enero 27, 2010

PERSPECTIVAS

Después de un 2009 para el olvido, marcado por el conflicto y a ello sumados la sequía, la interminable pelea por las retenciones móviles, la economía se prepara para volver a cosechar los beneficios de una producción récord de soja. Inmobiliarias, concesionarias de autos y comercios de todos los rubros esperan una fuerte reactivación de la demanda en la pampa húmeda como producto del reivindicado y cuestionado, en partes iguales efecto derrame de la soja. De acuerdo con las estimaciones, la cosecha del "yuyo" presidencial este año pasará de los 32 millones de toneladas de la temporada anterior a más de 50 millones, lo que sumado a una mejora en el precio promedio de los granos se traducirá en un ingreso de divisas cercano a los US$ 20.000 millones. La mejora en los ingresos también se sentirá en la producción de maíz, que se espera que este año aporte casi US$ 2700 millones (un 42% más que en la temporada 2008/09), mientras que en el caso del trigo se proyecta una muy leve baja (-4%), con un valor de la producción de casi US$ 1600 millones. Las diferencias entre el escenario que se proyecta para esta temporada y lo que sucedía dos años atrás, básicamente radica en que por ejemplo, en 2008 los hombres de campo ya estaban fuertemente capitalizados y sus ingresos se destinaron casi íntegramente a la renovación de maquinaria agrícola, compra de propiedades y el consumo. En cambio, esta vez, la buena cosecha encuentra a muchos con sus números en rojo y la prioridad va a ser cancelar deudas.

El primer negocio que aspira a beneficiarse con la recuperación del campo es el inmobiliario, que ya supo captar parte de la riqueza generada a partir de la temporada 2007/08. Una buena cosecha siempre se traduce en una reactivación inmobiliaria, porque a la hora de invertir el chacarero es muy conservador y tradicional y, por eso, le gustan los ladrillos, que es algo tangible. Rosario es la principal ciudad que se puede beneficiar con una buena cosecha, aunque no es la única, también se va a sentir en Córdoba y en la Capital Federal. En todos los casos, lo que buscan estos inversores son productos premium y en zonas que ya están establecidas. No van a probar un barrio nuevo, sino que prefieren ir a lo seguro. Entre los concesionarios de autos también proyectan un año récord de ventas acercándose a los niveles de 2007, lo que significaría el segundo mejor año de la historia, traccionados en gran parte por el motor del campo. En el sector, además, esperan un salto no sólo en cantidad, sino también en calidad. En la primera mitad de 2009, hubo un aumento importante en la participación de los modelos más pequeños; ahora esperan un crecimiento de los medianos. Con un poco más de plata en el bolsillo, la gente compra lo que le gusta y no lo que puede.

La reactivación de la economía en las provincias sojeras también tiene un impacto en el comercio minorista y en la multiplicación de nuevas propuestas comerciales, especialmente en ciudades medianas y pequeñas del interior de Santa Fe, Córdoba y la provincia de Buenos Aires. Como sucedió en 2007, se ve un incremento en los pedidos de información sobre franquicias en ciudades, como Rafaela o Venado Tuerto. En muchos casos, las interesadas son las mujeres de los chacareros, que buscan diversificar sus inversiones en el desarrollo comercios minoristas. Las mejores perspectivas económicas, además, ya se tradujeron en una reactivación de grandes proyectos comerciales ligados al consumo interno. Se esta avanzando con dos proyectos para levantar centros comerciales en San Nicolás y en Rafaela, que dependen en gran medida de la evolución de las economías regionales, lo que no es poco decir, ya que mas allá de los números fríos el “Yuyo” genera realidades, ayuda a que el crecimiento de muchas ciudades no sea algo efímero, sino duradero en el tiempo y sigue generando empleo que el gobierno solo promete.

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