julio 29, 2009

RESUMEN DEL DIA EN QUE TODO CAMBIO

El mensaje de Zulemita Menem que llegaba desde la Clínica Bazterrica se convirtió en uno de los momentos clave de la madrugada del 17 de julio del año pasado, el ex presidente Carlos Menem, afectado por una neumonía que casi le impedía respirar, confirmaba su presencia para votar en contra de la resolución 125, lo que le permitiría al vicepresidente Julio Cobos desempatar en contra de los intereses del Gobierno y poner fin al debate por las retenciones móviles al campo. "Dice el papi que va a ir a votar, pero les pido que voten antes de las dos o dos y media porque no creo que aguante más” pedía Zulemita. Aquél fue uno de los tantos episodios, desconocidos hasta ahora, que forjaron el día en que el escenario político argentino cambió, para siempre, el día en el que se termino un estilo, el día en el que el kirchnerismo obtuvo su primer derrota política, un matrimonio que solo entiende que gobernar es sinónimo de mandar, pero el tiempo y los propios argentinos le demostraron a partir de ese día cuanto se han equivocado en su concepción. Producto de aquellos días de furia vieron la luz una serie de fenómenos impensados hasta apenas unos meses antes la irrupción de grupos piqueteros como fuerzas de choque oficialistas, el nacimiento de un nuevo peronismo disidente, la ruptura de la Concertación Plural con la que el kirchnerismo había ganado las elecciones presidenciales de 2007 y la aparición de las entidades rurales como actores políticos protagónicos.

Todo ese entramado terminó por cristalizarse tras una sesión de 16 horas, plagada de frenéticas negociaciones, de pequeños detalles que de haberse modificado en un ápice podrían haber derivado en otro final. Aquella batalla legislativa comenzó a definirse con anterioridad a la larga sesión senatorial. Por empezar el vicepresidente Cobos ya había hecho publicas declaraciones de que estaba en desacuerdo con la actitud del gobierno y a esto se sumaban por ejemplo, decisiones como la del miércoles 16 de julio, cuando el senador por Santiago del Estero Emilio Rached del Frente Cívico le comunicó al radical Gerardo Morales que votaría en contra del Gobierno. La balanza se emparejaba en 36 votos por bando. Hacía casi tres días que los radicales intentaban ubicar, sin éxito, al escurridizo santiagueño. Después, el propio Rached le confirmaba su voto a Cobos, que supo desde ese momento que su decisión sería determinante. Como el santiagueño, el vicepresidente decidió encerrarse en su despacho, rodeado por sus colaboradores más cercanos, su mujer y su hija, y cortar toda comunicación con el exterior. El presidente del bloque oficialista, Miguel Pichetto, se enteró casi al mismo tiempo y no tardó en trasladar la mala nueva al Gobierno. Su interlocutor fue el entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que no podía creer lo que escuchaba ya el gobernador santiagueño, Gerardo Zamora, le había jurado unos minutos antes que Rached votaría con el Gobierno, aunque admitía que no le respondía sus llamadas.

Sin embargo, el PJ sólo se aseguró su voto número 36 cerca de las 20hs, cuando el catamarqueño Ramón Saadi ingresó al Senado con el nombramiento de su hermana Alicia en el Banco Nación asegurado. A partir de entonces, las negociaciones alcanzaron un ritmo frenético. Agobiado con el peso del desempate, Cobos intento gestionar ante los jefes de bloque, el radical, Ernesto Sanz, y Pichetto, un cuarto intermedio, pero la propuesta fue rechazada de plano. Pasada la medianoche Pichetto ya había recibido la orden de Cristina Kirchner: "Se vota, que cada uno asuma sus responsabilidades". Por su parte, Sanz sabía que cualquier postergación le daría al kirchnerismo un tiempo precioso para arrebatarle los votos. Poco después apareció Carlos Menem, y al oficialismo sólo le quedó una última negociación. La tarea quedó a cargo del presidente provisional del Senado José Pampuro (PJ) fue a pedir a Cobos que votara con el Gobierno, primero, y que se retirara para poder desempatar él, después. El fracaso de la propuesta oficialista llegó a oídos de Néstor Kirchner, que desde la quinta de Olivos taladraba los oídos de Pampuro desesperado por obtener respuestas. El hombre está decidido, dice que no votará a favor, fue el último mensaje del senador antes de cerrar el celular y sentarse en la banca. A su lado, Pichetto daba su discurso de cierre apelando a citas bíblicas para recordar la traición de Judas a Jesús. Poco después, a las 4.15 de la madrugada del 17 de julio, el tablero marcó el empate definitivo y dio paso al voto "no positivo" de Julio Cobos. Se cerraba así el día en que todo cambió en la historia política Argentina.

3 comentarios:

Mariel dijo...

Que la historia me juzgue...una frase que quedará en los anales del País...
Pero, más allá del voto decisivo de Cobos, están quienes también se "jugaron" y dieron su apoyo al campo...apoyo al país en realidad...

A veces me planteo, qué hubiera pasado si ese día nada hubiera cambiado...dónde estaríamos hoy? qué piensa Ud al respecto...

Saludos!

BE&P Consulting dijo...

DONDE,Y EN LA PEOR DE LAS CRISIS, Y EN EL PEOR ESCENARIO MUNDIAL. LOS PRODUCTORES HUBIERAN DEJADO LITERALMENTE DE CULTIVAR, DIFICILMENTE SE UBIERA PODIDO ABASTECER LA MESA DE LOS PROPIOS ARGENTINOS,Y LA SECA DEL SEGUNDO SEMESTRE HUBIERA TERMINADO CON UN ESTALLIDO SOCIAL, AUN MAS GRAVE Q EL DE 2001.
POR OTRA PARTE EL INGRESO FISCAL PRIMARIO ESTARIA MUCHO MAS COMPROMETIDO DE LO Q ESTA, Y NO HUBIERAN ALCAZADO NI LAS AFJP NI LAS RESERVAS DEL CENTRAL Y PODRIA SEGUIR ENUMERANDO, PERO PARA Q.

SALUDOS.

BE&P Consulting dijo...

PERDON, FALTA UNA H Y UNA N. ESO ES POR NO RELEER LO Q SE ESCRIBE.
ESPERO ME DISCULPE.