marzo 04, 2010

Los representantes que supimos conseguir

La diputada kirchnerista Diana Conti presento un proyecto de ley que restringe al máximo el papel del vicepresidente, la iniciativa, fue presentada el 1° de marzo y proponía modificar la ley 20.972 de acefalía, al incorporarle dos artículos, en el primero de ellos, la diputada Conti propuso que, en el caso de que el vicepresidente asuma el Poder Ejecutivo por vacancia transitoria del presidente, "quedará sujeto a las instrucciones" del primer mandatario. El segundo artículo establece que, en ausencia del presidente, "el vicepresidente no deberá adoptar ninguna medida o acción contraria a las políticas de gobierno. Es decir, los ataques y las faltas de respeto del cualquier integrante del oficialismo, y digo cualquiera, léase bien, contra el vicepresidente Julio Cobos no parecen tener fin, y no se trata de Cobos, es cualquiera que conspire contra el oficialismo. Pero las restricciones de la diputada Conti no son otra cosa que el reflejo del malestar, el miedo y la desconfianza del oficialismo con Cobos, quien no descarta competir como candidato opositor a la presidencia en 2011. A tal punto el Gobierno le teme a Cobos que basta con recordar, que durante el conflicto por las reservas del Banco Central, la presidenta suspendió el viaje que tenía programado a China. Tomó la decisión, y así lo anunció públicamente, para evitar que el vicepresidente adoptara en su ausencia medidas que perjudicaran la estrategia oficial. Por ejemplo, la convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso en momentos en que crecía la discusión por el decreto que dispuso la asignación de reservas del Banco Central al pago de la deuda.

El viaje me obliga a estar más de diez días fuera del país, un lapso demasiado grande, sobre todo cuando quien ejerce la vicepresidencia del país no cumple el rol que le impone la Constitución, y no sólo se ha convertido en líder de la oposición, sino que se opone y obstruye medidas de la Presidenta, había criticado con dureza Cristina Kirchner, al explicar su decisión de cancelar aquel viaje. La visita a China era de las más importantes en la agenda de la Presidenta. En un año intenso en viajes al exterior, el viaje a Cancún, a una reunión de presidentes de América latina y el Caribe (ALC) era absolutamente irrelevante, en relación con el fallido viaje a China. El 12 y el 13 de abril, la jefa del Estado viajará a Washington para asistir a una cumbre sobre seguridad nuclear organizada por el OIEA (en una visita en la que espera concretar la demorada reunión bilateral con Barack Obama). El mes siguiente, partirá a Madrid para participar de la VI Cumbre ALC-UE (América latina y el Caribe-Unión Europea). Con este proyecto de ley, el vicepresidente no puede firmar ni hacer ni decidir, solo debe seguir las ordenes de la Presidenta. Ahora, la Constitución nacional exige al vicepresidente acompañar y cooperar en las políticas públicas emprendidas por el jefe de Estado, y en estos días Cobos no cumple en un todo con esa premisa. Las voces de la oposición se alzaron contra el proyecto de la diputada Conti, aunque la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Graciela Camaño (Bloque Peronista-Buenos Aires), anticipó que incluirá la iniciativa en el temario para su discusión. De todas maneras, nada asegura que vaya a prosperar, ya que el oficialismo perdió su hegemonía en la Cámara baja y está en problemas para retenerla en el Senado.

El proyecto de Conti es una chiquilinada, o por lo menos, no es serio. No se puede, por una ley, imponer restricciones a la letra de la Constitución nacional, y jamás, el vicepresidente Cobos adoptó, en ausencia de la Presidenta, una medida contraria al Poder Ejecutivo. Difícilmente hubiera podido, ya que cualquier medida requiere las firmas del jefe de Gabinete y de sus ministros. No se deben modificar las leyes para resolver un problema generado por la incapacidad de la Presidenta de dialogar con aquel que piensa distinto. La relación entre Cobos y el matrimonio Kirchner se rompió en julio de 2008, después de que el vicepresidente desempató en contra del Gobierno en la crucial votación del Senado, que echó por tierra las retenciones móviles a los productos del campo. Después de las denuncias de la Presidenta al suspender su viaje a China, hubo una especie de tregua cuando Cobos decidió apoyar la remoción de Martín Redrado del Banco Central en la comisión especial que analizó su conducta. Pero la tensión volvió a crecer cuando el vicepresidente decidió concurrir a una cumbre del radicalismo en San Nicolás. Gobernar en la concepción de los Kirchner es mandar, mientras así sea nada cambiara.

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