Actualmente ha roto todos los records luego de una racha descendente que había mostrado durante sólo unos pocos días, finalizando por encima de $6,20 el día viernes próximo pasado. No está claro aún si el Gobierno volverá a requerir de préstamos de otros bancos centrales de Europa para maquillar este descenso, tal como se hizo el año pasado. El ex presidente del BCRA Martín Redrado especuló hace un mes que en realidad esa ventanilla ya no estaría tan disponible, para la Argentina sobre todo luego de la expropiación del 51% de YPF a la española Repsol. En definitiva, de los tres canales principales de ingreso de dólares, hay uno solo que queda abierto, el comercial. El superávit de la balanza comercial acumulaba hasta julio US$8.300 millones y la propia Cristina Kirchner estimó que se superarán los US$10.000 millones registrados el año pasado, lamentablemente no tuvo en cuenta que sólo las últimas trece semanas las lluvias han sido incesantes. Una cosa es que la soja crezca como “yuyo”, nombre que le ha dado la Presidenta y otra muy distinta es que se encuentre bajo el agua. Otra vía de ingreso posible de dólares es la de la inversión directa, pero en los últimos tiempos se ha vuelto cada vez más escasa.
Y por último podríamos mencionar el turismo, que es el que más preocupa al Gobierno por estas horas, tras haber cerrado totalmente la posibilidad de comprar dólares para atesoramiento. Con las últimas resoluciones de la AFIP se busca perfeccionar el control de los que viajan para que no se produzcan abusos. Para otros, los más sensatos se trata de cerrar todavía más el grifo para disminuir al máximo posible la pérdida de dólares. Será ahora el ente recaudador el que termine determinando qué tipo de moneda se dará a los viajeros. De la lectura de los considerandos de la Resolución 3.356 surge claramente que podría entregar tanto dólares como la moneda del país de destino. Y ejemplifica con los casos de Uruguay (pesos uruguayos), Brasil (reales) o Paraguay (guaraníes). Está claro que la idea es, en realidad, no entregar más dólares a quienes viajan a países limítrofes, sumando además a destinos europeos. Según el delirio oficial, es creciente la cantidad de gente que compra dólares para turismo, pero que tiene en realidad el objetivo de especular. Esto es, compran los dólares por la ventanilla oficial y los venden en el paralelo, consiguiendo una ganancia superior al 35%. Resultaría imposible efectuar este arbitraje con guaraníes, sucres, pesos uruguayos, o reales por dar ejemplos. Mientras el gobierno insista en mantener un tipo de cambio que sólo le genera pérdidas, la población continuará entendiendo la mentira oculta detrás de todas las restricciones y sin duda continuará refugiándose en la moneda estadounidense.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario