septiembre 21, 2009

EL ADIOS A LA LIBERTAD DE EXPRESION

En tiempos de Reyes se necesitaban espejos y había que preocuparse por alquilar adulones, pero las cosas han cambiado desde aquellos tiempos, y los sabios han descubierto que la mejor manera que tiene el monarca hoy en día de proyectar sus imágenes y conocimientos a una sociedad ciega, que se resiste a comprenderlo, pasa tan sólo por dominar todas las cámaras y pantallas y, si es posible, también a sus empleados. Mucho de esto hay en el proyecto de medios que impulsó el Gobierno en el Congreso, sueños de reelección, intención de controlar el discurso para lograr ese objetivo o, por lo menos, para asegurar la impunidad posterior. En fin, algún motivo político tendrán para hacer esto. Pero, ¿no habrá también la intención de favorecer algunos negocios de capitales amigos? No hay que olvidar, y solo por mencionar uno de los muchos ejemplos de este tipo es el caso del Zar de la industria del juego, Cristóbal López. El proyecto original, además de contener puntos muy criticables desde la óptica legal y constitucional, incorporó algunas prohibiciones muy difíciles de justificar. Por ejemplo, un canal de aire no puede explotar, al mismo tiempo, una empresa de cable; y el titular de cable, a su vez, no puede difundir más de una señal propia de noticias. Más simple, divido a un grupo y, luego, lo vuelvo a dividir. Lo que sobra, habrá que venderlo.

Y, así, no sólo se hará en perjuicio del grupo Clarín, sino con otros muchos grupos competidores. Divide, reinarás, y comprarás barato lo que sobra. En total violación de derechos adquiridos por empresas de medios a través de licencias y contratos, derechos de explotación adquiridos legalmente sin corruptelas, hace años. Ahora habrá que vender barato en el plazo de un año. Y, además, la ley establecerá una fecha de defunción para los operadores actuales. Y en el medio de todo, estaremos todos los argentinos pagando con nuestros impuestos los muchos juicios contra el Estado. La historia de los medios audiovisuales, en la Argentina, quedará dividida en dos períodos, a.K. y d.K., antes y después del kirchnerismo. El Gobierno tiene sin duda derecho y legitimidad para plantear en el Congreso una discusión sobre los medios de comunicación. Lo ilegítimo es el ejercicio contra la Constitución de esa facultad, enviaron un primer proyecto que, tiene todavía puntos excesivamente autoritarios, contrarios a la Constitución y, además, pretendían aprobarlo sin mayor discusión, y así lo hicieron. Si un asunto merece más debate que ningún otro, incluso más que las retenciones de las exportaciones agropecuarias, es el que se refiere al periodismo y a las empresas de medios audiovisuales. En efecto, la democracia y los medios nacieron de la mano y deben continuar así, por el bien de algo conocido como libertad de expresión.

Tan importante fue la libertad de prensa en el nacimiento de la democracia occidental, que se la protegió en términos especialmente amplios y garantistas en la Primera Enmienda, en los artículos 14 y 32 de la Constitución argentina y en otros muchos instrumentos nacionales e internacionales. Es innegable que detrás de los medios privados hay negocios. Los hay porque toda empresa privada tiene el legítimo derecho de ganar dinero y, también, porque los ingresos genuinos de esas empresas son los que permiten a los medios ser independientes del poder de turno e incluso pulsear con ese poder político. Cuantos más factores de poder económico, social y cultural haya en una sociedad, menos poder tendrá el centro político y más necesidad sentirá de buscar consensos y articular acuerdos. Hace casi 25 años, la Corte Interamericana de Derechos Humanos resolvió que había una ligazón inseparable entre la libertad de expresión, los medios de comunicación y los periodistas que trabajan en ellos. Desde entonces, desarrolló una jurisprudencia muy garantista de esa libertad y, en los últimos fallos de 2009, condenó al gobierno de Hugo Chávez por el ataque a periodistas y medios. Con la excusa de darnos una mejor ley de radiodifusión que la vigente que es necesario reformar, porque data del último régimen militar, un gobierno nos envía, de un golpe, al pasado. En lugar de mirar al futuro y favorecer la creación de medios cada vez más fuertes y competitivos, favoreciendo así la libertad de expresión y de empresa, no, tendremos menos medios, y estatales, el resto, paraestatales amigos. Así, estamos a punto de ingresar en el año 1 d.K.

2 comentarios:

Mariel dijo...

Digo yo...la existencia de Ulloa, Lopez, Baez, D´Elia, Moyano...y tantos otros, NO representa el alquiler de aduladores????
Un alquiler un poco elevado, si se quiere, pero es lo mismo, exactamente lo mismo que en la época de los reyes.

Ahora, no sé que actitud tomarán con los multimedios de los amigos del poder...
En Argentina, es pecado trabajar y generar trabajo...un pecado capital...
Yo no suelo utilizar exabruptos, pero...permítaseme uno, dejémonos de joder...que se les dió ahora por querer separar los medios...por favor...divide y reinarás...ojalá no se cumpla.

Saludos

BE&P Consulting dijo...

OJALA NO SE CUMPLA, PERO LO QUE VA A PASAR CREO QUE SOLO ESTARA UNA VEZ MAS SIGNADO POR LA BILLETERA DE NESTOR.
MARIO DAS NEVES ES, SI SE QUIERE EL EJEMPLO MAS CLARO.
Y RESPECTO DE ULLOA, MOYANO, Y OTROS, AHI NO COINCIDO, YO CREO QUE MAS QUE ADULONES ESOS SON LOS NEGOCIOS DEL MATRIMONIO PRESIDENCIAL.