera reunión entre Kirchner y Moyano, de la que el sindicalista salió con el número de celular del ex presidente en un bolsillo y la designación como subsecretario de Jorge González, un dirigente de su gremio, en el otro. González es sin duda uno de los pocos eslabones disponibles para que los Kirchner mantengan la lealtad de Moyano a pesar de la derrota. Pero aun cuando desde la CGT pensaron en el equivocadamente como un futuro funcionario de gobierno, para salvar la relación, Moyano ya tiene otros aliados en vista.

2 comentarios:

Mariel dijo...

Unas publicaciones más atrás, se podía leer lo siguiente:
"...no conozco un empresario que como se dice vulgarmente “no tenga un muerto en el placard”...
Ahora bien, pienso y digo, alguna vez, en éste bendito país, se nombrará a alguien que sea un auténtico Juan Perez...una persona sin "muertos en el placard"...sin "suegros multimillonarios heredables"...una persona común, pero no "común" como se quiere mostrar De Narvaez...
Querían cambiar de imágen y eligieron a una persona con más contacto con Jaime que la propia esposa de éste, qué paradoja!

Saludos!

BE&P Consulting dijo...

MARIEL ESTIMADA, LA RESPUESTA A TU PREGUNTA ES MUY FACIL Y CASI DIRIA QUE OTRA RESPUESTA ES IMPOSIBLE.
EN ESTE PAIS: NO
SALUDOS