septiembre 27, 2013

LA DEKADA GANADA

La Presidenta ha definido al país días atrás como un buen pagador, es mas como un pagador serial lo que suena algo excesivo aun para la década ganada. La Argentina sigue en default con el Club de París, mantiene un pleito con Repsol por la expropiación de YPF que llegado el momento deberá afrontar y varios juicios con sentencias adversas en el Ciadi del Banco Mundial, más el que existe con el fondo NML Elliot de final cercano y muy previsible. Según la Presidenta, también podría afirmarse que el mundo está lleno de pagadores seriales, pues salvo contadísimas excepciones todos los países andan al día con sus deudas. Sencillamente, porque conocen los costos que acarrea un default. Y si la cuestión son los compromisos cumplidos, el que en realidad se ha revelado como un buen pagador es el Banco Central, solo que a costa de las reservas. Desde 2010 y sólo por el Fondo de Desendeudamiento, el Gobierno le sacó alrededor de US$ 28.000 millones para cumplir con acreedores privados. Pero eso es apenas una parte, la montaña de títulos públicos en dólares acumulada en el Central alcanza a unos US$ 38.000 millones.

Sumada a los adelantos transitorios, que financian gastos del Estado, que se han transformado en moneda corriente también estas obligaciones del Tesoro Nacional, han sumado por lo menos unos US$65.000 millones. Así, la entidad carga con el 35% de la deuda pública, un porcentaje que quedará chico a fin de año. Y más chico sí, con las actuales mayorías legislativas, Cristina Kirchner apura otro Fondo de Desendeudamiento. El mercado internacional, está cada vez más caro y lejano, hace tiempo que fue tachado de la agenda de alternativas, y la Presidenta interpreta que eso significaría someterse al capitalismo. Para la Casa Rosada todo comenzó con la historia del empréstito de la Baring Brothers, pactado cuando gobernaba Bernardino Rivadavia. La plata nunca llegó o llegó la mitad, según cuál sea el historiador, se evaporó en manos de los especuladores e hipotecó al país, desde entonces han pasado 189 años. Hoy exprimir al Central también forma parte del juego de gambetear problemas y patear la pelota para adelante. Lo que ya está a la vista es el deterioro patrimonial de la entidad. Y si hasta fines de 2015 no hay sacudones que tuerzan el rumbo, el problema recaerá sobre quienes sucedan a la reina madre. Haber expuesto al BCRA de tal manera es un problema serio, aunque todo sea en nombre del falso desendeudamiento que las propias cifras oficiales desmienten. Ahora bien, en lo que refiere al tema de los fondos queda claro que todos sabíamos que la última sentencia de la Cámara de Apelaciones iba a ser desfavorable, y todo se reducía a conocer cuán mala sería, y salió de la peor manera. Sin embargo para el gobierno todo se trataba de una campaña en su contra, y que somos víctimas de los fondos buitre, anti argentina.

Entonces la Presidenta le pide a Dios que ilumine a la Corte Suprema de Estados Unidos para que dé vuelta todo a favor de los artífices de la década ganada. El caso NML Elliot está perdido y sólo falta enterarse de las secuelas. La lista de secuelas y consecuencias es tan vasta como cada cual quiera imaginarla. Desde la crisis energética, la pérdida de reservas y la monumental y sospechosa cuenta de subsidios hasta el proceso inflacionario, la desarticulación del INDEC y el rojo en las finanzas públicas  El mundo le ha cerrado el crédito a la Argentina, con argumentos técnicos, pero en el fondo se nos juzga por la falta absoluta de transparencia en las reglas de juego. Falta agregar un dato nada despreciable en el BID los problemas no llegan a semejantes alturas, pero las votaciones a favor del país son cada vez más ajustadas. “Hoy estamos 51% contra 49%”. Pedalear dificultades, no asumir errores y menos corregirlos, ir al choque en cada lugar y si es preciso, pasar todo por el filtro de las teorías conspirativas, son mecanismos habituales en el hermético mini universo de Cristina.

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