agosto 31, 2010

El Canciller

“Hay que hacer todo lo necesario para evitar que se contamine el Río Uruguay”. Bien, en base a este comentario se suscitaron todas las declaraciones, y rectificaciones que surgieron más tarde. En la reunión mantenida a principios del corriente, no se logró generar una lectura pareja entre los representantes de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, ya que algunos salieron conformes y otros no, los últimos se llevaron algunas respuestas y muchas dudas. El ministro de Relaciones Exteriores, canciller Héctor Timerman, refiriéndose a sus dichos intento aclarar lo que ya era de público conocimiento. Yo nuca pude decir eso, sobre cerrar Botnia ¿Quién soy yo para cerrarla?, aclaraba el funcionario al tratar de desmentir la información trascendida. Y explicó que a los asambleístas no les prometió nada sino que les indicó que si se comprueba que contamina, se va a hacer todo lo necesario. El intendente de Gualeguychú, quien participó también de la reunión, informó sobre lo conversado y contribuyó a disipar las dudas con respecto a los dichos y a la posición oficial. Juan José Bahillo, ante la consulta sobre los supuestos dichos de Timerman de que si Botnia contamina cierra la fábrica, el intendente respondió que sí, que en varios momentos se habló de la contaminación, y que el canciller tomó siempre esa posición, si es ilegal, se cerrará. Pero mas allá de sus aclaraciones, lo cierto es que Timerman se puso cómodo y sin dudarlo aclaro que, la solución al conflicto por Botnia es simple si la fábrica contamina, se cierra.

Tras casi siete años de diferencias y un litigio internacional por la instalación de la pastera hoy, UPM y ex Botnia frente a las costas de Gualeguaychú, el ministro sostuvo que el acuerdo firmado entre la Argentina y Uruguay no se presta a dobles lecturas. Si la pasera UPM llega a contaminar, cierro la fábrica. Timerman, que confirmó ese intercambio pero minimizó sus efectos, puso en palabras simples uno de los aspectos más controvertidos del pacto sellado el 28 de julio por la presidenta Cristina Kirchner y su par uruguayo, José Mujica y es el límite de 12 inspecciones anuales a la fábrica por parte de la comisión de científicos que se encargará del monitoreo de la cuenca del río Uruguay. Y se explayo, ¿Usted cree que si Botnia o todas las fábricas sobre el río Uruguay, si yo me doy cuenta o si el presidente de la, Comisión Administradora del Río Uruguay se da cuenta de que están envenenando el agua, usted cree que voy a esperar un mes hasta la próxima inspección?, preguntó el canciller, y dio una primera respuesta. Voy a salir a anunciarlo públicamente, directamente saco una solicitada. Y por ultimo para despejar cualquier duda, el canciller comparó la situación de la pastera y la comisión científica binacional con la relación entre un médico y su paciente. Si el médico le dice al paciente que está muy mal, no le va a pedir que vuelva el mes siguiente, lo interna ahí, en el momento. Entonces fue que sentencio, no se va a cerrar porque sea uruguayo o sea argentino. Estamos a favor del medioambiente no en contra de Botnia, acá el problema es medioambiental, por eso creamos la comisión que va a estudiar todo el problema de contaminación en el río Uruguay. Ahora, depende la contaminación que haya, se tomarán medidas para remediarlo.

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