octubre 15, 2009

OTRA VEZ LA CAJA CHICA

En efecto, la partida que más aumenta del proyecto de ley de presupuesto 2010 es la llamada "caja chica", que figura en el rubro Obligaciones a cargo del Tesoro, con casi 19.000 millones de pesos. El Gobierno quiere asegurarse para el año próximo un manejo discrecional de recursos presupuestarios por casi 32.000 millones de pesos. A esto deben sumarse otros 12.700 millones, el 5 por ciento del total de los gastos presupuestarios del año próximo. Ese porcentaje es el "límite" que se había impuesto la presidenta Cristina Kirchner para manejar recursos por medio de superpoderes. Así consta en el proyecto que se envió al Congreso para que sea convertido en ley. En buen romance, el Gobierno burla el límite que se había autoimpuesto para el uso de los superpoderes al aumentar el monto de su "caja chica" en un 29,2 por ciento. Este incremento contrasta, de manera llamativa, con otras partidas presupuestarias, como la de Salud, por ejemplo. De hecho, pese a los riesgos de una nueva epidemia de gripe A el próximo invierno, o de dengue en el verano, a este ministerio se le bajó un 10,7 por ciento su presupuesto para 2010. Así las cosas, el Ministerio de Salud tendrá el año próximo una partida de 4434 millones, cuatro veces menos que Obligaciones a cargo del Tesoro.

Ahora bien, ¿qué uso le da el Gobierno a esta "caja chica"? Según el presupuesto, allí se contemplan gastos para atender transferencias a provincias por ajustes al esquema de coparticipación y a una amplia lista de entidades públicas y privadas, como Télam, AySa, Enarsa, entre muchas otras. Es un ministerio, por llamarlo de alguna forma “virtual”, cuyos recursos se manejan en forma discrecional y discriminatoria. Esta partida ha sido usada por el Gobierno como una herramienta para localizar créditos presupuestarios que luego se utilizan para resolver casos puntuales de falta de créditos. Vale destacar, por ejemplo, la partida destinada a la Jefatura de Gabinete. El año próximo, será una de las grandes beneficiadas por el aporte de 648 millones de pesos que recibirá para la transmisión del fútbol por la TV pública. Esto representa un aumento del 23%, cuando hay rubros de la finalidad "Servicios Sociales" del presupuesto que subirán menos aún que la módica estimación inflacionaria del Indec para el año próximo, prevista en un 6,6 por ciento. En efecto, en la planilla Servicios Sociales, la función Trabajo sube respecto de 2009 el 2,6%; Salud, el 2,2; Vivienda y urbanismo, el 0,9, y Alcantarillado y agua potable, el 3%. La partida de Salud es la que más siente el recorte de la tijera presupuestaria. Si se indaga en sus distintos programas, se observan claras reducciones en las partidas respecto de 2009. Tal es el caso de la partida Prevención y Control de Enfermedades Específicas, creada para paliar epidemias, que el año próximo, tendrá una partida de 320 millones de pesos, cuando la partida hoy en vigor alcanza los 1284 millones.

Mientras Salud padece la poda en sus programas, el Ministerio de Planificación Federal, de Julio De Vido, goza de cada vez más prerrogativas. El proyecto de presupuesto 2010 le confiere no sólo el manejo de una de las cajas más abultadas de la administración, sino que también lo autoriza a contraer crédito público más allá de la actual gestión presidencial. En efecto, la iniciativa autoriza al ministro De Vido a endeudarse, sólo en 2010, hasta un monto máximo de 4500 millones de pesos y otros 1200 millones de dólares para "inversiones prioritarias": desde obras para la provisión de energía, compra de aviones para la estatizada Aerolíneas Argentinas hasta proyectos de infraestructura ferroviaria sin mayor detalle. No sólo eso, en otro artículo del presupuesto, el 61, le permite a De Vido contraer créditos más allá del año próximo. Según las planillas anexas, podrá endeudarse por unos 17.400 millones de pesos y 1312 millones de dólares en el período 2011-2012. La oposición ya puso el grito en el cielo y cuestiona no sólo que se le otorgue al ministro semejante atribución, sino que, además, se le autoriza a imputar esos créditos como "pago a proveedores", no como deuda. Es inaudito pero esto no es más que maquillar las cuentas públicas para disimular el déficit, y creo a hasta un niño puede darse cuenta.

No hay comentarios.: