Los coches fueron comprados por el Gobierno nacional a la empresa
china Changchun Railway Company, cuentan con aire acondicionado, circuito
cerrado de video y una capacidad de 172 pasajeros por unidad. Estos que están tirados
fueron los primeros en llegar de un supuesto total de nueve formaciones de
cinco vagones cada una, y cuya entrega se completaría antes de fin de año, costaron,
unos cien millones de dólares. Lo que describen como la única actividad que se
registra en torno a los dos trenes que llegaron desde China hace cuatro meses
para mejorar el servicio del subte y aún siguen amontonados en el puerto, es que
cada tanto aparece una persona de origen asiático, recorre los coches, los mira
de arriba abajo para asegurarse de que no falte nada, se sube por unos segundos
a cada uno y después se va, sin decir nada. Nadie sabe quién es, si un
supervisor si es un funcionario nacional pero aun así nadie pregunta. Desde que
desembarcaron el 12 de abril pasado, las diez unidades a estrenar que componen
las dos formaciones descansan en un depósito fiscal, en Dock Sud. Ciento veinte
días después del acto en el que el secretario de Transporte de la Nación,
Alejandro Ramos, anunció las incorporaciones, la concesionaria Metrovías retiró
de circulación veinte trenes de la ya sobrepasada red de subterráneos, porque,
según afirmó en un comunicado, no tiene el dinero para mantenerlos.
La línea D, que perdió cuatro vehículos, es la más afectada, y
desde la concesionaria metrovías aseguran que la flamante adquisición podría
usarse para ese trayecto sin necesidad de adaptación alguna. La idea original
era que reemplazaran a los centenarios vagones belgas que aún se usan en la
línea A, pero para eso sería necesario incorporar cerca del doble de unidades.
Entonces, considerando que llegaran todas las unidades supuestamente adquiridas
se liberarán, y se las destinaran a las lianas C, D, E o H, que tienen sistemas
compatibles. Desde la empresa aseguran que sólo falta que la Nación les dé la
autorización para llevarlos a los talleres para probar su funcionamiento y
ponerlos en circulación, sin embargo por el conflicto entre la Presidenta de la
nación y el jefe de gobierno porteño la empresa por ahora no podrá tocarlos.
Supuestamente el subte ya fue transferido por una ley nacional y las unidades
ya están pagas, así que es la Ciudad la que debe ir al depósito y llevárselas,
argumentan desde el gobierno pero desde la administración Macri, insisten en
que aún no aceptaron el traspaso pues el gobierno de la ciudad conoce muy bien
la situación financiera de la concesionaria, y lógicamente no tienen por qué
asumir la deuda que el gobierno nacional quiere a toda costa transferirle.
Quieren hacer que firmen el traspaso definitivo para comprometerlos y quedar
así libres de culpa y cargo, más considerando que sólo la puesta en
funcionamiento cuesta $20 millones contemplados en el presupuesto para este año
y según lo acordado debía haberlos puesto la Nación.
Pero mantenerlos guardados tampoco es gratis, ya
que guardar un vagón de unos 150 metros cúbicos cuesta cerca de US$600 diarios
más IVA. Por diez unidades, en el tiempo transcurrido, el monto ascendió a US$540
mil. El depósito Loginter no sólo alberga los nuevos coches chinos, hay allí también
18 vagones más que fueron comprados para las líneas de subte. Algunos incluso
están desde hace tanto tiempo que ya tienen grafitis en sus paredes. Nadie de la
Nación pudo confirmar su origen ni su uso. Tal vez, como las nuevas formaciones
chinas, se trate de otro negociado más de un gobierno con hechos de corrupción
de proporciones tan obvias que saltan a la vista de cualquiera. Mientras que ya
el pasaje mínimo en colectivo cuesta $2 para quienes no usen la tarjeta SUBE y
el tren $1,50, el tranvía de Puerto Madero seguirá costando sólo $1. Según la Secretaría de Transporte de la
Nación, el tranvía que circula por Alicia Moreau de Justo ya fue transferido a
la Ciudad junto con el subte mediante la Ley 26.740, en abril. Pero la
administración porteña asegura que es la Nación la que paga los subsidios,
entonces, ¿si la responsabilidad es por ley del gobierno porteño, porque la
nación sigue pagando los subsidios? Durante 2011, el exclusivo tranvía que
recorre sólo 16 cuadras de uno de los barrios más lujosos de la Ciudad se llevó
$900 mil mensuales en subsidios y solamente transportó 138.449 pasajeros en
todo el año.
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