julio 22, 2009

LOS DESAFIOS DE BOUDOU

Pocas son las sorpresas dentro de las propuestas que el nuevo titular del Palacio de Hacienda, Amado Boudou, le ha presentado en los últimos días a Cristina Kirchner, considerando que la primera mandataria incluyó la política económica entre las materias de su diálogo, y obligó al ministro a tomar un poco más en serio su presentación y así comenzar a corregir las desviaciones de la administración en ese campo. La reforma del Indec, la reapertura de las negociaciones con la Mesa de Enlace del campo, la creación del Consejo Económico y Social, la incorporación de la oposición al control de la Anses, las limitaciones a los superpoderes y la reapertura oficial del canje de deuda para los tenedores de bonos en default (holdouts). Hay una medida más, que aunque pueda parecer simbólica, es una cuenta pendiente del propio Boudou; el posible desplazamiento de Guillermo Moreno de la Secretaría de Comercio. La barrera para las aspiraciones de Boudou no es técnica sino política. La Presidenta ya se golpeó el pecho mil veces y prometió un ambiente de diálogo otras tantas. Bastaría releer su discurso de asunción y así ver como tomó siempre el camino inverso. La palabra oficial está corroída en su credibilidad desde el minuto cero, y esto no cambiara es la forma de gobernar del matrimonio presidencial y punto. En consecuencia, sólo acciones muy contundentes podrán sacar a la opinión pública de su razonable escepticismo.

Las medidas de Boudou no integran un programa clásico. No fueron pensadas para corregir problemas como la inflación, la caída en el nivel de actividad, la recaudación declinante, la fuga de capitales o los desajustes en los precios relativos. Para esos males no hay remedios a la vista, al menos en el corto plazo. El ministro se conforma con que su gestión se limite a lograr una normalización institucional. Como si desde la Anses confiscatoria hubiera vuelto al liberalismo del CEMA. Boudou aspira, antes que nada, a liquidar el debate sobre los desaguisados que se cometen en el Indec. El ministro le sugirió a la Presidenta que no sólo debe conseguirse que las estadísticas vuelvan a ser confiables, sino que aparte hay que evitar una avalancha de pleitos por las manipulaciones que se realizaron hasta ahora. Lo cierto es que reformular el Indec es embestir contra Moreno, y Boudou habló de él con la Presidenta que le paso la pelota y le dijo simplemente "La decisión la tenés vos. Si no podés trabajar con Guillermo y querés sacarlo, hacelo". Pero el secretario lo desafía y aseguro, "Hay Moreno para rato". Aun así Boudou cuenta con un as en la manga, el sigiloso Julio De Vido, enfrentado con Moreno desde hace rato. De Vido habló de éste tema y de otras designaciones con Néstor Kirchner, y en síntesis: Boudou tiene habilitada la guillotina que se les había negado a Alberto Fernández, Martín Lousteau, Sergio Massa y al propio De Vido. La apertura de un nuevo ciclo de negociación con el campo es un paso al que obliga el calendario. Cristina Kirchner camina hacia una fecha dramática, el 24 de agosto vencerá la autorización que el Congreso le extiende al Ejecutivo para que haga uso de las facultades legislativas que se le delegaron desde 1853 hasta la sanción de la Constitución de 1994. Ese permiso, que se emite cada tres años, esta vez promete un debate tórrido.

Entre las facultades que las cámaras deben renovar o revocar a la Presidenta está la de fijar retenciones a las exportaciones, transferida al Ejecutivo en el artículo 755 del Código Aduanero. El restablecimiento del diálogo con el campo es una sugerencia que Boudou y De Vido le realizaron a la Presidenta, cada uno por su lado, después de la derrota. Boudou prevé también la negociación con los holdouts, para avanzar con las tratativas ya encaminadas deberá designar a los bancos Barclay´s, Citi y Deutsche para que, como agentes del canje, salgan a seducir a los bonistas que todavía no ofrecieron un arreglo. Otros temas serán, que la oposición integre el consejo previsto por la ley de estatización de los ahorros jubilatorios, por el cual en la Anses debe haber representantes de las principales bancadas legislativas, y la limitación a los superpoderes que el Congreso extendió al jefe de Gabinete para modificar partidas. La aventura de Boudou desafía antecedentes duros como rocas. Todos sus precursores fracasaron después de haber creído en ­las declamaciones modernizadoras de la Presidenta. El límite que se propone superar es muy visible, pretende modificar una manera de entender el poder, lo cual no será una tarea nada fácil.

2 comentarios:

Mariel dijo...

El problema radica en que si tocamos el Indec y su "particular" forma de obtener los índices...estamos en problemas con los bonos...con el cer...con el mundo...entonces: cómo solucionamos el punto en cuestión?
A mi modo de ver, como bien me dijo Ud, Moreno sería la punta del iceberg...más allá de lo cuestionable de su figura, la cuestión pasa por otro lado...y a Boudou o a quien ocupe ese lugar, le toca siempre bailar con la más fea...y resulta ser tan fea que la dejan y se retiran del baile...

Saludos!

BE&P Consulting dijo...

MUY, PERO MUY BUENA FRASE. DICHO DEL SABER POPULAR QUE EN ESTE CASO ES PARA NOSOTROS UNA CRUDA REALIDAD.
DE TODOS MODOS DEPENDERA DE COMO LE CAIGAN AL GOBIERNO LAS CRITICAS DE LA OPOSICIÓN Y COMO REACCIONE LA OPINION PUBLICA, SI TODOS ADMITEN ESTOS RIDICULOS ENROQUES SIN CAMBIO DE DIRECCION, CIERTAMENTE SEGUIREMOS BAILANDO CON LA MAS FEA.
SALUDOS