marzo 28, 2012

La fábrica de vagos

Los cambios a implementar en los Planes Argentina Trabaja fueron anunciados el 28 de febrero por la Presidenta y la ministra Alicia Kirchner, 30.000 de los 150.000 cooperativistas existentes empezarán en abril a hacer obras de mayor complejidad, como redes de agua y cloacas o tareas de saneamiento. También anunciaron que recibirán un plus por productividad de 300 pesos y otro por presentismo, de 250, que se pagarán cada dos meses, y afuera quedarán nada menos que 100.000 beneficiarios cooperativistas, que hoy cobran $1200 mensuales, que frente a promesas cruzadas y contradictorias de distintos funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social denuncian una nueva distribución clientelar de los planes. En medio del hermetismo del Gobierno y a espaldas de las organizaciones sociales no afines, en los municipios del conurbano se empezaron a conformar las listas con los 30.000 cooperativistas del Plan Argentina Trabaja (PAT) que, desde abril, tendrán derecho a cobrar $550 de aumento en sus haberes sólo bajo las condiciones establecidas. Pese a que la mayoría de los intendentes ya mandaron a sus funcionarios a conformar las nuevas cooperativas, los jefes comunales bonaerenses no saben con qué criterios serán elegidos ni cuántos de sus inscriptos percibirán los aumentos. Por eso, temen que las protestas estallen frente a sus puertas.

Por otra parte se encuentran aquellos otros 22.000 trabajadores que se habrían negado a capacitarse para realizar las nuevas tareas de mayor complejidad que también fueron excluidos. En la página web del Ministerio, dejaron trascender una pista sobre quiénes serán beneficiados, y serán quienes tengan mayor antigüedad en el PAT. Esta decisión no resulta para nada favorable a las organizaciones no kirchneristas, que tardaron casi un año en ser admitidas en la versión original del plan, simplemente por no ser afines al poder político. Sin embargo luego de innumerables protestas y cortes de calles que se repitieron durante meses, lograron entrar dentro de los planes pero hoy se preparan para el mismo escenario. El PAT fue anunciado por Cristina Kirchner en agosto de 2010, días después de la derrota electoral que Néstor Kirchner sufriera como candidato a diputado en las legislativas de aquel año. Por tal motivo y aun cuando fue presentado como un plan nacional, destinó casi la totalidad de los 150.000 puestos al conurbano, en un proceso marcado siempre por las mismas denuncias de clientelismo. En una primera etapa, se crearon casi 50.000 puestos que fueron entregados a los intendentes afines. Esos puestos fueron distribuidos por funcionarios, y punteros del PJ. Aunque desde hace un año que las organizaciones no kirchneristas son las únicas que reclaman aumentos, los 50.000 trabajadores de la primera etapa tendrán, por antigüedad, la prioridad para recibir la suba.

El resto deberá esperar y no hay información que diga por cuánto, y peor aún, es que tampoco se informo que para poder cobrar los aumentos, los trabajadores deben dejar las actuales cooperativas, de 60 miembros, e inscribirse en otras de 30 antes de fin de mes. Los punteros del PJ ya están repitiendo las maniobras de reclutamiento que hicieron cuando lanzaron el plan, en todos los municipios del conurbano bonaerense, dejando fuera a los integrantes de Barrios de Pie, la CTA y la Corriente Clasista y Combativa. El próximo viernes, si no hay respuesta, se sumarán el Polo Obrero y el MST, para cortar los accesos a la ciudad repitiendo una vez más lo sucedido en 2010. La mayor conflictividad se generará cuando se conozca fehacientemente si el número de integrantes del Movimiento Evita, uno de los grupos kirchneristas que más trabajadores registró en el PAT que quedaran afuera. Varios intendentes han reconocido su preocupación por las consecuencias del aumento parcial y admiten la realidad de los cooperativistas, es decir, admiten abiertamente la verdad “son muy pocos los que trabajan". Hay municipios que tienen entre 7000 y 15.000 cooperativistas, si todos trabajaran, estarían por todas partes, pero no es así ya que todos los días tienen una marcha, o algún acto oficial al cual deben concurrir. Por último, piqueteros e intendentes acuerdan en un punto con la Presidenta los trabajadores del PAT no son beneficiarios de un plan, porque detrás del silencio con que se preparan las nuevas cooperativas, sí habrá en cambio beneficiados, aquellos que no protestarán para no ser excluidos.

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