junio 14, 2010

El canje, los fondos buitre, y el Juez Griesa

El mercado argentino, sube y baja acompañando a las bolsas internacionales, parece que la crisis europea aún no ha golpeado por demás a nuestro país. El riesgo país baja, los precios de los commodities suben, pero no obstante todos estos signos alentadores, desde el ministerio de economía aún no pueden festejar demasiado. El canje de la deuda no llega a alcanzar siquiera el 60% del total, y son más de U$S10.800 millones los que todavía faltan para alcanzar ese porcentaje. Como si esto fuera poco hace quince días que el gobierno argentino no puede lograr que el juez Thomas Griesa levante el congelamiento que pesa sobre activos, por valor de U$S2200 millones, que posee el Banco Nación en cuentas operativas en ese país. Tal fue el resultado de una audiencia mantenida en los juzgados de Nueva York, en la que el magistrado se declaró dispuesto a dictar sentencia lo más pronto posible en la materia. El congelamiento de los fondos seguirá en vigor, al menos, hasta el nuevo encuentro entre el juez, los abogados de los bonistas demandantes, y los que integran el estudio Cleary Gottlieb, encargado de representar al Estado argentino. Lógicamente la prolongación del congelamiento de fondos no es una buena señal para el canje de deuda lanzado por el Gobierno. Los abogados de la Argentina cuestionaron el monto reclamado por los bonistas e interpusieron un recurso ante la Corte de Apelaciones en el que pidieron que se explicara cómo se había llegado a semejante cifra. Por su parte muchos de los operadores que siguen la oferta de canje entienden que el hecho de que se mantenga el embargo atenta contra la operación, y alimenta la posibilidad de que exista una mayor cantidad de cobros por la vía judicial. El ministro Amado Boudou constantemente había restado importancia a cada una de las acciones del juez Griesa, a quien el gobierno de Cristina Kirchner calificó de "embargador serial". Claro, esta particular visión de las cosas que practica el gobierno nacional concluyo, con la paciencia tanto de los bonistas como con la de un juez.

El argumento utilizado es que el Banco Nación es un "álter ego" del Gobierno, por lo que también le cabe responder con sus fondos ante los bonistas que no aceptan entrar al canje que se desarrollaría hasta el 7 de este mes, pero este plazo tuvo que ser estirado por lo que antes mencionamos. Para el 3 de junio estaba prevista una audiencia judicial, en la que la Argentina debía explicar por qué Griesa no debería permitir que las autoridades embarguen los fondos cuando que estos demandantes han obtenido juicios favorables por un total de U$S2240 millones, más los intereses acumulados. El embargo que está absolutamente vigente, sobre cuentas de la Argentina en los bancos Nación y el HSBC. Además del Nación y del HSBC hay cuentas en otros bancos, en las que no se desestima seguir buscando bienes de la Argentina y embargar para reclamar el pago de la deuda incumplida. Lo cierto es que, seis años atrás estos bonistas empezaron un juicio y durante todo ese tiempo no sólo la Argentina evitó el pago, sino que ahora, si se acogen al canje, cobrarán solamente cien dólares por cada trescientos que posean en papeles. Pero el gobierno apuesta a una apelación y espera que Griesa dé marcha atrás con el congelamiento de la cuenta operativa, del banco nación. Ya en su momento, uno de los abogados querellantes indicó que el canje seguirá adelante, aunque no quede claro, qué éxito, ni qué nivel de aceptación tendrá. Este argumento del álter ego, ya fue invocado por el magistrado, él considera que el Gobierno usa al Banco Nación, al Banco Central y a la Anses como brazos alternativos para movilizar sus fondos en el exterior, y lo acertado que esta. La utilización de las reservas del BCRA primero para pagar la deuda con el FMI y más recientemente a otros organismos y a los bonistas esto les dio más argumentos.

Al respecto, Griesa había considerado algún tiempo atrás que los decretos dictados por la Presidenta, que dieron origen a los fondos del bicentenario y del desendeudamiento son una muestra clara de esta indivisibilidad entre el BCRA y el Gobierno. En la Cámara de Apelaciones de EE.UU. el Gobierno sufrió distinta suerte. Por una parte, logró destrabar fondos administrados por la Anses, mientras que por otro siguen congelados fondos del Banco Central desde 2006. Se trata de otros US$ 105 millones que están depositados en la Reserva Federal de Nueva York, en el contexto de un reclamo de los fondos buitres Elliott y Dart, los más hostiles entre los holdouts. Estos dos fondos reclaman cobrar el 100% del valor nominal de unos US$ 3000 millones y han logrado que se dictaran numerosos embargos en EE.UU. y Europa, pero todavía no pudieron cobrar.

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