septiembre 30, 2009

MENTIRAS EN EL PRESUPUESTO OFICIAL 2010

El ministro de Economía, Amado Boudou, presentó el proyecto de presupuesto 2010, que prevé una importante desaceleración del aumento del gasto primario, el permiso para renegociar la deuda de la Nación con las provincias y los acreedores que siguen con tenencias en default, entre otros ejes sensibles. Al comenzar su exposición ante el plenario de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados Boudou destacó que, pese a la crisis, la economía crecería un 0,5% este año. Comenzaron así y en ese preciso instante los comentarios en voz baja entre los diputados ya que la realidad muestra que habrá una recesión del 3 al 5% anual. Esa inconsistencia entre la realidad y los dichos del Ministro, condicionan la interpretación de los números del proyecto oficial que comenzó a ser debatido esta semana por la comisión que lidera el kirchnerista Gustavo Marconato. El proyecto incluye una hipótesis de superávit para este año sostenida sobre $ 8000 millones que nadie sabe de dónde surgirán, dada la evolución de los ingresos desde enero de un 12%, frente al gasto que trepó al 25%. Ahora bien, la moderación del aumento del gasto primario (12,8%) para 2010 implicaría un necesario ajuste, a partir de desembolsos mucho más lentos que los mantenidos durante este año. La suba del 12% surge de un promedio simple, las jubilaciones suben 17%, pero rubros como las prestaciones y servicios crecen un 5%.

Pero para el Palacio de Hacienda, el presupuesto 2010 mantiene dos pilares de este gobierno, los aumentos en las jubilaciones y en el área social, por medio de los planes asistenciales. Además, la suba de las jubilaciones está determinada por la ley de movilidad, con dos aumentos semestrales. La suba de los subsidios se mantiene casi congelada en términos reales, aún si se tomara en cuenta la variación de los precios implícitos (8,8%) del PBI calculada para el año que viene. El presupuesto menciona un importante incremento para el Ministerio de Desarrollo Social, que conduce Alicia Kirchner, con foco especial en el plan Familias, uno de los sucesores del plan Jefes y Jefas, creado en 2002, donde aún quedarán 118.667 beneficiarios con $ 225 pesos mensuales. El superávit primario se plantea en 2,17% del PBI ($ 35.927 millones), frente al 1,1% previsto para este año. Además se estima un exiguo ahorro financiero, después del pago de intereses de deuda de 621 millones. Pero todas estas cifras, quedan relativizadas por los artículos del presupuesto que, una vez más, depositan en el jefe de Gabinete la posibilidad de reasignar o aumentar partidas, por lo que el presupuesto original pierde así toda relevancia. "Autorízase al jefe de Gabinete a introducir ampliaciones en los créditos presupuestarios aprobados por la presente ley", indica el octavo artículo de la ley que Boudou presentó junto al secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, y al subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo.

Esos superpoderes fueron creados en 2001 por voluntad del entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, durante el gobierno de Fernando de la Rúa. A partir de allí, no fueron derogados, pese al fuerte período de crecimiento económico en 2003/2008, que fue destacado por Boudou frente a los legisladores. Es un presupuesto equilibrado y responsable, comento el ministro, quien ratificó la voluntad oficial de avanzar en la renegociación de la deuda que se mantiene en default para poder volver a emitir deuda a una tasa de interés razonable. Al respecto, indicó que en el programa financiero 2010 se acentuará la colocación de bonos con tasa Badlar en pesos, por su efecto positivo en términos del perfil de vencimientos. También promete seguir avanzando con la regularización de la deuda pendiente de reestructuración y por primera vez incluyó en este concepto los pasivos que no ingresaron al canje realizado en 2005, aproximadamente un 24% del total y los organismos oficiales y privados. Boudou ratificó también que ya negocia una propuesta con el Club de París, que discutirá con su par francesa, Christine Lagarde, en la cumbre del G20. El proyecto habilita al Ejecutivo a renegociar una quita de las deudas que las provincias mantienen con la Nación, dada la extrema dificultad financiera que atraviesan buena parte de ellas. A cambio, se les concederá un bono “papelitos de colores” que amortizaría en unos cinco años. Habrá un alza del déficit financiero de las empresas públicas, $ 2207 millones frente a 1666 millones en 2009 y lo más gracioso de toda esta mentira, es que el polémico contrato de televisación de fútbol se financiará con la publicidad que se obtenga.

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