septiembre 09, 2010

El Indec

El INDEC informó que la inflación de julio fue de apenas la mitad de la real, sin duda agosto será más de lo mismo, la mentira institucionalizada. Con una Intervención instrumentada por la Casa Rosada desde hace más de tres años, el INDEC viene siendo cuestionado por manipular las estadísticas, a tal punto que la mayoría de las decisiones empresarias de peso en la Argentina comenzaron a tomarse solo sobre la base de las proyecciones realizadas por consultoras privadas. Una vez más, el índice de inflación medido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) se ubicó entonces bastante por debajo de la realidad. En julio, según el polémico organismo oficial, los precios subieron un 0,8%, en tanto que en los primeros 7 meses del año se acumuló un aumento del valor de los bienes y servicios del 6,7%. Esas tasas no llegan a ser ni la mitad de las informadas por centros de estudios privados, que se toman en cuenta, por ejemplo, para las recomposiciones salariales.

De todas formas, el índice oficial admite que los precios más afectados por subas son los que afectan el consumo de las clases sociales más bajas. Así, la canasta básica de alimentos, que se utiliza para determinar el umbral de indigencia registró un aumento del 20,6% en los últimos 12 meses y la canasta de bienes y servicios básicos que establece la línea de la pobreza se encareció un 15,9%. Esos niveles de incremento se explicaron principalmente por las fuertes alzas registradas en los primeros meses de este año. Según el Indec, en julio, un matrimonio y dos hijos pequeños necesitó $539,64 de ingresos para no ser considerado pobre, en tanto que con una suma de al menos $1174,49 logró quedar al margen de la pobreza. El índice oficial de inflación general que hubo en el último año se multiplica casi por dos veces y media cuando se observan los resultados de mediciones de otras fuentes: según la consultora Ecolatina, el índice de julio fue del 1,7%, y el acumulado desde enero, del 15,6%, mientras que para Buenos Aires City las tasas fueron del 1,9 y del 15,5%, respectivamente.

Con los datos hasta junio, un informe reciente del IAE, de la Universidad Austral, señala que sólo en el primer semestre la inflación llegó al 12,7 por ciento. Estas estimaciones, rechazadas por el Gobierno, son, sin embargo, las que marcan el ritmo de las negociaciones colectivas, que determinaron para este año ajustes promedio del 27%, avalados oficialmente. Desde enero de 2007, el mes en que el Indec fue intervenido políticamente por el gobierno de Néstor Kirchner, la inflación acumulada fue del 31% en los informes oficiales y del 98% en las estimaciones de la consultora Buenos Aires City. Las alzas de esos meses, concentradas en productos básicos, provocaron una significativa pérdida de poder de compra de la asignación por hijo, que el Gobierno fijó en diciembre último en $180. A partir de septiembre próximo, ese monto pasará a $220. El ajuste no implicará en la práctica una mejora real, sino una compensación por la suba de los precios de los alimentos básicos.

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