La información de su
patrimonio fue entregada a la Oficina Anticorrupción un día antes del cierre
del plazo dispuesto por ley, ya que la oficina de personal de Presidencia envió
la documentación el viernes a última hora, lo que dilató un tiempo más su
acceso público. Curiosamente, esta situación se repitió con los principales
funcionarios de Gobierno, caso Boudou, Diego Bossio de la ANSES o Ricardo
Echegaray de la AFIP. De todos modos finalmente la presidenta Cristina
Fernández que heredó $31.637.916 de Néstor Kirchner, según consta en su
declaración jurada presentada ante la (OA). La presidenta consignó así la
sucesión de su fallecido marido que dividió en dos el patrimonio familiar, un
50% para ella y el resto para sus hijos, Máximo y Florencia. Por esa razón, en
términos totales, su riqueza descendió
de $70 millones, que el matrimonio declaraba en 2010, a $39.666.433. En
cambio, si se toma en cuenta que a la mandataria le correspondió la mitad de
los bienes de la pareja esto es, $35 millones su patrimonio entonces trepó un 14%. A pesar de que la
presentación corresponde a 2011, Cristina Kirchner mostró un cambio en sus
ahorros de este año se trata de la pesificación de su conocido plazo fijo en
dólares. En la Casa Rosada, la presidenta anunció la conversión de los U$S3.220.532
como ejemplo de la nueva política de ahorro forzoso en pesos propuesta por el
Gobierno.
Arengando también a su Gabinete
a que la imitara e incluso reprendió al senador Aníbal Fernández por haber
dicho, en un primer momento, que “el ahorraba en dólares porque se le cantaba”.
En su declaración, no sólo aclara que pesificó el plazo fijo completo incluyendo
la parte que heredo sino que hasta entregó fotocopias a la Oficina
Anticorrupción de los recibos de esa operación que convirtió los dólares en más
de $8 millones. Como sus dos hijos ya son mayores de edad no debe consignar más
su patrimonio. Hasta 2010, la mandataria tenía muy pocos bienes a título
personal, una casa en Río Gallegos, un departamento en Recoleta y su parte en
la Sociedad Los Sauces S.A., propietaria del hotel boutique que Cristina decoró
personalmente en El Calafate. El resto del patrimonio que completaba los $70
millones correspondía a Néstor Kirchner por lo que, terminada la sucesión, la
Presidenta heredó la mitad de cada una de las 25 propiedades que estaban a
nombre de su marido. Ese largo listado incluye los polémicos terrenos fiscales
comprados a $7,50 el m2, además del hotel y la casa particular de la familia en
Calafate. El año pasado, sumó una nueva inversión inmobiliaria en esa ciudad
turística y declaro mejoras en un local
de 16.289 m2 por un valor de $2.034.639. En el caso de los bienes
inmuebles se trata de valuaciones fiscales y no de mercado, si así fuera llevaría
esas cifras a números ampliamente superiores. Los negocios hoteleros siguen
siendo una de las bases de su economía familiar aun cuando la rentabilidad de
los mismos sea deficitaria.
Y al igual que en los
años anteriores consigna la permanencia de las sociedades propietarias de Los
Sauces y el Hotel Alto Calafate. También pasó a tener el 45% de las acciones de
COMSA y 49% de Hotesur. Sin embargo no constan en la declaración la compra de los
dos departamentos y las ocho cocheras en el exclusivo edificio Madero Center de
Puerto Madero, valuados en más de US$2 millones cada uno. Esto es así porque
esas adquisiciones están a nombre de Los Sauces S.A. y la ley no obliga a
detallar los bienes de cada sociedad en la declaración jurada aunque sí deben
consignar el capital de cada firma, por ello este aumento de capital por la
compra de los departamentos no se ve en la declaración jurada de la Presidenta.
En cuanto a los ingresos, la mandataria declaro un sueldo que se actualizó
durante el año pasado. En 2010 informó que cobraba casi $20 mil por mes, y en
2011 cobro $25.500 mensuales. En ese mismo rubro aparece la síntesis de la
sucesión de su marido al consignar $31 millones como declaratoria de herederos.
Ahí también consta que los alquileres de las propiedades familiares le devengaron casi $4 millones, una
cifra proporcionalmente menor al año anterior cuando el matrimonio consignó $10
millones. Y en el rubro automóviles, la presidenta solo declaró tener una Honda
CRV modelo 2009 que valuó en $82.800. Esto es lo que se conoce como
“redistribución de la riqueza” en un gobierno que sólo trabaja para el pueblo.
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