enero 25, 2011

El yuyo

Seis meses después del freno, por las represalias que sufrieron sus productos por parte del gobierno argentino, en octubre de 2010 se reanudo parte de sus importaciones de aceite de soja de la Argentina, y todo fue algarabía. Hoy solo tres meses y medio más tarde las sonrisas se desdibujaron, ya que China volvió a discontinuar sus compras de este producto. Realizaron efectivamente compras después de la reapertura, pero después no lo hicieron más, no ha habido información oficial alguna respecto de los motivos, y no hay nuevos negocios desde hace un mes y medio. Mientras tanto, desde el Ministerio de Agricultura dicen no tener notificación alguna, al menos oficialmente nada se ha dicho. Pero las versiones sobre las causas del nuevo freno de China son varias y van desde un nuevo malestar de ese país por la continuidad de las trabas a algunos de sus productos y a una acusación sobre una supuesta estrategia especulativa para usar reservas de granos, reducir su dependencia de la importación y presionar a la baja el precio de la soja, además de controlar su inflación interna. En noviembre pasado, Han Changfu, ministro de agricultura chino, vino a la Argentina en una visita que se interpretó como el cierre del anterior conflicto comercial.

Según todas las proyecciones, luego de reabrir su mercado, China hizo contratos por la compra de unas 120.000 toneladas por este producto. Sin embargo, oficialmente, si se observan las estadísticas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en noviembre solo se embarcaron 61.247 toneladas. En los primeros meses de 2010 China se llevó de la Argentina 168.793 toneladas de aceite de soja por un valor de US$150,1 millones, lo que representa una baja de 91% en volumen y 89 por ciento en valor versus igual período de 2009. Con el parate de China, el 45% de este producto, en los primeros diez meses de 2010 fue comprado por Egipto, Irán, Venezuela y República Dominicana quienes cobraron protagonismo como compradores del famoso yuyo. Egipto adquirió, con 230.720 toneladas, un 12% más de aceite de soja e Irán incrementó sus compras un 100%, con 125.170 toneladas. Hubo un salto llamativo de las ventas a la Venezuela de Hugo Chávez, que con una suba del 143% de su demanda se llevó 187.040 toneladas, y a la paradisíaca República Dominicana, que compró 194.150 toneladas, un 145 por ciento más respecto de enero/noviembre de 2009.

China posee 20 millones de toneladas de grano de soja como reserva, y esto alimenta la versión de que como la industria de molienda de ese país trabaja con márgenes negativos se intenta por esa situación presionar sobre los precios. Hay rumores de que China incluso intentaría aflojar sus ritmos de compras en los Estados Unidos luego de haberlas adelantado en un nivel importante. Sin embargo, las estadísticas dan cuenta de que China continúa siendo una locomotora a la hora de comprar. A nivel global, en diciembre pasado compró 790.000 toneladas de aceite de soja, 32% más que en noviembre último. En todo el mundo, en 2010 adquirió un récord de 54,8 millones de toneladas de poroto de soja. Para los analistas, el freno chino podría chocarse con la realidad de la sequía en la Argentina, que tendrá menor oferta de soja. Esa estrategia tuvieron que reverla ya que acá la seca ha mermado y el yuyo sigue avanzando. Si bien es cierto que estos niveles de precios pueden generar alguna pausa en la demanda China, la solución no es optar por una producción más baja ya que esto impactará los demás mercados compradores antes mencionados, y pese a los deseos chinos no podemos darnos el lujo de perder compradores.

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