Etchebarne le aconsejaba a Boudou como preparar la instrumentación legal de esa operatoria pero sin hacer anuncios formales al respecto. Al realizar la defensa pública de la reapertura del canje el hoy vicepresidente utilizó casi las mismas palabras y argumentos que le había ofrecido Etchebarne, así fue que el 8 de abril de 2010 en el marco de una gira por Washington dijo: “Habrá un flujo fuerte de inversiones hacia el sector productivo que permitirá crear puestos de empleo de calidad”. Entonces, si un canje de deuda exitoso provocaría la vuelta de la Argentina a los mercados de crédito, potenciando así el financiamiento de la producción y a su vez crearía puestos de trabajo genuino, no se entiende ¿porque el modelo nacional popular sólo genera vagos cooptando voluntades a través de dadivas, o planes sociales? En fin esa será una buena respuesta pero para otro artículo. Volviendo al tema principal, la sucesión de los hechos demuestra que las comunicaciones mantenidas entre Etchebarne y Boudou, eran muy fluidas. El titular de Arcadia era muy claro respecto de su principal objetivo. El 4 de agosto del 2009, le dijo al vice que tenía que tener preparadas las reglas del canje para que el proceso se hiciera más rápido una vez anunciado públicamente. El hábil consultor le hizo saber al ministro que creía que podía ser inconveniente no tener preparado el canje cuando el Gobierno se decidiera sobre este punto. En alguna ocasión le expresó que lo importante era tener todo preparado con suficiente anticipación. El mismo día, de agosto del 2009, Etchebarne envió al Ministerio de Economía dos estudios sobre el impacto que el canje de la deuda provocaría en los mercados del mundo, y también en la economía local. Entre otras consideraciones, explicaba que entre algunas de las ventajas se encontraba la posibilidad de bajar el riesgo país y la inminente renegociación de la deuda con el Club de París a partir de lanzamiento del canje.
Lógicamente el consultor también le dio información a Boudou sobre los bonistas, y concretamente le comentó que aceptarían una oferta menor a la que el Gobierno les había hecho en el 2005, datos fundamentales para la decisión que debía tomar el por entonces ministro de economía. Ese año, 2009 ambos habían mantenido aparte reuniones privadas con autoridades de los bancos que motorizarían el canje. Originalmente esta denuncia sobre el canje de la deuda del 2010 y sus vínculos con Boudou fue realizada en el Congreso por el diputado Claudio Lozano y el legislador Fernando Solanas la llevó a la Justicia. Casi de inmediato cuando se conoció que Boudou había sido imputado en la causa Arcadia, Etchebarne realizó un descargo en los medios y apuntó al diputado Lozano. Las denuncias de Lozano son, además de falsas, absurdas, dijo, y agregó que Arcadia y Barclays, el banco asesoraron en EE.UU. a un grupo de inversores institucionales, regulados por la SEC, que aprobó la transacción. Etchebarne también especificó que el Gobierno había contratado para esta operatoria a los bancos Barclays, Deutsche y Citi en septiembre del 2008, cuando Boudou aún no estaba al frente del Ministerio de Economía. Obviamente la desmentida de Etchebarne reafirma la denuncia. Cuando se realizó el canje de la deuda en el 2010, Arcadia Advisors tenía como socios a Etchebarne y a Emilio Ocampo. La compañía participó de los canjes de deuda de las provincias de Formosa, Mendoza, San Juan y Buenos Aires. ¿Quiénes eran los dueños de los títulos de la deuda que se beneficiaron con el canje del 2010? El Gobierno debería informar sobre la cuestión, lo que permitirá indagar sobre el posible vínculo de esos beneficiarios con funcionarios aunque aún no lo ha hecho. Una de las primeras medidas de prueba que pidió el fiscal de la causa Deuda, Di Lello, fue precisamente esa, quiere saber quiénes son los bonistas que entraron al canje impulsado por Boudou y por sus amigos de Arcadia.
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