julio 06, 2009

UNA CRISIS INTERMINABLE

El asesinato de María Marta García Belsunce perpetrado por su esposo en octubre de 2002 y en complicidad con varios integrantes de la familia de una de las dos titulares de Missing Children en Argentina ha sido y lo es aun uno de los más emblemáticos, de la primera década del nuevo siglo. Mas que por el hecho en si, porque desde hace 8 años viene dejando a la vista las claras falencias, la corrupción, la sumisión y la falta de independencia del sistema judicial Argentino. Desde Jueces y juzgados corruptos hasta una Corte Suprema sumisa y obediente para con el Gobierno de turno. No es novedad que esto sucede desde tiempos inmemorables, pero si es ya insostenible la crisis que sufre el Poder Judicial Argentino.

A la resolución ya conocida, de la Sala I de la Cámara casación penal que calificara como "absurda y arbitraria" la sentencia del Tribunal Oral Criminal N° 6 de San Isidro, que hace dos años había absuelto a Carrascosa de la acusación por el asesinato de su esposa y sólo lo había condenado a cinco años y medio de prisión por el encubrimiento del homicidio, ocurrido el 27 de octubre de 2002 en el country Carmel, de Pilar se sumo la negativa de la Cámara al pedido realizado por la defensa, de excarcelación por no existir sentencia en firme. Según consta en la sentencia, los jueces Carlos Natiello, Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués decidieron condenar al acusado sin haber incorporado al expediente nuevos elementos, al considerar que los magistrados del Tribunal de San Isidro relativizaron el nutrido cúmulo de pruebas que vinculaba y comprometía a Carrascosa con el homicidio. Carlos Carrascosa, había sido beneficiado con prisión preventiva morigerada, pero para la Justicia, Carlos Carrascosa, junto con otras dos personas, asesinó de cinco balazos en la cabeza a su mujer, María Marta García Belsunce, e instaló la idea de que se trató de un accidente. Para los jueces de Casación, por la llamada telefónica efectuada a una ambulancia a las 19.07hs. de ese día se puede saber con certeza que quienes estaban a la hora del hecho y en ese lugar fueron el imputado Carrascosa y al menos otras dos personas.

Con este fallo, los jueces hicieron lugar al pedido de condena que el fiscal Molina Pico formuló durante sus alegatos ante los jueces del tribunal de San Isidro, integrado por María Angélica Etcheverry, Luis Rizzi y Hernán San Martín, hace dos años en el juicio oral. En esa ocasión reclamó que se investigara a Guillermo Bártoli e Irene Hurtig, cuñado y hermanastra de la víctima, respectivamente. Al fundar la nueva resolución, los camaristas tuvieron en cuenta los argumentos de Molina Pico, que fueron refirmados por el fiscal ante la Cámara de Casación, Carlos Altuve, y rechazaron los pedidos de nulidad y planteos presentados por los defensores de Carrascosa. Antes de que la condena quede firme, Carrascosa podrá recurrir a la Suprema Corte de Justicia bonaerense. Sin haber escuchado a los casi 200 testigos que declararon en el juicio oral realizado en los Tribunales de San Isidro, los camaristas consideraron que Carrascosa estuvo en la escena del crimen, que pasó minutos antes por el club house del country y que instaló la idea de que su esposa tuvo un accidente. Los magistrados concluyeron en que el imputado habló tranquilo y coherente cuando llamó para pedir la ambulancia y que, a pesar de que el cuerpo de su mujer estaba en un ambiente cerrado, no percibió el olor que produjo la deflagración de pólvora de seis disparos de un arma. Los jueces también se refirieron a las actitudes que algunos familiares de la víctima, que ayudaron a Carrascosa a instalar la idea que indicaba que María Marta García Belsunce había fallecido al caerse en el baño y golpearse la cabeza contra la grifería de la bañera.

Capítulo aparte merece el tema de arrojar al inodoro, envuelto en papel higiénico, el plomo hallado debajo del cuerpo de la infortunada víctima también burdamente llamado «pituto», intentando asimilarlo a un seguro o sostén de un estante de biblioteca o placard, una excusa que parece no sólo burda sino infantil. La ley establece que, al revisar las sentencias de los tribunales orales, la Cámara de Casación Penal sólo puede analizar si los fallos se ajustan o no a derecho o si violaron las garantías constitucionales, con el asesinato de García Belsunce consideraron que era necesario revisar nuevamente los hechos debido a que el tribunal integró equivocadamente las pruebas. A partir del nuevo estudio de las pruebas, los magistrados concluyeron que el cúmulo de elementos detallados durante el juicio conforman un nutrido plexo de cargo que revelan que esas maniobras de ocultamiento, realizadas por el acusado, tenían el evidente fin de hacer desaparecer rastros del delito, así como evitar y entorpecer la investigación. Esos elementos fueron erróneamente valorados por los jueces de primera instancia, y Carrascosa fue casi absuelto.

2 comentarios:

Mariel dijo...

Es la justicia divina que tenemos...
Quién mató a María Marta?...tantos ya la han matado y "desmatado"...hasta que al fin se condena al esposo...persona a quien sus suegros designaron como heredero y custodio de bienes...dificil de comprender, no? si supuestamente asesinó a la hija...
Y...
Quién mató a Norita Dalmasso...?
Y...tenemos varios de esos...porque esa es nuestra Justicia!

Saludos

BE&P Consulting dijo...

NORITA, POR CIERTO OTRO CASO PARTICULAR, AUNQUE MENOS MEDIATICO Y ESCANDALOSO POR LA HISTORIA DE COMPORTAMIENTO DE ESTA SEÑORA. COMPARABLS POR LAS FALENCIAS DE LA JUSTICIA EN LOS PROCESOS.
EN ESTE EN PARTICULAR EL DINERO Y LOS NEGOCIOS REFERIDOS AL TRAFICO DE ORGANOS Y CHICOS EN EL QUE SE SOSPECHA LA FAMILIA ESTA INVOLUCRADA LLEVO APARENTEMENTE A QUE TODO FUERA BIEN PLANEADO.
SOLO SOSPECHAS DE LA JUSTICIA, POR LA ACTIVIDAD DE LA VICTIMA.
SALUDOS