agosto 19, 2009

LA DESOCUPACION

Así como pasa en toda crisis económica, existen usualmente uno o más sectores sociales que pagan el costo de la misma, es decir, son la variable de ajuste. En la Argentina de hoy, el segmento de la población con más bajo nivel socioeconómico es el que más está sufriendo los efectos de la crisis. El impacto se traduce en un incremento significativo de la tasa de desempleo y en un deterioro de la calidad de las ocupaciones. En concreto se eleva el porcentaje de personas que están subocupadas en tareas inestables, lo cual se traduciría en un avance del cuentapropismo informal, de tareas muchas veces intermitentes, y disminuye el índice de ocupados plenos en puestos laborales y a su vez crece el numero de puestos laborales precarios, lo que podría explicarse como la formación espontánea de puestos asalariados en la economía no registrada. Esa caída entonces es más pronunciada que la observada en el universo de empleos en blanco. Hay un dato no menor, respecto del empleo en negro como se lo conoce comúnmente, y es que si bien se ha hablado mucho de las Pymes como principales generadoras del trabajo en negro, la verdad difiere bastante de estas mediciones y acusaciones, ya que el primer empleador en negro es el Estado Argentino; y por lo general en rubros como la Salud, y la Educación.

Las conclusiones sobran, y del análisis simple surge que poco más de un tercio de las personas económicamente activas ubicadas en el estrato socioeconómico más bajo mantiene un puesto de empleo precario; un año atrás, ese índice llegaba al 47%. Es decir, gran parte de los trabajadores cayó de la precariedad a una situación todavía peor. Los puestos en negro son más vulnerables por su naturaleza, y se trata, además, de un segmento que queda al margen de las políticas de protección, como los subsidios otorgados por el Gobierno en los últimos meses a empresas formales que los reciben a cambio de no despedir. Un 28% de las personas del estrato social más bajo tienen un subempleo inestable (tienen alguna ocupación que les genera un ingreso, pero menos de 35 horas semanales), mientras que en 2008 eran un 21%. Entre 2008 y 2009 la tasa de desempleo subió del 15 al 22% entre las personas de menor nivel educativo. El índice es del 12% en el estrato siguiente, calificado de nivel bajo, en tanto que en el medio bajo trepa al 16%, frente al 9% de 2008, y se reduce al 6% en el grupo poblacional mejor posicionado. El porcentaje de la población que accede a un empleo con plenos derechos entre los más vulnerables es del 16%, frente al 59% del estrato medio alto.

En este grupo se observó una caída de la proporción de personas con ocupación formal que en 2008 fueron el 66%. El índice que sí varió, en rigor, fue el de subocupados inestables, que, de todas formas, es bajo en este grupo social del 2 al 6% entre el año pasado y el actual. Para definir los estratos socioeconómicos, se utiliza una metodología que busca determinar el grado de educación del jefe de hogar y de sus pares del vecindario en que vive. Así, por ejemplo, en el piso más bajo, el promedio de años en el sistema educativo es inferior al de la primaria completa. La ubicación de hogares en uno u otro segmento tiene que ver también con el acceso a determinados bienes y servicios tecnológicos, tanto en el hogar de un consultado como en los de la zona en que vive. Esa categorización apunta a factores que son más estables en comparación con los ingresos recibidos en un período y determinan la calidad de vida. Otro dato significativo es que el desempleo creció del 5 al 8% en los trabajadores de entre 35 y 59 años. Fue en ese grupo en el que se perdieron puestos informales, con un desplazamiento de las personas afectadas a alguna actividad inestable. El incremento de la cantidad de subocupados se observó en la población más joven y en la de mayor edad. Estos se sumaron a ese segmento, en el que los trabajadores quedan al margen de derechos como la obra social, la jubilación futura, las asignaciones familiares o eventuales indemnizaciones. Aun así, con todos estos aburridos números de la desocupación creciente, el gobierno invertirá aproximadamente unos $600 millones para que el football le de alegría a todos los Argentinos. El show debe continuar.

2 comentarios:

Mariel dijo...

Pan y Circo...
La vieja estrategia del “Pan y Circo para el pueblo”, data de la época del imperio Romano, durante el cual con el afán de someterlo, se organizaban toda clase de eventos de entretenimiento, fiestas, festejos y festivales de comida gratis.

Y con lo del Futbol es eso, circo para el pueblo...
Con esa plata se podían sustentar varios proyectos productivos verdaderos...no esas cosas "raras" que están por implementar ahora, cooperativas dependientes de los Municipios...ja ja ja, perdón que me ria, pero será para que cada Intendente y su séquito renueven sus casas, autos, embarcaciones y demás bienes...
No es que yo siempre sea desconfiada, pero si Ud logra decirme qué de todo lo que la Prsedienta anunció hasta ahora, funcionó o tuvo final felíz, entonces quizás, tal vez, posiblemente, pueda generar un ápice de confianza.

Saludos

BE&P Consulting dijo...

NO, LA VERDAD LO SIENTO, PAN Y CIRCO, CINCERAMENTE ESA ES LA REALIDAD.
NINGUNO DE SUS MARAVILLOSOS PLANES SIQUIERA COMENZO A PONERSE EN PRACTICA. CANJE DE ELECTRODOMESTICOS, AUTOS, BICICLETAS, Y PODRIA SEGUIR.
NO CREO Y ESPERO EQUIVOCARME QUE HAYA UN FINAL FELIZ EN ESTE CUENTO.
INSISTO ESPERO ESTAR EQUIVOCADO.
SALUDOS