mayo 15, 2009

CONFEDERACION GENERAL DEL TRABAJO

Cuando las columnas sindicales empezaban a avanzar hacia la avenida 9 de Julio, se hicieron presentes, en el palco montado por la CGT, representantes de la Secretaría de Inteligencia. ¿La intención?, querían consultar a los organizadores qué arteria sería posible abrir para que pudiera acceder el vehículo que trasladaría al lugar a Néstor Kirchner. Fue el encargado de la seguridad del acto y mano derecha de Moyano, Jorge Omar Viviani, quien desalentó esa posibilidad ante los emisarios. Moyano llamo a Kirchner y le expreso su desacuerdo. Otro dirigente de estrecha confianza de Moyano fue terminante, "Una cosa es que organicemos un acto donde se mencionen las conquistas obtenidas por los gobiernos de Néstor y de Cristina Kirchner, y otra es que Néstor se quiera apoderar del acto. No hay que mezclar los tantos. Esta era una movilización sindical por el Día del Trabajo. La vinculación de Moyano con Kirchner estaba dada de antemano, por las concesiones que aquel recibió como jefe del gremio de los camioneros y por su puesto de relevancia en el PJ, en el que ejerce como vicepresidente segundo en el orden nacional. Fiel a su estilo, Hugo Moyano traduciría en un reclamo sigiloso el cerrado apoyo público que le dio al proyecto político de Néstor Kirchner ante los miles de manifestantes. En las horas que siguieron al acto redoblaría la presión hasta lograr que en las listas electorales del PJ incluyeran a representantes sindicales.

Aunque se dijo que no se quiso vincular al acto con el Gobierno lo que fue imposible por el público y por el explicito respaldo de Moyano, en realidad, los organizadores pretendían cuidar las formas y que ningún dirigente del oficialismo subiera al palco, a excepción del consejo directivo de la CGT. Por eso, al diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel se le dijo sutilmente que mirara el acto desde abajo. Eso no mortificó al legislador, quien tuvo que explicar su presencia con un argumento de libro, “vengo aquí para expresar mi solidaridad y reconocimiento con la CGT debido a su coherencia, firmeza, pero también prudencia frente a los reclamos de la sociedad argentina" dijo. Más allá de eso, a los sindicalistas les interesó destacar su poder de movilización. Al recorrer las calles, quedó claro quiénes se comprometieron más con la marcha. La magnitud de la movilización se podía medir por las calles ocupadas por los ómnibus que trajeron a la gente. Sólo desde la provincia de Entre Ríos vinieron 15 micros; desde San Juan llegaron 4, y desde la Pampa, media docena.

El líder de la CGT aspiraba ubicar a dirigentes de su confianza no sólo en los lugares expectantes para llegar al Congreso, sino también en las boletas para legisladores provinciales y para concejales de grandes municipios. Como sea, Moyano está decidido a consolidar su poder e incluso le entusiasma mucho y se ilusiona con ser candidato a gobernador bonaerense en 2011. No hubo medias tintas en su apoyo al "gobierno nacional y popular". Y a la hora de hacerlo dijo: Necesitamos el voto de los trabajadores para continuar un proyecto de Nación que encarna Cristina Kirchner. Moyano expresó que la convocatoria tenía como eje defender un modelo económico nacional y popular que ha permitido a los trabajadores salir de la miseria que produjeron las políticas económicas de los 90. A la manera de un jefe de campaña de Kirchner, pidió que no se discutiera la forma de conducir un gobierno, enfatizando que no había que permitir que las conquistas de los últimos tiempos, fueran arrebatadas? Con un estilo llamativamente similar al de Kirchner, Moyano destacó los logros que el jefe del PJ viene puntualizando en sus discursos.

Después de enumerar los pedidos sindicales resueltos por el Gobierno (desde la vigencia de las paritarias, la convocatoria al consejo del salario mínimo y el sistema de actualización salarial jubilatoria, hasta la eliminación de las AFJP), el camionero reclamó a los empresarios actuar con la responsabilidad. No faltó la crítica de Moyano a los medios de comunicación como lo hace su jefe, y dijo que los trabajadores deben tener la claridad suficiente para que el bombardeo permanente de algunos medios de comunicación no los confunda. Aunque pese a semejante alineamiento, no usó el argumento de los Kirchner sobre el "riesgo institucional" que implicaría una derrota del Gobierno. Lo curioso de este nefasto personaje líder sindicalista desde hace más de dos décadas, es que recuerde tan mal la era del ex presidente Menem, durante la que se lleno sus bolsillos al igual que lo hace hoy.

No hay comentarios.: