octubre 22, 2009

SUBSIDIOS, PRESUPUESTO 2010, Y MAS DISPARATES

Los subsidios se han convertido en una carga estructural y totalizarán $37.000 millones este año, a pesar de los aumentos de tarifas y de la recesión. Se anticipa aparte un incremento en las transferencias de este tipo para el año próximo. Lo cierto es que los subsidios se mantienen como una pesada carga para las arcas públicas, y en los primeros nueve meses del año crecieron 12% en términos interanuales, a $ 25.212 millones. La magnitud del gasto no es novedad, en 2008 estos pagos alcanzaron el 3,3% del PBI, lo que supera el gasto en salarios 2,4% del PBI, obra pública 2,3% e intereses de la deuda 1,7%. Pero hubo un cambio en la composición de los subsidios respecto del año pasado. Por un lado, cayeron los pagos de la Oficina de Control Comercial Agropecuario (Oncca). Por el otro, crecieron las compensaciones al transporte de pasajeros, cifra que incluye el déficit de Aerolíneas Argentinas, de $200 millones mensuales. Así es como, el gasto en subsidios podría llegar a los $37.000 millones este año. El presupuesto 2010, incluye un recorte de $ 4000 millones, en el sector energético y en las compensaciones a la Oncca. Sin embargo, de continuar profundizándose la distorsión entre las tarifas y el resto de los precios de la economía, es probable que el gasto en subsidios siga creciendo.

Como los números no mienten, es lógico entender que sin la carga de los subsidios, el superávit primario llegaría al 5% del PBI el año próximo y el gasto primario podría financiarse exclusivamente con fuentes internas. Si bien es necesario desarticular el esquema de subsidios, nadie dice que sea una tarea sencilla, ya que implica trasladar la carga del sector público al sector privado, esto sería actualizar bruscamente las tarifas y no sólo es difícil de aplicar, sino que también tendría efecto negativo sobre el consumo privado y la inflación. En definitiva, no es conveniente desarmar el sistema de subsidios, pero debería ser de forma gradual, para no afectar la recuperación del consumo privado. El Gobierno ya chocó con las consecuencias de aplicar un aumento brusco en las tarifas eléctricas y del gas. La llegada de las primeras facturas, el pasado invierno, sorprendió a consumidores con aumentos superiores al 500%. Ello motivó reclamos a granel, lo que, junto con las pasadas elecciones, llevó a la administración Kirchner a suspender las subas por un bimestre. Más allá de esa respuesta oficial, los aumentos fueron suspendidos en varios distritos y provincias por decisión de juzgados locales, que hicieron lugar a medidas cautelares. A todo esto y considerando el poder de uso discrecional de fondos que posee el Ejecutivo nacional, apareció pocos días atrás un dato llamativo. El presupuesto para 2010 contenía una partida de gastos de $12 millones para obras que a simple vista parecían insólitas, la inversión estaba destinada a reparar los caminos internos... de la quinta presidencial de Olivos.

La partida de $ 12 millones aparecía publicada en el proyecto de presupuesto como parte de las obras de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, que conduce José López. El total estaba dividido en diferentes montos en tres años. Para 2010 se había dispuesto $ 1.000.000. Para el año siguiente, $ 2.789.490, y para 2012, otros $ 2.000.000. Sin especificar más, se disponía de otros $ 6.210.510 para aplicar en años sucesivos, lo que daba en total una inversión para los caminitos de $12 millones. Antes de que la polémica partida se convirtiera en un escándalo, el Gobierno decidió dar marcha atrás con la iniciativa y anular por completo el monto que había requerido. En los últimos tiempos, la residencia de Olivos fue refaccionada especialmente para los actos que la Presidenta solía hacer allí el año pasado. Desde las elecciones del 28 de junio, la jefa del Estado volvió a usar la Casa Rosada para sus presentaciones. Uno de esos arreglos fue realizado frente al edificio conocido con el nombre de La Jefatura, donde tienen sus oficinas Néstor Kirchner y la Presidenta. El sector fue inaugurado públicamente con la primera conferencia de prensa de Cristina, el año pasado. Otro de los gastos que corrieron por cuenta del Estado fue fuera de la quinta, con la construcción de un conjunto de cocheras sobre la calle Wineberg en el que se invirtieron $ 700.000 para 24 cocheras cubiertas y 14 descubiertas. Era un viejo lote que pertenecía al Ministerio de Planificación, que pasó así a formar parte de la residencia de Olivos.

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