marzo 02, 2010

DE ESTO TAMPOCO SE HABLA

En 2009 el Gobierno para, por ejemplo, la creación de la asignación universal por hijo desembolso $ 7560 millones al año para 3,5 millones de chicos. Pero esta nota no habla de ese tema, eso es solo un ejemplo comparativo. ¿De que?, de la política de subsidios del Gobierno. La Compañía Administradora del Mercado Mayorista eléctrico (Cammesa) y Energía Argentina (Enarsa), dos empresas prácticamente anónimas recibieron del Estado, en 2009, la friolera suma de $11.278 millones. Dicho de otra manera, cada día, Cammesa y Enarsa juntas recibieron U$S 8,2 millones. Las dos compañías reciben cinco veces más dinero que el que tiene presupuestado para todo 2010 el Ministerio de Ciencia y Técnica, y el doble del que contará el de Producción y Turismo. También recibe cuatro veces los subsidios que obtuvo Aerolíneas Argentinas en 2009. Si bien son sociedades anónimas, ambas están dominadas por el Ministerio de Planificación, que conduce Julio De Vido. Cammesa, por caso, tiene como presidente al propio ministro, después de una modificación estatutaria que le quitó el sillón de mandamás de la compañía al secretario de Energía, cargo que actualmente tiene Daniel Cameron. Enarsa, que ganó fama por ser la empresa que rentó el avión que trajo al país al venezolano Guido Antonini Wilson con su ya célebre valija llena de dólares, es presidida por Exequiel Espinoza, otro de los pasajeros de aquel sospechado viaje de 2008..Cammesa fue conformada en la década del 90 cuando se privatizó el sector eléctrico y en ella están representados, a través de sus empresas, todos los sectores involucrados como la generación, la distribución y el transporte.

La finalidad de la firma era manejar el despacho y administrar la disponibilidad de parque eléctrico. Poco ha quedado de aquello, apenas un panel de técnicos, muy reconocidos, que llevan la voz cantante cuando llegan los picos de demanda y empiezan los cortes obligados en el suministro, como volvió a suceder este verano y que, a pesar de los millones que vuelca en subsidios, el Gobierno no logra evitar. Desde hace unos años, el Gobierno decidió congelar las tarifas eléctricas, y de a poco, el costo de generar la energía se fue separando del costo que pagan los consumidores. El principal motivo de esto fue el paulatino reemplazo del gas por combustibles líquidos en la generación. Gran parte de ese dinero es para pagar el fueloil y el gasoil que se compra para generar. ¿Cuánto y a qué precio? Si yo supiera... ése es un gran secreto al que no es fácil acceder, por lo menos para los privados, pero parece que la mayoría del combustible se compra a Venezuela. El precio es el mismo que el de mercado ya que Venezuela no lo trae de allá, sino que lo compra en el mercado disponible. La ventaja es la cómoda financiación que otorga el gobierno de Hugo Chávez. En Cammesa las desprolijidades a las que someten a sus directores y ejecutivos, ya no llaman la atención, las cosas son así, lejos de los apegos legales y de la previsibilidad. "Ya nadie discute nada". Más allá de los millones que recibió en 2009, Cammesa no puede hacer frente a todas las deudas que acumula.

Tanto en 2008 como en 2009 generó una deuda de $900 millones por año con el sector eléctrico. A fin de mes empezará a deber por otro concepto. Tiene que empezar a devolver en 120 meses los U$S 600 millones que las generadoras pusieron para construir las dos centrales de Timbúes y Campana. En Enarsa las cosas no andan mejor. Recibe dinero del Gobierno para varias finalidades, entre ellas también, comprar combustibles líquidos. Los contratos de compra también son secretos de Estado y el silencio y el temor reinan entre sus ejecutivos. La progresión de transferencias a Enarsa, un emprendimiento de Guillermo Moreno en sus épocas de secretario de Comunicaciones, muestra un gran crecimiento de la mano de algunas obras que ella misma licita. ¿Por qué no licita el Estado esas usinas en vez de Enarsa? En 2007, los desembolsos para Enarsa fueron de $ 680 millones; en 2008 llegaron a $ 2766 millones y en 2009, a $ 2740 millones. Poco se conoce de Enarsa y Cammesa, y es lógico, porque entre las dos concentraron algo más del 30% del total de subsidios, que en 2009 llegaron a $33.333 millones. Apenas se sabe el consolidado de los subsidios que se plasman en el presupuesto. Conocer los números de lo que se hace y se paga con esos miles de millones es un secreto de pocos. De muy pocos.

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