octubre 06, 2009

NUMEROS Y VERDADES QUE NO CIERRAN

En su desesperada búsqueda por encontrar un indicador económico que muestre algo positivo, Cristina Kirchner habló de un superávit de comercio exterior récord, resaltando que ese superávit es positivo para la Argentina porque, así y al mejor estilo setentista, logramos independencia política del exterior. Claro, lo que no aclaró Cristina Kirchner es que en los primeros ocho meses de este año las exportaciones cayeron 24% con relación al mismo período del año anterior y que las importaciones bajaron el 39%. Puesto en otras palabras, el superávit de la balanza comercial de U$S 12.322 millones no es fruto de una política económica eficiente, que impulso la exportación, por el contrario, estas cayeron todos los meses entre enero y agosto de 2009, sino que es el resultado de una monumental baja en las importaciones. Hasta agosto se llevaban importados unos U$S 15.000 millones menos que el año pasado, en tanto que las exportaciones se redujeron, en U$S 11.348 millones. Las bajas más importantes en las exportaciones están en poroto de soja, trigo, aceite de soja, naftas, aceite de girasol y fuel oil entre otros productos. Las exportaciones de productos primarios cayeron el 45% en los primeros ocho meses de este año. Esas que, justamente, le aportan caja al Estado vía los derechos de exportación. La caída de las importaciones tiene dos componentes, la fuerte recesión interna que genera una menor demanda de productos externos, ya sean insumos para producir, bienes de consumo y, obviamente, bienes de capital; y las trabas que pone el Gobierno para permitir el ingreso de productos importados.

¿Por qué causa el Gobierno restringe las exportaciones? Haber: Ante la fuga de capitales, el tipo de cambio debería haberse disparado. U$S 43.000 millones se fugaron desde el tercer trimestre de 2007, hasta hoy, y esa suma es equivalente al total de depósitos del sector privado en el sistema financiero, entonces ¿Por qué no se disparó el tipo de cambio como en otras oportunidades? Porque el saldo de balance comercial positivo financió la fuga de capitales. Veámoslo de otra manera, por ejemplo, en el primer semestre de este año, el saldo de balance comercial fue positivo en U$S 9.861 millones, mientras que la fuga de capitales estuvo en el orden de los U$S 11.200 millones, por lo tanto, de esa cifra de dólares demandada por la gente, U$S 9.861 millones los aportó el saldo de balance comercial, fundado en una feroz caída de las importaciones por recesión y por restricciones arbitrarias de la burocracia. Mostrar esta situación como un éxito es como si un banquero, en el medio de una corrida financiera, dijera que a él no lo afectó porque no tenía depósitos en los bancos. En realidad, la suerte del banquero ante la corrida financiera fue su incapacidad para captar clientes que confiaran en él al momento de depositar sus ahorros. Por lo tanto nuestro gobierno no zafó por virtud, sino por incapaz. El Gobierno, evita una estampida cambiaria matando la actividad económica. Para el modelo que aplica Kirchner, la recesión y las trabas a las importaciones, es una bendición, algo que entra perfectamente en su lógica, que siempre busca tácticas de corto plazo para zafar de las situaciones críticas aunque ello implique hundirnos más.

Cuando emitió para tener un dólar caro y la inflación lo devoraba, optó por dibujar el IPC, controlar los precios y prohibir exportaciones, generando la destrucción de los sectores productivos. Cuando advirtió que las tarifas de los servicios públicos congeladas llevaban al colapso del transporte y de la energía, repartió subsidios, disparando el gasto público y ahora, que la recaudación se cae, no sabe cómo hacer para ajustar las tarifas. Se quiso confiscar la renta del sector agropecuario para financiar el gigantesco gasto público. Cuando no pudieron imponer la 125, eligieron destruir al sector agropecuario. La destrucción del sector agropecuario llevó, entre otros, a una caída de los derechos de exportación que le daban la caja. Ahora el campo ha colapsado, la caja agoniza, el gasto público en niveles récord y sin saber como resolver el problema de las tarifas por miedo a una rebelión de la gente. Este es el resultado de la sustitución de políticas públicas de largo plazo por prácticas incoherentes que generan cada vez más enredos en la economía. Tener supuestamente muchas reservas en el Banco Central mientras crece la pobreza y la indigencia no es, justamente, lo que puede definirse como progreso.

2 comentarios:

Mariel dijo...

Y pensar que nuestro vecino le prestará plata al FMI...
Décadas atrás, desde esas tierras nos miraban azorados...pero...no se quedaron paraditos en puntillas de pie, con las manitos en el muro, mirando...no señor, se pusieron a trabajar...y así están, mejor, con sus falencias lógicas, pero en camino.
Nosotros, sin embargo, hicimos la típica, cuando nos dimos cuenta que nos miraban, porque eramos buenos, nos sentamos a que vean que encima nos daba para tirarnos a tomar sol...y nos quedamos dormidos al sol, y nos cchamuscamos...

Es así...hoy no sabemos como desampollarnos, de las ampollas que nos propicia día a día nuestro sol K.

Saludos.

BE&P Consulting dijo...

AHI, EN EL ULTIMO PARRAFO, ME GUSTARIA CORREGIRLA, Y DIGO: NO ES EL SOL K ESO ES INOFENSIVO, EL PROBLEMA DE LOS ARGENTINOS ES POR EL CALENTAMIENTO GLOBAL.

SALUDOS