enero 17, 2011

La aduana paralela

Cuando estalló el escándalo por el pedido de coimas a empresarios para comerciar con Venezuela, en realidad no pesaba sobre él acusación alguna por ese tipo de prácticas. Sin embargo, Eduardo Sigal fue desplazado de la Subsecretaría de Integración Económica Americana. Según ha informado la Cancillería, la decisión fue tomada el martes pasado aunque recién se dio a conocer una semana más tarde y aun no fue oficializada. En el Ministerio de Relaciones Exteriores no dieron detalles sobre los motivos de la decisión del titular de la cartera, Héctor Timerman. En julio pasado, poco después de que Timerman tomará el cargo que ocupara Jorge Taiana hasta su renuncia, Sigal había enviado un cable diplomático en el que advertía que al menos dos empresas le habían expresado que estaban siendo perjudicadas en los negocios que tenían con Venezuela y aseguraban que en su lugar fueron beneficiadas otras con mejor relación con el ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido. Allí en ese cable se mencionaba a José María Olazagasti, ex secretario del poderoso ministro de Planificación Federal. Cuando transcendió el hecho, Timerman cuestionó a Sigal por haber expresado sus inquietudes a través de un cable diplomático. En rigor de verdad, siempre es mejor decir las cosas como son, y con menos diplomacia. Timerman no lo cuestiono por expresar sus inquietudes, lo mando al banquillo de los acusados, le quito sus tareas, le cayó la boca; y finalmente lo relevo de su cargo por advertir de una verdad cotidiana de la que Timerman no solo estaba al tanto, sino de la que aparte era participe. Y he aquí la frase que resume el accionar mencionado, “si creía que era algo tan grave, tendría que haberme venido a ver a mí o a su jefe inmediato, dijo, y agrego, que un cable que lo iban a ver más de cien personas, era una invitación a filtrarlo o que lo filtrara alguien y lo hiciera público", y así fue, se filtro y se hizo público.

Timerman quería explicar lo inexplicable y aludía haber ordenado no enviar ese tipo de inquietudes por esa vía, antes de investigar a fondo el tema denunciado. El escándalo por la denominada "embajada paralela" tomó estado público a raíz de una denuncia del ex embajador Eduardo Sadous. Según había detallado ante la Justicia, existían negociaciones comerciales entre Argentina y Venezuela que eran manejadas desde el ministerio de Planificación en lugar de pasar por la sede diplomática en Caracas o por la Cancillería. Se mencionó también la existencia de pedidos de coimas de un 15% y de intermediarios sospechosos con vínculos directos con funcionarios de la administración kirchnerista para poder concretar las operaciones. El caso fue investigado tanto en la Justicia como en el Congreso y declararon en el, además de Sadous, dirigentes como el senador Luis Juez y el ex Defensor del Pueblo Eduardo Mondino, además de varios de los empresarios sobornados. Sin embargo, las denuncias, hoy permanecen en el olvido más absoluto. En lo partidario, Sigal se dedica en el último tiempo, desde su lugar como presidente del frente Grande, a trabajar en el armado de una "tercera pata" del Kirchnerismo en la que los transversales de la Corriente Nacional de la Militancia encabecen junto al Justicialismo y sindicalismo el movimiento que impulsa la reelección de Cristina de Kirchner a la presidencia. Quien reemplazo a Sigal en la Subsecretaría de Integración Económica Americana fue Jorge Vittar, otro dirigente del Frente Grande y de estrechos vínculos políticos con la ministra de Seguridad, Nilda Garré. También estuvo cerca del nefasto y desaparecido ex vicepresidente Carlos "Chacho" Álvarez durante los años de gobierno de la Alianza.

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