julio 08, 2009

EL PAIS QUE VIENE

Todos los desbarajustes de la política en los últimos meses terminaron por debilitar aún más a la economía. La desconfianza que se instaló entre trabajadores, empresas, ahorristas y consumidores hizo que el resultado de las elecciones se convirtiera en un antes y después para las expectativas, que ya venían seriamente dañadas por la desaceleración de la actividad interna y los efectos de la crisis externa. El acortamiento del cronograma electoral, las candidaturas testimoniales; la farandulización de los políticos, la escasez de propuestas y la campaña sucia sólo sirvieron para resaltar el alarmante déficit institucional y de representatividad. Casi ningún candidato, del oficialismo y de la oposición, puede jactarse de haber sido nominado en internas que no hayan sido decididas por ellos mismos. Tampoco ayuda que estas elecciones hayan sido planteadas como una instancia de todo o nada, como una lucha del bien contra el mal, una confrontación de modelos o de si pesan más las bancas o los votos. Lo que se voto fue si el kirchnerismo tendría igual o menor poder en el futuro y si deberá enfrentar un mayor control parlamentario que reduzca la discrecionalidad con que se movió en los últimos cuatro años de poder absoluto, sólo alterado por el conflicto con el campo.

Aunque se apagaron ya los fuegos artificiales que rodearon la campaña, no necesariamente el nuevo escenario contribuirá a despejar la desconfianza que afecta al futuro inmediato de la economía. Habrá casi seis meses hasta que se renueve el Congreso y ocho hasta que los nuevos legisladores puedan presentar proyectos. Pero los planteos oficialistas del tipo "nosotros o el caos"; el rol excluyente de Néstor Kirchner como superministro de Economía los diagnósticos deformados por las inverosímiles estadísticas del Indec, el avance estatal sobre la economía, una política fiscal difícil de sostener, y el uso a dedo de la caja de la Anses para financiar al Tesoro o subsidiar la protección de empleos se han conjugado, para aumentar la incertidumbre económica. ¿Cómo reducirla? La respuesta le corresponde al Ejecutivo no a los nuevos legisladores. Pero también, está condicionada a cómo el matrimonio Kirchner digiera la derrota política aun en los principales distritos y a cómo se planteará la carrera presidencial para 2011. Esta incógnita deja en segundo plano el hecho de que la economía haya llegado a las elecciones en condiciones menos apremiantes que las que se suponían hace algunos meses, aunque los acotados márgenes en materia fiscal, cambiaria y salarial hacen que aumente el riesgo de lo imprevisible.

Hasta ahora, la reacción del sector privado frente a este cuadro fue una fenomenal fuga de capitales. En 2008, unos U$S23.000 millones se desviaron al exterior, a depósitos en moneda extranjera, a cajas de seguridad o a los colchones. En lo que va de este año, el ritmo se atenuó, pero ya se ubica en torno de los U$S 9000 millones. Se trata de un fondo anticíclico privado, constituido por desconfianza, en contraste con la imprevisión de un Gobierno, que se dedicó a gastar por encima de lo que aumentaban sus ingresos antes y durante la crisis. Su eventual reingreso podría darse si el gobierno despejara factores de incertidumbre, alejara fantasmas de confiscación y mejorara el clima de negocios. Por el momento, esto no es más que una expresión de deseo. La situación externa ha mejorado, con el aumento del precio de la soja, la devaluación del dólar frente al euro y el real, y las mejoras en los mercados con reducción del riesgo país. Todo lo enumerado esta en favor de la Argentina pero en los últimos tres meses, el matrimonio Kirchner no ha cambiado sigue basándose en los números del Indec para sostener que el PBI aún crece con respecto a 2008. Creer que una mayor intervención estatal en gasto y obras públicas puede neutralizar la contracción de la inversión privada, a pesar del deterioro de los ingresos fiscales, no sólo crea expectativas de mayor presión tributaria o inflación, agrega contradicciones a la política económica.

Cuesta entender que Néstor Kirchner anunció ayuda financiera a La Serenísima, después de haber creado condiciones, con precios controlados de la materia prima y del producto final, o que la Anses financie fideicomisos del Banco Nación para obras viales a tasas del 17% anual si, según el Indec, la inflación sería tres veces más baja. Si bien el matrimonio Kirchner tiene la oportunidad de introducir mayor racionalidad en el manejo económico tras las elecciones, pocos apuestan a que lo hará. Y en otra de sus frases ya celebres CFK ha dicho que Barack Obama sigue los pasos de la Argentina en la intervención estatal para reactivar la economía, aunque el presidente estadounidense haya afirmado que su propósito es fortalecer el sector privado y el funcionamiento de los mercados, con mejores regulaciones, y haya colocado a Brasil y Chile como ejemplos por seguir en América latina.

2 comentarios:

Mariel dijo...

Creo que, al menos hasta el 10 de Diciembre NO se viene ningún otro país, el enroque de puestos que se hizo, fue una jugada política para dejarnos bien en claro a todos que por más disconformidad planteada en las urnas, la Argentina la manejan "ellos" a su antojo...o me equivoco?

Obama sigue las políticas peronistas...según CFK...y si Obama sigue las políticas Peronistas (siguiendo con lo dicho por CFK) significaría que son buenas, entonces yo le preguntaría, ella, CFK porqué no las aplica???

Saludos

BE&P Consulting dijo...

MARIEL, ACA VOY A DISCENTIR CON VOS.. YA QUE COMO VOS BIEN DECIS EL ENROQUE FUE UNA JUGADA POLITICA. Y UNA DE ESAS JUGADAS QUE TIENE COMO PRINCIPAL OBJETIVO SACARSE DE ENCIMA A LOS QUE OBJETARON Y/O CUESTIONARON COMO CARLOS FERNANDEZ, MASSA Y OCAÑA, Y LA OTRA AQUELLOS CON SERIOS PROBLEMAS COMO JAIME. POR ULTIMO LA DESIGNACION DE ANIBAL FERNANDDEZ COMO JEFE DE GABINETE, NO ES CASUAL, YA QUE LE DA GARANTIA DE UTILIZACION EFECTIVA DE LOS PODERES DE LA JEFATURA DE GABINETE, LOS CUALES MASSA CUESTIONABA, Y FERNANDEZ COMO SOLDADO QUE ES NO LO HARA.
POR ESO DIGO QUE VIENE OTRO PAIS.
SALUDOS