diciembre 09, 2009

EL VALIJERO VENEZOLANO

Fuentes argentinas y venezolanas involucradas en el escándalo de la valija con U$S 800.000 que el empresario venezolano iba a ingresar en el país cuando fue descubierto tuvo un hito por, primera vez el Gobierno debió reconocer que Antonini sí estuvo en la Casa Rosada. Lo vi por televisión y lo doy por hecho, admitió por su parte el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, después de haber expresado durante cuatro días sus dudas sobre la veracidad del video de Canal 7 (canal oficial), cuyos directivos fueron intimados por la justicia, y así finalmente se lo muestra a Antonini Wilson en un acto en el Salón Blanco. La llave para entender cómo entró el venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson en la Casa Rosada esquivando todos los controles entonces, no se encuentra en el palacio de gobierno. Pero si a pocos metros de allí, en el Ministerio de Planificación Federal, que conduce Julio De Vido. Si se me permite, debo decir que estar hablando de verdades conocidas en agosto de 2007, el momento en que todo ocurrió, a estas alturas resulta cómico. Ningún argentino creyó la mentira del gobierno de Cristina Kirchner respecto de que no existiera relación entre el dinero y la financiación de su campaña. Entre tanto dinero sucio, un poco más no le haría mal a nadie. Mas cómico resulta ahora escuchar al jefe de gabinete quien prometió un sumario para determinar por qué entró el empresario venezolano, cómo entró y quién es el responsable de que haya entrado.

Ese "responsable", sería José María Olazagasti, que desde hace años es el secretario privado de De Vido. El ministro confía tanto en él que le dio la custodia de la insulina que necesita como diabético. Olazagasti es también un viejo amigo de Victoria Bereziuk, la ex secretaria del titular del Organo de Control de las Concesiones Viales (Occovi), Claudio Uberti, que en la práctica actuaba como embajador comercial ante Venezuela. Aquel lunes 6 de agosto de 2007, Bereziuk y Olazagasti conversaron por teléfono, por cuestiones urgentes. El diálogo fue tomado por la antena de telefonía celular ubicada en Leandro N. Alem 36, es decir, que abarca la Casa Rosada. La llamada ocurrió mientras Bereziuk y Antonini se encontraban junto con una ejecutiva de la petrolera estatal venezolana (Pdvsa), Maryory Gutiérrez, la misma mujer que aparece a la derecha del "valijero" en el video de Canal 7. Ya en la explanada de la Casa Rosada, Bereziuk mostró su credencial, y la custodia le vedó el ingreso, entonces llamó a alguien, ¿Quién? a Olazagasti, y los controles se relajaron. Esa llamada explica, también, por qué Bereziuk no necesitó registrarse la segunda vez que entró al palacio aquella tarde. Bereziuk ingresó en la Casa Rosada junto con dos acompañantes. Pero se retiró apenas cuatro minutos después y no retorno a la Casa de Gobierno para presenciar el acto, algo que sí quedó en evidencia con el video de Canal 7. Antonini es uno de esos dos acompañante que entró con ella en ese segundo y solapado ingreso Olazagasti, por su parte, no negó haber sido quien destrabó el ingreso de Antonini cuando se lo indagó sobre este dato.

Antonini recuerda bien aquella tarde, cerca de 63 horas después de ocurrido el decomiso de los US$ 800.000 en el aeroparque Jorge Newbery. Entramos por la puerta del costado, que tiene como un pequeño techito, y una vez dentro, un guardia dijo: Necesitan pasar por el detectametales, pero ella (Bereziuk) dijo: El está conmigo. Nosotros éramos los únicos tres entrando por ahí. Pasamos y subimos. Creo que llamó mientras estábamos dentro del auto. Cuando teníamos problemas para entrar. Fue muy rápido. Ella llamó y la puerta se abrió. Así de rápido. Fue muy, muy rápido. Yo estaba muy impresionado porque no sabía dónde estaba. Sólo una vez que estábamos adentro comprendí que estábamos ya en la Casa Rosada, porque el modo en que entramos fue impresionante. Pareció como si hubiera sido muy sencillo entrar. En cuestión de minutos, presenció el acto de los Kirchner y Hugo Chávez, y una vez concluido, jura, lo sumaron a un círculo informal con De Vido, Uberti, Diego Uzcátegui y el presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez. ¿Ves, Alejandro?, le susurró Maryory, Rafael lo sabe, el Presidente lo sabe, todos lo saben. Tú no tienes ningún problema. Y luego de estas confesiones y datos aportados hace una semana por el valijero traidor, todavía existen funcionarios del gobierno nacional, que siguen hablando de un complot contra la Primera Mandataria.

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