Cristina Kirchner se refería a los correos
electrónicos que circularon por esos días en donde se presagiaba que por orden
del viceministro de Economía el Gobierno estaba trabajando en un nuevo
corralito financiero, supuestamente para conseguir fondos que financien a la
petrolera YPF, ahora bajo conducción estatal. La Presidenta aseguró: "Son
ustedes responsables de los tiempos que vienen. Nosotros estamos trabajando y
en algún momento vamos a tener que pasar la posta, les pido a todos los argentinos, de corazón, por sus hijos, basta de mala
onda y a laburar todos por la Argentina. El Gobierno no adoptará ninguna
medida ni reaccionará ante el súbito aumento del paralelo, el que esté
dispuesto a pagar cualquier cosa para comprar dólares que lo haga, ese era el
mensaje que transmitían al unísono tanto desde el Ministerio de Economía como
desde el Banco Central. Según la visión oficial, el incremento a casi $6 que
tuvo el billete en aquellas jornadas no tenia impacto en la economía, por lo
que no habría intervención para suavizar la suba ni mucho menos para impulsar
la baja. El mensaje del Gobierno buscaba ser contundente como cuando en el primer
trimestre del año, pusieron énfasis a las ya vigentes restricciones de la AFIP
para las compras de dólares que habían llegado casi los US$2.500 millones.
Sin embargo las amenazas no dieron resultado por
lo que el gobierno decidió aumentar drásticamente los controles, y por supuesto
negar que existen. Los fuertes controles de la AFIP y Gendarmería en el
microcentro, en el Once y en algunos barrios complican a los que buscan comprar
o vender divisas, lo que eleva todavía más el precio. Hoy la demanda de dólares
supera largamente la oferta, que sólo es provista por individuos o empresas que
tienen que salir a desahorrar en dólares para cubrir pagos en pesos. Las nuevas barreras buscan disminuir
el nivel de demanda, por lo que la mayor parte de ella, “insatisfecha”, se
vuelca al mercado paralelo, lo que explica por qué se produjo un gran salto de
casi el 20% durante mayo, tras haber rozado los $6. Este contexto de
nerviosismo que se vive en el mercado cambiario, sirve para entender cómo está impactando
negativamente en la Casa Rosada la disparada del tipo de cambio en el mercado
paralelo. Uno de los puntos que
aún se mantienen como una incógnita es qué sucederá con los créditos
hipotecarios en pesos que ha comenzado a ofrecer el gobierno nacional. Sucede que el Central tiene habilitada una ventanilla para que esas divisas que tienen un objeto específico, la compra de una vivienda puedan usarse para comprar dólares al tipo de cambio oficial. Sin embargo, si prospera la postura expresada por el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, para que se pesifiquen las operaciones inmobiliarias, no está claro si aquel que accede a un préstamo para compra de vivienda podrá seguir accediendo a las divisas que ofrece el Central a $4,47. Controles, o no la gente común seguirá refugiándose en el dólar conociendo solamente un poco de la historia económica de nuestro país en los últimos treinta años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario