Ciccone capítulo VII

Esta información que sigue, surge de registros comerciales, financieros y legislativos de cinco países en un caso en que día a día la situación para el vicepresidente se complica cada vez más. Los socios de la firma que controla el 50% de The Old Fund SA, y a través de ella a la nueva Ciccone Calcográfica, aparecen vinculados con operaciones financieras irregulares en España y con un presunto lavado de dinero en la Argentina. Castagno Schickendantz y Gómez Suárez ya acumulaban polémicos antecedentes en por lo menos dos países. En España fueron reportados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que los señaló por operar sin una habilitación oficial, ni registración previa, una financiera de inversiones. Pesmir Trading o Banco de Pesmir Trading, con domicilio en la calle Colombia de Madrid, ambos figuran, aun hoy, vinculados a una veintena de sociedades anónimas que operan o se registraron durante los últimos veinte años en la Argentina, Uruguay, Paraguay y Estados Unidos. En mayo de 2001, la comisión que presidia Elisa Carrió durante el gobierno de Fernando de la Rúa recogió pruebas sobre bancos y empresas comprometidas con capitales de dudoso origen, como narcotráfico, evasión impositiva y delitos vinculados al lavado de dinero, dentro y fuera del país. Integraban esa comisión entre otros la por aquel entonces diputada peronista Cristina Kirchner, por cuanto hoy le sería imposible a la primera mandataria desconocer los antecedentes de este caso. En el informe que presentó aquella comisión se mencionaba a un señor llamado Fernando Juan Castagno Schickendantz quien aparecía como miembro de ocho empresas sospechadas de lavado de dinero. Esta persona hoy figura al frente de Dusbel SA, la firma que se asoció a The Old Fund para controlar Ciccone. Son en concreto dos hombres de nacionalidad uruguaya, Fernando Juan Castagno Schickendantz y Janine Gómez Suárez, quienes aparecen como los socios fundadores de Dusbel SA, la firma que, según el presidente de The Old Fund, Alejandro Vandenbroele, ingresó un año y medio atrás en la nueva Ciccone. Los documentos presentados por Vandenbroele en una escribana en octubre de 2010, indican que Dusbel SA adquirió el 50% de las acciones que hasta entonces monopolizaba el fondo holandés, Tierras International Investments que figura como ya disuelto en el Registro de Comercio de Amsterdam. Constituida en 2010 con un capital social de 400.000 pesos uruguayos o unos US$20.000 al tipo de cambio de entonces, el domicilio de Dusbel SA en Montevideo también muestra una singular característica, la oficina "D" del segundo piso de Circunvalación Durango 1492, frente a la plaza Zabala, se repite en por lo menos otras quince sociedades comerciales registradas durante los últimos años. Para ingresar en la madeja societaria de la nueva Ciccone, Dusbel SA dio pasos cuanto menos controversiales respecto al cumplimiento de varias resoluciones de la Inspección General de Justicia. En la resolución número 7/2005, se estipula para la inscripciones societarias que los aportes realizados deben declarar el origen de los fondos, en este caso unos $2,4 millones cuyo origen no detalló, e igualmente logró que la Inspección General de Justicia IGJ aceptara su ingreso dentro de The Old Fund SA sin siquiera estar radicada en el país. Los apoderados legales de Dusbel SA sólo iniciaron de manera formal su radicación en el país, como trámite especial, el 17 de junio de 2011, casi ocho meses después de su irrupción en The Old Fund. Lo hicieron ante la Dirección de Personas Jurídicas bonaerense, como consta en su legajo 1/184530, y porque en la provincia, porque al radicarse en el país, la compañía fijó su domicilio social en la calle Davel 2345 de Longchamps, en el partido de Almirante Brown, a sólo unas cuadras de donde vive Carlos Schneider, el jubilado de 75 años de la marina mercante que aparece como representante legal del otro controlante de The Old Fund, Tierras International Investments, el fondo holandés ya disuelto. De este modo, la nueva Ciccone completó su transformación. Controlada durante décadas por la familia de Nicolás y Héctor Ciccone. Vandenbroele posee hoy el 70% de las acciones a través de The Old Fund, pero quién retiene el 30% restante de las acciones, eso todavía se desconoce.