junio 16, 2009

LOS PLANES DE CREDITO AUTOMOTOR

Medio año pasó desde el primer anuncio efectuado por la presidenta Cristina Kirchner apenas se concretaron el 5,2 por ciento de las 100.000 operaciones que, como mínimo, se pretendían alcanzar con la iniciativa en el primer año. El plan del Gobierno para impulsar la venta de autos ya cuenta por lo menos con diez lanzamientos, en los que se comunicaron datos a veces complementarios y, otras veces, directamente opuestos. Vino el anuncio, luego la aclaración, más tarde la rectificación y, entonces, la ampliación. Discursos, publicidades, comunicados. Requisitos estrictos al principio que dieron lugar a condiciones más amplias al final. Listas de modelos cortas, medianas y largas. Una línea de financiamiento, o tres o cinco. Ese 5,2% es decir de esos 5220 autos, cuya financiación fue efectivamente aprobada por la Administración Nacional de la Seguridad Social (según datos oficiales hasta el 10 de este mes), apenas el 0,85% del total de estos vehículos se vendieron. La decepción del empresariado Argentino es aun más fuerte porque el plan para sostener la industria automotriz fue después de la obra pública la iniciativa anticrisis a la cual el gobierno nacional decidió inyectarle más recursos estatales.

El 4 de diciembre pasado, la Presidenta convocó a ministros, gobernadores, empresarios y sindicalistas para presentarles el paquete de $13.200 millones, hasta entonces en manos de la Anses, que serían destinados a mitigar el parate económico. De ellos, $3100 millones serían para incentivar la compra de autos y favorecer la llegada al 0 km de quienes hasta ahora no podían, y $650 millones para financiar la venta de utilitarios y camiones. Nueve anuncios más tarde, el plan ya no está más y casi la totalidad de esos fondos prometidos siguen en manos del Estado. El propio director de la Anses, Amado Boudou, dijo que hasta ahora apenas se han podido inyectar solo $164 millones en la industria automotriz. Como analista de créditos, puedo decir dos cosas; El plan conceptualmente, tazas, plazos, relación cuota ingreso etc., es bueno. Pero si se tardan seis meses en terminar de confeccionar algo tan sencillo en el medio hay algo que falla. La implementación fue mala y lenta; por lógica algo así no se puede remontar. Todo se complicó porque la Anses es un organismo que no estaba ni estará acostumbrado a este tipo de operaciones y fundamentalmente porque, al principio, el plan se lanzó sobre autos base, que nadie quería. Inclusive la idea original del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, era que las terminales pusieran en venta un auto barato para el peronista pobre, como el mismo califico al proyecto del gobierno.

Algunas empresas dicen que el plan le está funcionando bien en el interior, como Volkswagen, y otras dicen que no pasa nada, como Ford. Globalmente nadie se muestra muy entusiasmado, aunque eso sí, todos muy agradecidos. Las cifras de los financiamientos aprobados por la Anses hasta muestran que la automotriz alemana fue la más beneficiada, Volkwagen se quedó con el 34,4 por ciento del total, le siguen Peugeot-Citroën con el 30,2 por ciento y por otra parte, Ford, con el 7,7 por ciento, fue la segunda menos beneficiada. La lista la cierra la francesa Renault, que capturó sólo el 2,3 por ciento de los fondos. De todos modos, para las terminales locales resulta más significativo que la demanda brasileña siga alta a que el plan del Gobierno sume nuevos compradores. Sucede que el principal socio comercial del Mercosur es el mercado extranjero más relevante para las exportaciones automotrices locales. La industria aquí tiene el ojo puesto en lo que pasa en Brasil, y no en las miles de veces en las que el Gobierno anuncie planes de incentivo.

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