julio 24, 2009

UNA POSIBLE SOLUCION

Afuera, la crisis parece haber encontrado un piso, y para nuestro país, que China en el mundo y Brasil en la región se perfilen como motores de la recuperación es la mejor de las noticias. De ser así, esta recuperación externa posiblemente impulsará una vez más nuestra economía. Por cierto, como dicen esto no es soplar y hacer botellas, las múltiples dificultades que ésta enfrenta no se resolverán mágicamente de la noche a la mañana, pero los problemas estarían un poco más lejos de ser inmanejables. Ni la persistente salida de capitales ni el progresivo deterioro de las cuentas públicas auguran desbordes incontrolables en el corto plazo. No existe una situación de sobreendeudamiento generalizado público, aun cuando los vencimientos que debe pagar el país sean considerables, así como tampoco existe dicho endeudamiento dentro del sector privado; por tanto, tampoco el riesgo sistémico en el sistema bancario que augure otro más de nuestros recurrentes colapsos.

Aunque nuestro ritmo de inflación se mantiene muy por encima del internacional, la recesión ha tenido como efecto colateral la contención de la aceleración inflacionaria. Del mismo modo, si bien subsisten desajustes importantes en los precios relativos, la revaluación de las monedas de nuestros principales socios comerciales respecto del dólar nos brinda un respiro en materia cambiaria. En síntesis, nada que no sea abordable mediante una política económica gradualista, pero a la vez integral y consistente. En lo inmediato, sus pilares mínimos deberían ser normalización del Indec; drástica reducción de subsidios a los sectores acomodados con el objetivo de financiar una política activa de mitigación de la pobreza y mejorar el resultado fiscal primario; negociación de pautas salariales compatibles con una progresiva convergencia de la inflación a niveles internacionales; mejora del tipo de cambio real terminando definitivamente con el régimen de flotación administrada, puesto en marcha por el gobierno desde el inicio de la crisis internacional. Si la política económica recupera credibilidad, además, será posible recobrar acceso al financiamiento voluntario privado y multilateral, reduciéndose así la incertidumbre sobre los próximos vencimientos de la deuda y mejorando las condiciones de recuperación económica.

Será posible, también, empezar a definir una estrategia de crecimiento proyectada más allá del corto plazo. ¿Existen en el nuevo escenario político poselectoral incentivos para este viraje? Los resultados electorales han provocado una importante dispersión del poder que hasta entonces concentraba el kirchnerismo, pero lo cierto es que a nadie en el nuevo escenario le conviene precipitar una crisis abrupta para que el Gobierno no concluya su mandato normalmente en 2011. En la oposición, tanto el peronismo disidente como el Acuerdo Cívico y Social deberían postergar las internas entre sus presidenciables, estar dispuestos a acordar una agenda parlamentaria común no combativa y sostener negociaciones serias con el oficialismo. Siempre que la oposición actúe con sensatez, la principal responsabilidad seguirá recayendo en el Gobierno, que deberá mostrar con hechos su voluntad real de producir cambios en la orientación de sus políticas. Hasta el momento, las señales del Ejecutivo han sido inadmisibles. Por un lado, la cosmética reorganización del gabinete parece más bien una maniobra tendiente a mantener el curso precedente. Por el otro, aunque cueste creer en su franqueza, si el llamado al diálogo político y social efectuado por la Presidenta resultase, en esta oportunidad, algo más que una nueva cortina de humo, sería posible alentar cierta expectativa de cambios más sustantivos. Si el Gobierno decide apostar por más de lo mismo hará inviable toda perspectiva de recuperación económica, lo que no funcionó en condiciones propicias difícilmente lo haga en condiciones adversas. Si, por una vez, prevaleciera la sensatez en el matrimonio Kirchner, la recuperación dejaría de ser una quimera, para convertirse en una realidad.

2 comentarios:

Mariel dijo...

Debo decirle que lo que leí, me generó una sensación positiva como hace rato no me ocurría...
Ojalá pueda existir esa posible solución...y todos darnos cuenta y aprovecharla...pero por el bien común...y no de unos pocos...ojalá...

Saludos.

BE&P Consulting dijo...

Si, por una vez, prevaleciera la sensatez en el matrimonio Kirchner, la recuperación dejaría de ser una quimera, para convertirse en una realidad.

MAS IMPORTANTE QUE LA INFO DEL ARTICULO Y DE LA POSIBILIDAD DE QUE POR EL BIEN COMUN APOVECHEMOS ESTA OPORTUNIDAD, CREO QUE LA CLAVE ESTA EN ESTA ULTIMA FRASE.
SALUDOS