Cristina Kirchner está determinada a profundizar un
manejo centralizado en la toma decisiones. Solo ella decide que, como, cuando y
donde y esta determinación ha provocado un malestar generalizado dentro de sus
colaboradores más cercanos. Según parece la suerte política de muchos de sus
ministros se juega minuto a minuto y lógicamente la situación abrió internas en el Gabinete, una suerte
de lucha por sobrevivir en el poder. La pelea hoy se focaliza en la cartera
económica, donde las internas son cada vez más duras entre Axel Kicillof,
Guillermo Moreno, Julio De Vido, Mercedes Marcó del Pont y Ricardo Echegaray. Como ejemplo están Moreno y De Vido quienes
ya cedieron espacios, a la espera de algún fallido de Kicillof. La dureza
de la Presidenta hacia sus funcionarios ha generado desgaste hasta en una de
sus más nuevas estrellas, Miguel Galuccio el petrolero que en la Quinta de
Olivos debió retractarse de sus ansias de renunciar a YPF al enterarse por el
Boletín Oficial de la sanción de un decreto sobre petróleo. Los estados
alterados son comunes a todos los funcionarios nadie queda afuera, Amado Boudou
también lo sufrió en carne propia, la fuerte desautorización de Cristina
Kirchner en la Bolsa de Comercio, donde la
Presidenta mencionó y ponderó en su discurso una decena de veces a Adelmo
Gabbi, el archienemigo del vicepresidente.
Amado Boudou intentó suavizar la situación con la carta
personal que le envió a Adelmo Gabbi, en donde habla del litigio judicial entre
ambos, pero le desea a Gabbi un venturoso futuro y lo hizo solo porque el
vicepresidente ya conocía la decisión judicial de desestimar su denuncia contra Gabbi por falta de pruebas e
inconsistencia, al igual que ocurrió con la acción contra Esteban Righi. El
escándalo de la ex Ciccone quema en el seno del Gobierno y por eso se planteo
como prioritaria la declaración de utilidad pública la fabricación de papel
moneda y con ello la estatización, para cerrar el caso y cubrir a Boudou. Fue
en un principio una sugerencia de Julio Alak que concluyo desempolvando e
impulsó hasta el final el secretario de legal técnica de la nación, Carlos
Zannini. Con mucha satisfacción el titular de la agencia recaudadora AFIP, Ricardo
Echegaray también se sintió aliviado, porque vio en su reciente imputación judicial, aquella de la cual le había
advertido hace meses la Presidenta, a fin del verano cuando el jefe de
la AFIP aceptó que a pedido de Boudou, se le dieran beneficios excepcionales a
la ex Ciccone. Echegaray mostró la nota,
incriminando al vicepresidente. Esa conferencia de prensa irritó tanto a
la Presidenta, que en la intimidad se lo reprochó a el titular de la AFIP y el
se defendió y le dijo “Presidenta, no
podemos quedar pegados todos con estas imprudencias”, Cristina lo miró y
preguntó, ¿Y quién te asegura que vos
no vas a ir preso? Sin embargo esta situación procesal como todas se verá
diluida en el tiempo así como la causa entera. Echegaray tiene aparte fuego
cruzado por su desprolija instrumentación del corralito cambiario que habilitó
las críticas de Kicillof y de Moreno.
Por su parte el secretario de Comercio está en una
feroz interna con Kicillof y lo dice en sus habituales reuniones con
empresarios. También Moreno sostiene que hay diferencias ideológicas de fondo
entre ambos, así el afirma que en el
Gobierno conviven tres ideas económicas, la liberal desarrollista que
encarnan Boudou y Marcó del Pont, la comunista estatista de Kicillof y la mía,
que es auténticamente peronista. Y según entiende él es quien le lleva a la Presidenta resultados,
como el actual superávit comercial. Kicillof está al tanto de los ataques y por
eso avanzó contra el secretario de Comercio. Considera que sólo actúa sobre las
formas y nunca va a resolver las causas
del problema y además lo cuestiona por la inflación. El viceministro
pidió información sobre las relaciones de Moreno con el Mercado Central y el
negocio de La Salada. Quiere conocer si
de ahí surgen fondos no transparentes para financiar la estructura política y
de choque que tiene el secretario de Comercio. En el Gobierno se conoce
que hay informes de la SIDE en los que se menciona la existencia de favores financieros trascendentes a cambio de
protección política para expandir los negocios que son ilegales y no
superarían una simple inspección de la AFIP. Moreno ya llevó a esos empresarios a Angola y los convocará para otra
inminente misión a Brasil.
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