Reglas básicas de sentido común,
nos enseñan que cuando somos invitados en casa ajena resulta impropio por
ejemplo hablar mal del dueño de casa, sin embargo Cristina lo hizo. Hay “un
cierto grado de inflación”, pero no aquel que algunos publican, respondía de muy mal modo la
mandataria a un estudiante estadounidense en la tanda de preguntas durante su
disertación en la Universidad de Georgetown. Cristina Kirchner realizó una fuerte defensa de las estadísticas del
INDEC y aseguró que si la inflación fuera de 25% el país estallaría por los
aires aseguró que el modelo del Gobierno no tiene metas de inflación
sino de crecimiento y consideró que si la inflación fuese del 25%, no se
explica cómo la economía creció 9%. Un número que en realidad no existe,
Argentina en lo que va del año no ha crecido ni la mitad. En su derrotero de
estupideces aquel día crítico los datos de la economía norteamericana, de
mentir respecto de su inflación y se
preguntó por qué hay tantas críticas y descreimiento sobre la pauta de
inflación que oficializa la Argentina cuando el gobierno de Barack Obama dice
que sólo registra un 2% anual y eso es "imposible de creer" con
semejante expansión monetaria, dijo. Y finalmente acusó a los estados
unidos de controlar las políticas del FMI. Luego de criticar al dueño de casa
se le ocurrió decir que a la sociedad Argentina era culturalmente dependiente del dólar, y se quejó de que en la mayoría de los países todas las
transacciones comerciales se realizan en las monedas de origen de esas
naciones, mientras que en la Argentina se realizan en divisas estadounidenses. Lo
cual por supuesto debe entenderse como otra locura si consideramos que la
moneda norteamericana es sin duda la más fuerte del mundo.
En otra de sus ocurrencias explicó que después
de los Estados Unidos la Argentina era
el segundo país con más dólares del mundo y aseguró que en la actualidad
hay US$1700 por cada argentino, mientras que en Brasil, la sexta economía del
mundo hay apenas US$6 por persona. Nos encantaría emitir dólares, sería fantástico, pero lamentablemente no
emitimos, sostuvo, los únicos
dólares que ingresan al país son por el turismo, la balanza comercial y las inversiones
extranjeras directas, pero no dijo ¿Cuáles? Recordó también la década de
los 90 para destacar que todas las penurias económicas que está atravesando
Europa en la actualidad la Argentina ya las vivió en décadas pasadas y logró
salir adelante con reindustrialización y un mayor consumo. En Argentina se privatizó todo en los 90. Es
el único país que privatizó hasta su petróleo y su gas, dijo aunque se le
olvidó aclarar que como senadora por la provincia de Santa Cruz apoyo de todos
esos proyectos, e inclusive los impulso. Sostuvo que el país implosionó en 2001
porque llegó a tener una deuda del 160% de su Producto Bruto y una pobreza que
superaba al 40%, una realidad "similar" a lo que hoy se ve en Europa
agrego. También en este punto se le olvidó mencionar los datos de pobreza e
indigencia en la Argentina de hoy. Al inicio de la exposición, la mandataria
destacó como positivo el hecho de que los norteamericanos vuelvan a interesarse
en otros países, ya que consideró que tras la caída del Muro de Berlín y el fin
de la llamada Guerra Fría con la Unión Soviética, los estadounidenses se
retrajeron y perdieron interés en otros países, volviéndose hacia lo que pasaba
dentro de Estados Unidos.
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