mayo 06, 2010

Julio De Vido, ¿Será la próxima cabeza que ruede?

Desde que Eduardo Sadous, embajador argentino en Caracas entre 2002 y 2005, declaró ante la Justicia, bajo juramento, que los empresarios que querían hacer negocios con Venezuela en esa época debían pagar entre un 15 y un 20% de coimas a funcionarios del ministerio de planificación federal, que comanda Julio De Vido, y de que mencionó además que miembros del Gobierno se habrían beneficiado con testaferros en esos negocios de exportación y que la relación comercial con el país caribeño la manejaba, en forma paralela a la Cancillería, el entonces director del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi), Claudio Uberti, las voces que dan crédito a la denuncia se multiplican cada hora que pasa. Es importante destacar, que todo esto ocurría durante la gestión de Néstor Kirchner, los empresarios debían entonces pagar coimas de hasta el 20 por ciento. El senador cordobés Luis Juez y el presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, como dos de los ejemplos que se pueden citar, avalaron los dichos de Eduardo Sadous ante la Justicia. Me consta que lo que dice [Sadous] es cierto, en mi provincia, se mencionaba como moneda corriente. El comentario de los empresarios era que tenían que arreglar con funcionarios, afirmó Juez. El senador dijo que en la Argentina "no se les dan garantías a los honestos", que "se persigue a los que denuncian en lugar de protegerlos" y que "no tenemos una cancillería paralela, tenemos una Aduana paralela". Buzzi fue igualmente crítico. "El rumor de que había que arreglar con [el Ministerio de] Planificación porque sino no tenías cómo vender nada circulaba por todos lados", aseguró. El dirigente admitió que "es muy difícil que alguien denuncie" los sobornos ante la Justicia porque, "se trata de pedidos que no dejan pruebas". Pero no se trata solo de un pedido que no deja pruebas, como dice Buzzi, se trata de que tanto uno como el otro los dos cometen un delito. Porque de hecho, es tan culpable el que la pide como el que paga.

Por su parte el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, exigió que tanto el ex embajador en Caracas, como el senador Luis Juez y el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, se retracten de sus dichos respecto de esos presuntos sobornos. El ministro les envió cartas documento en las que los "intimó" a que aclaren sus denuncias. En los casos de Juez y Buzzi, De Vido aludió sólo a sus dichos y en el caso del ex embajador Eduardo Sadous, a su declaración ante la Justicia. El ex embajador añadió en su denuncia que la relación comercial con Venezuela la manejaba, Claudio Uberti en forma paralela a la Cancillería, y el senador Juez (Alianza-Frente Cívico) había mencionado con nombre a una empresa de maquinaria agrícola que realiza negocios con Venezuela y uno de cuyos directivos le habría confesado que había que pagar una "comisión". Se trata de Pauny SA, una empresa de tractores de Las Varillas, Córdoba, que vende unos 400 equipos por año a ese país, lo que equivale al 45% de su producción, el titular de esa empresa es el Padre del automovilista José María López quien, confesó horrorizado cómo para poder vender tractores de Pauny al gobierno de Venezuela había una comisión integrada por funcionarios de la cancillería venezolana y hombres del Gobierno vinculados con De Vido que le pedían un 25 o 30%. Vivimos en la República Argentina, hoy más que nunca, paraíso de la corrupción y gobernada por Néstor Kirchner y por Cristina Fernández, reyes de una corrupción sin límites.

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