febrero 04, 2010

SOLOS Y DESCOLGADOS DEL MUNDO

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no sólo desairó a los chinos por la intempestiva postergación de su viaje con el insólito pretexto de que el Poder Ejecutivo no podía quedar durante 10 días a cargo del vicepresidente Julio Cobos. El mayor desaire fue tal vez haber olvidado un viejo proverbio chino según el cual el hombre es esclavo de lo que dice y dueño de lo que calla. Al llegar a la Casa Rosada, la actual jefa del Estado admitió que la calidad institucional era una antigua asignatura pendiente. El aislamiento político y económico se agudiza en la Argentina. Oficialistas y opositores protagonizan un encierro tan grande a nivel institucional e internacional del que no será nada fácil salir. Las piezas de esta política de Estado de aislamiento son varias y la sumatoria, un cóctel explosivo. Dos embajadores admitieron en sus declaraciones algo casi obvio. Hoy ningún país que representa una economía sólida volverá a confiar fácilmente en un Estado que no cumple ni siquiera con las mínimas reglas de la diplomacia. Está claro que para China la Argentina nunca fue la panacea en términos comerciales el año pasado China exportó a la Argentina por US$ 4380 millones y a Brasil, por US$ 15.911 millones. Incluso están mejor ubicados Perú o Ecuador en su relación con China. Pero los Kirchner dilapidaron cualquier pronóstico optimista, hace ya mucho tiempo que en la Argentina la política doméstica se mezcla con la política exterior.

Por otro lado, el aislamiento politico en que quedó Julio Cobos no sólo hace inestable institucionalmente al país, sino que lo pone en una situación difícil de explicar. El vicepresidente dijo que resistirá en su cargo por más que lo presionen, y las presiones existen, no son fantasías del vicepresidente. Que me pidan juicio político y si no llamo a una consulta popular para refrendar el voto de la gente, amenazó ante sus allegados. Una situación que no se entiende es, por qué Cobos no respondió lo razonable a la Presidenta. El vicepresidente jamás iba a poder convocar a sesiones extraordinarias al Congreso como temía, en sus fantasías Cristina Kirchner simplemente porque para ello hace falta un decreto con la firma del jefe de Gabinete y otro ministro. Pero Cobos parece querer llevar al límite su demostración acertada, aunque fuera de timeing la incapacidad de los Kirchner y su entorno como estrategia política. El Congreso que denostó la Presidenta con la firma de los decretos del Banco Central actuará limitado no podrá llamar a sesiones. La oposición mantiene sus peleas de vedettismo y no logra unificar una posición para ir al recinto a imponer su criterio contra los DNU. Redrado también quedó solo, pero con una magistral jugada política. Por ultimo el intento del Gobierno de reestatizar Telecom es otra muestra de aislamiento que espanta a inversores. Los Kirchner se aislaron completamente, al punto que en Olivos, Zannini asiente y Boudou y Aníbal Fernández ejecutan. La estrategia de aislamiento como política de Estado será una imagen difícil de borrar para el mundo en el que vivimos, en el corto plazo.

No hay comentarios.: