septiembre 10, 2010

Obras, anuncios, críticas y leyes

Lanzado en campaña presidencial, el matrimonio Kirchner no para de realizar actos, para inaugurar obras públicas de todo tipo, autopistas, escuelas, hospitales, etc. Que en rigor de verdad sólo quedarán en los anuncios y en la memoria de todos aquellos quienes acudieron a estos interminables discursos. Llegaran los primeros ladrillos y algunos cuantos metros cúbicos de arena, si pero ahí quedarán como testigos una vez más, de las mentiras de la clase política Argentina en tiempos de elecciones. Todo sólo como producto de una práctica orientada exclusivamente a conseguir un voto más para las próximas elecciones. Néstor y Cristina Kirchner estuvieron nuevamente en El Calafate, el lugar en el mundo de la Presidenta. El ex presidente la acompañó y Cristina encabezó la firma de un contrato para la construcción de un hospital para esa localidad y entregó más netbooks a alumnos secundarios de la zona, junto con el gobernador, Daniel Peralta. Durante aquel acto, la Presidenta elogió la gestión de su marido, como el secretario general de la Unasur, en el reencauzamiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela, sólo olvido mencionar que luego de esa supuesta acción su marido falto dos veces a los compromisos de la Unasur. Aún así expresó su orgullo como compañera, como argentina y como militante.

Rodeada de montañas y lagos patagónicos, y atenta a lo ocurrido, Cristina defendió la protección de los hielos continentales. En la Cámara de Diputados se había dado la media sanción definitiva a la Ley Presupuestos Mínimos para la Protección de Glaciares y Ambiente Periglaciar presentada por Miguel Bonasso. Durante esa jornada se aprobaron los artículos en particular que restaban tratarse desde la última sesión del 14 de julio, para que la ley pudiera continuar su camino a la Cámara de Senadores. El oficialismo había cuestionado esa iniciativa porque según ellos perjudicaría a las provincias y por lo tanto no acompañó el proyecto, aunque Bonasso selló un pacto con el senador Daniel Filmus, que proponía una ley similar.
Apremiada por la media sanción en diputados la presidenta Cristina Kirchner sin perder tiempo, aseguró a sólo 50 kilómetros del Parque Nacional Los Glaciares, que no iba a vetar la ley de glaciares y comentó que se había cansado de recorrer el país explicando lo que significaba el recurso del agua potable cuando era legisladora santacruceña. Pero nada dijo sobre la inicial negativa de los diputados kirchneristas a aceptar el proyecto.

Por otra parte, la Presidenta había vetado la ley anterior muy probablemente para defender los intereses de las empresas mineras que operan en la frontera. Y al respecto Cristina Kirchner explicó que su decisión se había basado en la imposibilidad que le había planteado la Cancillería de hacer un inventario de glaciares en una zona que aún no está demarcada, con relación a los Hielos Continentales, en la frontera con Chile. La presidente advirtió que el gobierno seguirá luchando contra los intereses concentrados que le quieren hacer callar la boca aunque no puedan. Son pocos pero poderosos y concentrados, dijo y aseguró que la batalla contra esos intereses no es económica sino cultural, en clara referencia a la oposición. Para Cristina, y en otro de sus desafortunados comentarios, muchos que hoy hablan decían que ella quería una guerra con Chile y lo único que hacía era defender un patrimonio, ni sabían lo que era un glaciar, agrego. La nueva norma prohíbe el desarrollo de la actividad productiva minera e hidrocarburífera en zonas de glaciares, periglaciares y suelos congelados.
Después del acto, el matrimonio presidencial se recluyo como siempre en la residencia que posee en la villa para descansar durante el fin de semana.

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