octubre 30, 2009

PROYECTO DE REFORMA POLITICA

Es ley que los políticos, cuando ya no consiguen extraer su poder del encanto popular, pretendan obtenerlo o recuperarlo a cualquier costo. Néstor Kirchner, que despierta un rechazo social superior al 70%, ya entró en esa fase. La reforma política que la Casa Rosada pretende enviar al Congreso en la primera semana de noviembre aspira a potenciar con tretas institucionales el escaso nivel de votos del oficialismo. El proyecto navega entre las oficinas de Aníbal Fernández, su segundo, Juan Manuel Abal Medina, y aunque tiene menos sensibilidad para estas cuestiones, también Florencio Randazzo participa. Todos dependen del visto bueno de la joven Valeria Loira, vicesíndica de la Nación. Es la persona de confianza de Cristina Kirchner en cuestiones de derecho público desde los tiempos del Senado. Constituyen el corazón de la reforma, por ejemplo un sistema de primarias similar al que existe en Santa Fe. Es decir, los partidos estarían obligados a seleccionar sus candidatos en elecciones internas simultáneas, esos comicios serían obligatorios no sólo para los electores, sino también para los que aspiran a ser elegidos. No se podría ser candidato si no se pasó por un certamen de ese tipo. Los borradores, esconden otras claves, como, aquel partido que no haya conseguido un piso del padrón general en todos los distritos no puede presentar candidatos nacionales, y se estudia otra disposición que resultará crucial, quedará prohibido el financiamiento privado para los candidatos. Sólo se podrá hacer publicidad radial o televisiva en el lapso que asigne el Estado.

Cada aspecto de este proyecto tiene beneficiarios y víctimas muy identificables. Después de haberlos dividido con distintos argumentos, Kirchner se propone ahora seducir a los radicales con el sueño de la reconstrucción bipartidista. La UCR sigue siendo el único partido capaz de competir con el PJ en extensión territorial. Si se impusiera un piso obligatorio en todos los distritos, Julio Cobos pasaría a depender de la UCR mucho más que ahora. Sin esa organización, quedaría fuera de combate. Kirchner apuntará contra Elisa Carrió. A ella la obligación de conseguir un mínimo del padrón general en todas las regiones le plantea un desafío que significaría encerrar a la Coalición Cívica en el Acuerdo Cívico y Social y competir por la presidencia en ese marco. Sería obligarse a una interna con Cobos, sostenido por la UCR. La estrategia electoral del Gobierno es aprovechar el vínculo fiscal con los gobernadores en detrimento del vínculo político con la opinión pública. La víctima a la que apunta Kirchner es, en este caso, Carlos Reutemann. Se trata del mayor peligro que el esposo de la Presidenta ve en el horizonte. Kirchner apunta a evitar que su sucesor, de no ser él mismo, pertenezca a su propio partido. Es un propósito de todos los caudillos personalistas, si no consiguen estar en el Gobierno, por lo menos encabezar la oposición. La veda para realizar publicidad con fondos privados es un gran guiño de Kirchner a la izquierda. "Debemos desterrar el mercado de la política": así será vendido.

En rigor de verdad, se trata de una tardía venganza contra Francisco de Narváez y quienes se sientan inspirados en su modelo proselitista. Por razones elementales de autoestima, el esposo de la Presidenta está convencido de que no perdió frente a un dirigente político preferido por el electorado, sino que fue víctima de la publicidad que puso en su contra un millonario. El argumento es deficiente, pero pinta de cuerpo entero a Néstor Kirchner. La reforma electoral del Gobierno merece reproches obvios, no contiene regulación alguna que reponga el equilibrio que le falta a la política argentina. En especial porque no establece limitaciones severas al uso de los recursos públicos por parte de los funcionarios durante las campañas, y este es un vicio habitual en la Argentina. Y se volvió caricaturesco en las últimas elecciones, con el ardid de las candidaturas testimoniales. Otra objeción es que este proyecto no es el resultado de un ejercicio amplio de diálogo político. El objetivo primordial de esta iniciativa apunta a desacoplar poder de representación, protegiendo a quien manda, a través de una serie de reglamentaciones, de lo que piensan y sienten los electores. Nada nuevo, esto no debería sorprender, es una reforma para que gane los comicios quien hoy los perdería.

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