Permaneció prófugo durante una semana pero Ricardo Jaime reapareció, el ex funcionario
procesado en cinco causas judiciales e investigado en otras quince, si volvió. Faltaban
minutos para las 10 de la mañana, cuando acompañado por su abogado Marcelo
Brito, el ex secretario de Transportes de los gobiernos de Néstor y Cristina
Kirchner finalmente apareció. Llegó al edificio del Tribunal Oral Federal Nº2,
en el barrio estudiantil Nueva Córdoba, para cumplir un trámite formal, fijar
su domicilio legal. En la puerta del Tribunal, el ex funcionario insolitamente se
quejó del tratamiento de la prensa sobre su fuga y posterior búsqueda. Este
señor dijo, “me parecen tan burdos esos comentarios que insinuaban si Jaime hablara”, yo no tengo nada que decir
y dejo que la Justicia actúe libremente. El recibió la eximición de prisión por parte de la Justicia Federal cordobesa
pagó una fianza de $200 mil, “algo raro para una persona que dejo la función pública
declarando un patrimonio casi rozando la pobreza”, y un día antes había sido
beneficiado por la Justicia porteña, que criticó la orden de detención que había
librado el juez Claudio Bonadio en el mes de julio. Jaime pasó en total una
semana prófugo de la Justicia,
aunque él se negó a admitirlo, y acotó que no correspondía que dijera dónde se ocultó esos días.
Lo próximo en este caso será cuando el
Tribunal Oral de Córdoba juzgue a Jaime por sustracción de documentación destinada a servir de prueba en grado
de tentativa. Es porque se lo acusa de haber robado un taco con tarjetas
personales que lo sindicaban como “Director Ejecutivo” de Cerro Motos, empresa
en la que hasta 2008 trabajó Santiago de Vido, hijo del ministro de
Planificación Federal, Julio de Vido, lo que está claro es que no fue en grado
de tentativa, porque de hecho las robo. La Policía Federal se quedó con el
material durante el allanamiento en Carlos Paz, pero finalmente esas tarjetas
secuestradas desaparecieron casualmente cuando eran transportadas a Capital
Federal. El trámite duró apenas unos minutos, pero el verdadero show ocurrió en
la puerta de del Tribunal, donde el ex funcionario dio su versión de lo
ocurrido los días, en los que hasta llegó a ser buscado por Interpol. Siempre me ajusto a derecho, dijo el
ex funcionario y siguió, “Hasta que no se resolviera lo de la Cámara no nos íbamos a presentar porque era una
medida arbitraria”, un verdadero caradura. Tras salir de Tribunales, el
ex secretario de Transporte procesado en la causa del accidente ferroviario de
Once explicó, que acababan de hacer el trámite como lo habían manifestado, “me
iba a presentar apenas me notificaran” dijo, y se fue. Después y por consejo de
su abogado, Jaime le dio una entrevista a la radio cordobesa Cadena 3, donde volvió
a mencionar su frase preferida, “Soy un militante político y dejo que la
Justicia actúe libremente”, la misma que dijo en octubre de 2010 cuando lo notificaron
de la acusación.
Además, Jaime aclaró con un espantoso descaro que, no
existen esas 20 causas a las que se hace referencia, lo cual es irrelevante
solamente con saber que está sindicado como uno de los asesinos del accidente
que dejó 51 vidas resulta más que suficiente. Si ustedes quieren hablar de eso
pueden hablar, no me molesta dijo, y luego aclaro que sólo son siete causas que están en trámite,
pero no es así ya que las siete causas a las que se refiere son las que están
elevadas a juicio oral. Lo que representa una gran diferencia. Después volvió a
negar el haber estado prófugo: “Esa
palabra no corresponde”, dijo. Sin embargo aunque no le guste Jaime
estuvo prófugo de la Justicia Federal porteña y cordobesa durante una semana, hasta
que se levantó su búsqueda. Inclusive escondiéndose como una rata de Interpol
con la “cédula roja” de
prioridad. Al ser consultado acerca de dónde estuvo
mientras era buscado, Jaime aseguró, que había permanecido por supuesto en Argentina y que nunca tomaría
alguna decisión contraria a la que dicte la justicia.
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