febrero 12, 2010

EL CASO CRISTINA VS BANCO CENTRAL PARTE FINAL

Uno, el kirchnerismo ha conseguido un control mucho mayor que el que ya tenía sobre la autoridad monetaria y sus manejos. Dos, si quiere disponer de las reservas, deberá negociar con un grupo de legisladores más grande y exigente que los que hasta diciembre último, antes del cambio de composición del Congreso, le permitió sacar leyes a su gusto. Tres, la presidenta Cristina Kirchner pareció disponerse a gobernar por decreto de necesidad y urgencia y negarse a convocar a extraordinarias, pero esa estrategia falló. Cuatro, queda claro que las reservas se usarán para financiar gasto público, pero será con el apoyo de la oposición y no en contra de ella. Cinco, la oposición evitará, en la medida de lo que le resulte posible, limitar el uso de las reservas, y buscará que quede algo en las arcas para 2012, con la esperanza de poder contar con esos recursos si llegan a la Casa Rosada. Menuda tarea esta de limitar al kirchnerismo, desesperado como está por fondos y disponiendo del dinero para financiarse descapitalizando al Central. Varias cosas han quedado claras entonces, en medio de la enorme confusión creada en torno al Banco Central, sus reservas y la forma de destituir a su presidente. Hoy el gobierno sólo debe repetir algunos de los recursos de los últimos años. Pagar a los organismos multilaterales con reservas, hacer contabilidad creativa para que aparezcan ganancias que luego se transferirán al Tesoro son apenas dos ya antes utilizadas.

Kirchner ha logrado una victoria, quedándose finalmente sin intermediarios con el Central, el problema es que la victoria sobre el Banco Central puede resultar mal si el matrimonio gobernante no procede con una cautela que hasta ahora no ha mostrado. Hasta ahora los mercados no han reaccionado muy mal, pero un súbito cambio en la manera de evaluar los manejos monetarios podría restaurar la fuga de capitales que se registró durante más de dos años y se llevó unos US$ 40.000 millones. ¿Cómo reaccionarían los Kirchner en ese caso? Imposible de saber. El jefe de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanolli, muy alineado con la Casa Rosada, ha criticado a Redrado por no haber extremado el control de capitales en medio de la fuga. Es decir, le imputa no haber hecho más difícil que quienes lo deseaban pudieran comprar dólares. El propio Redrado, dijo en su defensa, que mientras estuvo en su cargo se mantuvo la libertad del mercado cambiario, lo cual es mentira. Hoy cerca del Gobierno hay especialistas que aconsejan un control total del mercado de cambios, al estilo de Malasia durante la crisis asiática de 1997. Sería para la Argentina volver al pasado, es mas, en el Gobierno hay planes para reformar la Carta Orgánica del Banco Central, para poder usar las reservas para dar crédito de fomento, por ejemplo, y hasta un proyecto de reforma de la ley de entidades financieras, que podría derivar en la nacionalización lisa y llana del sistema bancario.

El problema es que no sólo sería volver al pasado, también esa clase de manejos parecen incompatibles con un canje exitoso y un retorno a los mercados voluntarios. El Gobierno congeló el proyecto, que navegaba viento en popa, en cuanto el ministro Amado Boudou logró convencer al matrimonio Kirchner que con el canje era posible volver a financiarse en los muy líquidos mercados internacionales a tasas muy convenientes. Para un país con déficit financiero es más que tentador. Otro proyecto de Economía, es hacer fondos de inversión con las reservas, al estilo de China y algunos estados árabes. El pequeño detalle es que esos países en muchos casos no tienen déficit y, más importante, no están en default. Otro punto no menor es que, a diferencia de la Argentina, donde el superávit comercial es privado, en esos países algunos de esos fondos se forman con los dólares que ganan en el exterior exitosas empresas con participación estatal. El mejor ejemplo, es el estado de Bahrein, es propietario del 30% del capital del grupo inglés McLaren, conocido internacionalmente por su equipo de Fórmula 1, y tiene un conjunto de empresas de alta tecnología. En cambio, en la Argentina las empresas estatales, como Aerolíneas, suelen ser fuente de importantísimos déficits y una carga para el Tesoro y los contribuyentes. Algunas de las otras alternativas en danza son por ejemplo, letras del Banco Central o encajes remunerados, todas posibilidades. Pero la contrapartida puede ser una mayor desconfianza en el sistema financiero.

Para los Kirchner y sus planes los límites pueden venir de una violenta fuga de capitales o de un embargo al Central por parte de los holdouts por el uso de las reservas. Si el público comienza a desprenderse de los pesos a gran velocidad porque cree que perderán su valor por devaluación o inflación, entonces las cosas serán más difíciles. ¿Pero por qué razón tiene déficit fiscal la Argentina, que tiene la presión fiscal más alta de la historia, que siguió aumentando los impuestos en medio de una recesión y cuyo gobierno se ha apropiado de sumas multimillonarias de ahorro privado? El nivel de gasto público es el más alto de la historia, pero su eficiencia deja mucho que desear. En cuestiones sociales, pero también en infraestructura, que es justamente donde también se promete aplicar las reservas. Empero en materia de transparencia, precisamente de cuestiones sociales, y de infraestructura es donde el gobierno hace más agua, con sobreprecios escandalosos, como en el caso Skanska. El precio de haber capturado el Banco Central será la pérdida definitiva de la poca confianza que aun le queda.

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