junio 26, 2009

EL MANEJO DE FONDOS

El particular criterio de distribución de los aportes extraordinarios para los partidos políticos a cargo de la Dirección Nacional Electoral que depende del Ministerio del Interior, ha mostrado en estas elecciones, una vez más la discrecionalidad del manejo de los fondo que utiliza el gobierno nacional. Aparentemente la situación es mas o menos así, primero están los amigos, inmediatamente después aparecen los siempre valiosos aliados y, por último, allá bien lejos, los adversarios de ayer, hoy y de siempre. Más de $ 1 millón le fueron otorgados en los últimos cuatro años al Partido Intransigente (PI), que en las últimas tres elecciones se sumó al kirchnerismo y que ha desapareció de hecho hace largo rato del mapa político nacional; $ 80.000 remitidos el año último al desconocido partido Compromiso Riojano, que tiene 760 afiliados y cuyo presidente, Carlos Chacón, es un antiguo funcionario de la Jefatura de Gabinete; otros $ 130.000 otorgados en los últimos meses al Partido Federal, cuyo presidente en Mendoza, Adolfo Innocente, que de inocente precisamente no tiene nada, ya que fue aliado al cobismo y hoy apoya al kirchnerismo provincial con una lista colectora.

Estas curiosidades que surgen de las planillas que la propia Dirección Electoral publica año tras año en la Web, y que no responderían, por cierto, al criterio igualitario de distribución de los fondos extraordinarios para la realización de actividades específicas, como congresos o convenciones, a pedido de los propios partidos políticos. El director nacional electoral, Alejandro Tulio, defendió la distribución oficial de los fondos para los partidos políticos, luego de un fallo de la Cámara Nacional Electoral que criticó duramente el criterio usado por el Gobierno. La Cámara hizo lugar a un amparo de ARI, el partido fundado por Elisa Carrió, por reclamos de fondos sin respuesta, e intimó al Poder Ejecutivo a que explique cómo reparte los aportes extraordinarios que el Ministerio del Interior puede entregar a las agrupaciones. Parece que el criterio utilizado para la distribución era la cantidad de afiliados de cada partido. Pero haciendo un repaso por los números oficiales, se abre margen para las suspicacias, y al revisar la entrega de los fondos extraordinarios que representan el 20% del Fondo Partidario Permanente que la ley vigente establece como obligatorio, esta asignación totaliza unos $4 millones por año.

La diferencia en la entrega de fondos entre el PJ, que tiene 3,5 millones de afiliados, y la UCR, que oficialmente tiene 1 millón menos, se hizo notoria durante 2009. El peronismo que preside Néstor Kirchner recibió $ 600.000 durante este año, mientras el radicalismo obtuvo poco más de una cuarta parte, $ 180.000, ¿pero como se realizo el calculo? No dependía de la cantidad de afiliados. Dirigentes radicales intentaron, en abril sin éxito, que el oficialismo les adelantara $ 100.000 para la realización de la convención partidaria de Mar del Plata, en la que se aprobó la unidad de la UCR con la Coalición Cívica y el socialismo. Mientras los opositores ARI y Pro tramitaron la entrega de $ 50.000 cada uno, modestos aliados del Gobierno como el Frente Grande, el Partido Federal mendocino, el PI, la Concertación Plural y el Partido Laborista sumaron en total $ 310.000. ¿Casualidad? ¿Algún error administrativo? La respuesta es clara, el Gobierno ha mentido en sus explicaciones, los recursos extraordinarios han sido usados de manera arbitraria para beneficiar al PJ y sus aliados punto. El criterio de la cantidad de afiliados como argumento choca con datos oficiales. El PI, fundado por Oscar Alende en los años 70 y que llegó a ser tercera fuerza nacional, tiene hoy poco más de 57.000 afiliados, según la Cámara Nacional Electoral. Después de romper su alianza con ARI en 2003, no volvió a presentar listas propias y se incorporó al Frente para la Victoria, por lo que calcular la cantidad de votos obtenidos se hace imposible.

El Partido Intransigente no tiene legisladores nacionales ni representación en ningún Ejecutivo provincial. Si se comparan sus asignaciones de recursos con ARI, que tiene 10.000 afiliados menos, la diferencia es enorme: en 2005, ARI recibió $ 40.000 y el PI, 185.000; en 2007, ARI recibió sólo $ 10.000 y el PI $ 461.000. Partidos con similar cantidad de afiliados se mostraron sorprendidos por la curiosa forma de distribución de los fondos oficiales. Pero lo raro es que no hayan hecho las presentaciones judiciales de antemano sabiendo como se maneja el gobierno nacional.

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