marzo 31, 2011

Mas inflación

Mientras las consultoras privadas, pese a las amenazas y multas que les aplicó el Gobierno coinciden en asegurar que el mes pasado los alimentos subieron entre el 1,5% y 3%, los datos oficiales resultan difícil de comprobar. Que la suba haya sido de apenas 0,3% en los alimentos como informó el organismo oficial, en base a una caída de 1,5% en los precios de la carne es poco creíble. En febrero, un matrimonio con dos hijos entonces necesitó $580,26 para alimentarse y no quedar considerado como indigente. Lo curioso es que, según las estadísticas oficiales, en enero ese mismo grupo familiar había necesitado apenas 12 centavos menos. Así, para el INDEC, el mes pasado el precio de la canasta básica alimentaria de los más pobres se movió sólo 0,02%. Que es lo mismo que decir que no subió. Doce centavos. Una monedita de diez y el pedido al almacenero que redondee para abajo es todo lo que necesitó una familia tipo para pagar en febrero los aumentos mensuales que sufrió la canasta alimentaria necesaria para no caer debajo de la línea de la indigencia. Al menos eso es lo que dijo el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Los datos llegaron nuevamente envueltos en polémica.

El índice de precios al consumidor (IPC) oficial subió 0,7%, menos de la mitad de las estimaciones reales. Pero la mayor sorpresa fue la valoración que el Gobierno hizo de la canasta básica alimentaria (CBA), que sirve para medir la indigencia, y de la canasta básica total (CBT), que se utiliza en el cálculo de la pobreza. Estos valores significan que la CBT aumentó sólo 0,5% respecto de enero y que la CBA no registró subas sólo si se consignan porcentajes con dos decimales se puede apreciar un leve incremento del 0,02%. Estas variaciones mínimas ampliaron aun más la brecha entre los precios que, según el Gobierno, debe pagar un argentino para consumir los 27 productos que componen la CBA y los que efectivamente cobran los comercios dispuestos a entregar esa mercadería. La realidad sin embargo, es un poco más compleja ya que una familia tipo que aspire a superar la línea de la pobreza tiene que poder desembolsar casi $1000 más de lo que informa el Indec $2160,80. Y para no ser indigentes, los miembros de esa familia deben juntar $1174,20 mensuales. Por primera vez, el relevamiento de precios de la canasta básica, en la realidad más que duplica a la CBA oficial. De todas maneras, en los productos frescos existe un componente claramente estacional. Por ejemplo, las verduras cayeron en promedio un 6%, liderada por las bajas que tuvieron el tomate y la lechuga que son verduras de estación y que en esta época del año se abaratan.

Algo similar ocurrió con las frutas, que tuvieron una baja del 1,7% encabezadas por las naranjas y bananas. Sin embargo, en su despacho del Ministerio de Economía, Amado Boudou confesó lo que en verdad pensaba respecto de algunas políticas económicas del Gobierno que son problemáticas, pero es un convencido de que resolverlas resulta imposible, dado el enorme costo político que conllevaría. Entre esos problemas, Boudou señaló uno en particular, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Es decir, el organismo encargado de estimar las tasas de inflación, pobreza e indigencia, pero que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, alteró de raíz. Para Boudou, afrontar esos problemas resultaba inviable; Implicarían un enorme costo político para el Gobierno dadas las agresivas campañas de la prensa local, aun cuando, el ministro reconoció la naturaleza problemática de algunas políticas del Gobierno. El Indec es, desde hace años, el cerrojo que traba varias de las negociaciones pendientes de la Casa Rosada. Entre ellas, la resolución de la deuda con el Club de París, que exige el pago al contado o la revisión de las cuentas internas y la situación macroeconómica incluida la tasa de inflación por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

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