marzo 05, 2010

Mercedes Marcó del Pont

En el principio de su gestión solo cuestiones vanas como el dólar ocupaban la atención de la mayor autoridad y presidenta del Banco Central (BCRA), Mercedes Marcó del Pont, todo era color de rosa. Por aquel entonces coincidía en descartar cambios en la política cambiaria, aunque dejando en claro que el objetivo era mantener, un tipo de cambio competitivo. Nuestro país no va a perder competitividad con el tipo de cambio y no existe tampoco ninguna posibilidad de que la Argentina tenga problemas apocalípticos como los que plantean algunos sectores, decía junto al ministro Boudou, y reiteraban además que no habría ningún salto abrupto en la cotización de la divisa norteamericana. Sostenía que en la Argentina el mejor negocio no era comprar dólares, durante una conferencia de prensa en el Ministerio de Economía en la que anunciaron la conformación del Consejo para la Coordinación de las Políticas Monetarias, Cambiarias y Financieras, el ámbito creado tras el desplazamiento de Martín Redrado del BCRA para que armonicen decisiones. Sus definiciones parecían confirmar que observa con buenos ojos el deslizamiento al alza del valor del dólar que en lo que va del año (acumula un aumento de 6 centavos o 1,55%) en un contexto en el que la aceleración inflacionaria erosiona la moneda local. Ese aumento se produjo por las sostenidas compras del sector privado, aunque Marcó del Pont afirmó que se registraba "una menor demanda de dólares", dato con el que no coincidían los operadores privados.

El otro tema era la evolución de los precios, la idea del Gobierno de que no había un problema de inflación, sino reacomodamientos en los precios de algunos productos, tampoco la desvelaban. En este sentido, culpo a los medios de instalar que hay un problema inflacionario. Marcó del Pont descartó la instrumentación de esquema alguno de metas de inflación, sistema que descalificó por su fracaso en muchos países. Inclusive por aquel entonces se animo a expresar su idea de que se podía tener un BCRA autárquico, pero no autista, en clara referencia a la actitud que había tenido su ex titular y antecesor Martín Redrado. Así pasaban sus primeros días al frente de la entidad monetaria, solo entre reuniones y risas cómplices con su jefa Cristina Kirchner. Hoy las risas quedaron atrás, muy atrás, Mercedes Marcó del Pont fue designada en comisión por el Gobierno, pero para quedar confirmada en el cargo su pliego debe ser aprobado por la Cámara alta, bueno eso no sucederá, en el Senado ya se ha pedido la impugnación de su pliego. La primera impugnación la presentó la jefa del bloque de diputados de la CC, Elisa Carrió. La licenciada Marcó del Pont dispuso el 1º de marzo del corriente la transferencia de reservas del BCRA a cuentas del Tesoro, dando cumplimiento a decretos insanablemente nulos emitidos el mismo día. La rápida transferencia al Tesoro de las reservas del BCRA, le valió, una citación, de carácter "inmediato", que alcanzó también al ministro de Economía, Amado Boudou. La Comisión de Finanzas no había fijado la fecha en que los funcionarios deben acudir al Congreso, pero su presidente, Alfonso Prat-Gay si, mañana [por ayer] los voy a llamar, dijo el diputado. Desde el bloque oficialista, se dejaba claro que la concurrencia de Marcó del Pont y del resto del directorio no era obligatoria. Es una simple invitación decían. Marcó del Pont hoy no solo enfrenta su destitución, aparte debe explicar cuál fue el recorrido legal de las transferencias. El Banco Central es independiente del Poder Ejecutivo, pero no del Legislativo.

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