octubre 26, 2009

Es así, aunque usted no lo crea, una conocida frase que nos remonta precisamente a hechos increíbles de la vida real, que podíamos ver en una serie de televisión que llevaba ese mismo titulo. Y ciertamente los hechos que se describen en esta nota son increíbles. El Fondo audita la economía de Obama y le dice que los Estados Unidos van camino a perder el rol de gran motor de la economía mundial. Diciéndole a Angela Merkel que cuide su sistema bancario que está vulnerable. Haciéndole saber a Gordon Brown que la deuda pública se duplicará en los próximos cinco años e igualará al producto bruto interno inglés, mientras la economía puede tardar en recuperarse. ¿Elogiando a Evo Morales y Rafael Correa? Advirtiéndole a Sarkozy que tendrá una recesión de tres puntos del PBI este año y que la recuperación llegará sólo en 2010 y gradualmente. “Es así aunque usted no lo crea”. El Fondo Monetario Internacional es eso, un fondo. No toma dinero de los mercados para luego prestarlos, como hacen los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo, que son eso mismo, bancos. El Fondo se financia con aportes de los socios según el tamaño de su economía con una tabla que esta un poco desactualizada y que, además, concede derecho a voto proporcional sobre la conducción. Ese dinero se presta luego a los miembros que están en problemas para mantener el sistema internacional de pagos. Para que no haya un colapso de la economía por cesaciones de pagos que podrían incluir no sólo las deudas soberanas, sino también los pagos de importaciones, por ejemplo. Los miembros acordaron que, tengan o no un préstamo del organismo, se someterán a una revisión anual de su economía por parte de los técnicos del organismo. Esa revisión y el diagnóstico de los técnicos es discutida luego en el directorio, donde el país involucrado hace saber también su visión.

Desde la segunda mitad de la década del 90, todo es publicado luego. Los Kirchner lanzan un discurso de barricada política para impedir la revisión. Sólo Hugo Chávez tiene un comportamiento similar. Venezuela tuvo su última revisión en 2004. La Argentina no quiere someterse a un trámite rutinario al que obliga la membresía, que es de paso la que permitió que el país recibiera dinero por el aumento de la cuota, es decir, del fondo, financiado por otros países. También el discurso local, en particular el de Cristina Kirchner, apunta a señalar que desde los organismos multilaterales no se trata a todos los países por igual. Pero los informes del FMI parecen desmentir esa postura, y podemos enumerar aquí algunos ejemplos. En julio último al discutir la revisión habitual de la economía francesa, varios directores advirtieron al gobierno galo que la crisis todavía podía dañar el crecimiento potencial. En enero, Angela Merkel debió escuchar que varios directores convocaran a una recapitalización de la banca y que se tomaran medidas para asegurar el fondeo. También le aconsejaron una reestructuración y achicamiento del sistema de Landesbank, una suerte de cajas de ahorro controladas por el Estado, a las que llamaron "amenaza para la estabilidad financiera". El Gobierno anunció una reforma tres meses después.

Bolivia, gobernada por Evo Morales, aceptó la discusión anual habitual en enero último. Y, contra lo que puede pensarse, recibió elogios, aunque también advertencias. Hubo respaldo y aliento para hacer una reforma fiscal que simplifique el sistema tributario y mejore la equidad. Algunos directores aprovecharon para recomendar al gobierno del amigo de los Kirchner para que reduzca los subsidios a los hidrocarburos, ya que han bajado los precios internacionales de los combustibles. Y dijeron que el dinero ahorrado por esa vía podía mejorar las ayudas sociales. A Brasil le elogiaron en julio el tipo de cambio flexible y acordaron que todavía había condiciones de mercado inestables que justificaban intervenciones. También le remarcaron la necesidad de mantener el nivel de la deuda pública en el actual sendero descendente. Dijeron que el sistema bancario mostró ser resistente durante la crisis global, pero algunos riesgos podrían persistir al nivel de entidades individuales. A Chile, también en julio le hicieron algunos llamados de atención. Los directores animaron a las autoridades a considerar la extensión del horizonte para la formulación de la política fiscal enfocándose en el nivel y crecimientos de los gastos por caída relativos al ingreso per cápita. Aconsejaron a Michelle Bachelet que considere ampliar las regulaciones bancarias para alcanzar a instituciones no bancarias que por ahora quedan fuera de la supervisión directa. En julio Barack Obama no sólo debió escuchar el comentario en el directorio, sino que también se hiciera pública la posibilidad de que la crisis tendrá importantes implicancias para el rol de los Estados Unidos en la economía global y que el consumo Estadounidense muy probablemente ya no jugará el papel del comprador de última instancia global, sugiriendo que otras regiones necesitarán jugar un rol más importante para sostener el crecimiento global.

Uruguay recibió la última revisión hace un año, los directores del organismo comentaron que el cambio en el sentido de los flujos de capital habían complicado el manejo monetario. Advirtieron sobre el deterioro de la situación fiscal desde 2006. A Rusia en julio último le criticaron fuertemente sus planes de estímulo, a los que consideraron excesivos y señalaron que podía conducir a una excesiva apreciación de la moneda y caída de la competitividad una vez que la economía se recupere. También le sugirieron prudencia con la rebaja de las tasas de interés, a pesar de que la medida es aconsejable puesto que la inflación se redujo. A Gordon Brown le señalaron que la recesión de este año hará caer alrededor de 4,2% el PBI y que la recuperación será gradual y sólo en 2010. También se señaló que el déficit fiscal creció fuertemente y llegó al 13% del producto. A Rafael Correa no le fue tan mal en la última revisión, le aconsejaron, eso sí, hacer un sistema de garantía de depósitos bancarios. Y le dijeron que los impuestos sobre las remesas de dinero al exterior podían tener efectos negativos en la intermediación financiera.
Aquí en la Argentina de los Kirchner se ha montado un conflicto al respecto y el dúo dinámico, se ha negado a cumplir el requisito societario. La última revisión fue en 2006 y se hizo pública en agosto de ese año. Desde entonces, Néstor y Cristina Kirchner se negaron a someterse a estas discusiones rutinarias. ¿Tendrá que ver que desde enero de 2007 intervinieron el Indec y comenzaron a realizar toda clase de falsificaciones y manipulaciones con las estadísticas públicas y desplazar y perseguir por todos los medios a su alcance a los técnicos profesionales del organismo que se negaron a participar? Es así aunque usted no lo crea.

No hay comentarios.: