enero 24, 2011

Pobreza e Indigencia

La suba de precios de los alimentos durante todo el 2010 confirmo, una vez más, el dato de que contrariamente a los desafortunados dichos del ministro de economía, la inflación afecta con mayor fuerza a las familias más pobres, y no a una clase media bastante desvalorizada. Los productos más básicos se encarecieron un 33% en todo el año pasado y, en diciembre último, un hogar integrado por un matrimonio joven y dos niños necesitó un ingreso de por lo menos 1122,30 pesos para acceder a esos productos, cuyo valor en conjunto marca el umbral de la indigencia. Según varias mediciones de precios realizadas, en el último mes del año la canasta básica de alimentos se encareció un 1,2% en comparación con el mes previo. La canasta básica total, también llamada índice de precios al consumidor, que incluye otros bienes y algunos servicios básicos y cuyo precio señala cuánto debe ganar una familia para no caer en la pobreza, subió un 1% en el mes y un 22% en el año en diciembre registró un valor de 2076 pesos para un hogar como el descripto. Si se miden los valores por persona, un adulto varón habitante del área metropolitana necesitaba por lo menos $363,2 para acceder a la canasta básica de alimentos, y un mínimo de $671,8 para el conjunto ampliado de productos básicos. En rigor de verdad, los productos incluidos en el listado de alimentos básicos, y cuyos precios se relevan mes tras mes, son los que definió hace años el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) como componentes de las canastas básicas para la medición de los indicadores sociales.

Pero entre los datos de precios reales y los consignados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), existe una diferencia que se acerca al ciento por ciento. Para el organismo oficial que desde 2007 está fuertemente afectado en su credibilidad, sobre todo en lo que a datos de inflación se refiere, una familia necesita al menos 576,13 pesos para no ser indigente, y 1244,11 pesos para no caer en la pobreza, según los últimos datos disponibles, de noviembre pasado. Hasta el penúltimo mes del año, los números del Indec marcaban un incremento del valor de la canasta básica del 19,5%, un nivel muy inferior al que indican las mediciones hechas por otras fuentes del sector privado. Pero más allá de las diferencias en los números, algo que sí admite el Gobierno es que los productos más básicos sufrieron un mayor encarecimiento que el conjunto de bienes y servicios en general. Hasta noviembre, el Indec da cuenta de un crecimiento del nivel general de precios del diez por ciento. En los últimos días, se conoció el dato para todo el año, y fue una vez más vergonzoso. Entretanto, ya se estimaban los resultados reales sobre la inflación que hubo en todo 2010 y el índice resultó del 22,9%, más del doble de lo que admitió el organismo oficial. Ese nivel de alza de precios marca también la aceleración que hubo en comparación con 2009, cuando se había estimado su nivel en alrededor del 15 por ciento. Unos $1122 Canasta de indigencia; es el costo de los alimentos más básicos para un matrimonio joven y dos niños, a diciembre último. Y unos $2076 Productos básicos, es el precio de una canasta de bienes y servicios básicos. Una familia que hoy no llega a esos ingresos es pobre, o indigente.

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