Cabe aclarar que la negociación fue satisfactoria para el gremio ya que el grueso del incremento lo comienzan a percibir a retroactivo a enero ubicando el salario promedio de los trabajadores de Luz y Fuerza en unos $10.500. La presidente Cristina de Kirchner desde el principio estuvo decidida a frenar cualquier aumento superior al 22%. El acuerdo inusualmente celebrado por el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno es una muestra en este sentido. El Palacio de Hacienda analiza la estructura de costos de las empresas, información clave para detectar sus rentabilidades y así Moreno se ocupa de controlar que las empresas cumplan con el compromiso que asumieron en su oficina, al congelar los precios. También parece estar dispuesto a permitir las "importaciones" que sean necesarias de aquellos productos cuyos fabricantes no se encuadren en esta nueva política de no subir los precios, una clara señal que destruye la industria nacional y los puestos de empleo genuino. Todas las principales energéticas Edenor, Edesur, Transener, Transba, Edelap, Endesa Costanera y Central Dock Sud con sus titulares quienes dejaron sentado en un acta que "por la situación de las empresas" no podían acceder al aumento solicitado por la parte sindical. Dejando una vez más a los trabajadores de lado y solo ocupándose por encontrarse cerca del oficialismo. El resultado, al avalar el aumento infiere que las empresas recibirán auxilio financiero por parte de gobierno es decir, más subsidios. El haber logrado la firma de esta paritaria significa un logro para la Casa Rosada y también para la CGT Oficial. La paritaria de los trabajadores de Luz y Fuerza fue una de las primeras del año y ya desde diciembre pasado, Lescano, venía reclamando por una suba de los salarios superior al 27% sin tener una respuesta positiva.
Si bien las empresas distribuidoras de energía son privadas, es sabida las dificultades económicas que tienen por la combinación negativa de aumento de costos con congelamiento tarifario. El año pasado, el gremio obtuvo una recomposición salarial del orden del 25% en pagos escalonados y una suma fija adicional aunque no remunerativa. De las conversaciones previas con el viceministro de economía se había convenido efectuar un nuevo aumento de tarifas progresivo. Sería de una suma fija como lo fue el ajuste tarifario anunciado el año pasado que, cabe señalar, fue absorbido por el público sin mayores inconvenientes. En noviembre del 2012 el ministro de Planificación, Julio De Vido acompañado del viceministro de Economía, anunciaron una suba de las tarifas de luz y gas. Según explicitaron el 72% de los hogares iba a ver incrementada su tarifa eléctrica entre 4 y 10 pesos y en el caso del gas el 80% percibiría subas entre 4 y 20 pesos. En tanto, los grandes comercios, en caso de la luz tendrían aumentos de 300 pesos y 150 pesos para el gas. Sin embargo, en el medio, el Gobierno a través de la Secretaria de Comercio a cargo de Guillermo Moreno anunció un congelamiento de precios. La consecuencia inmediata fue que desde el Palacio de Hacienda frenaron esta iniciativa provocando que se paralizaran las negociaciones salariales.
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