abril 16, 2010

Impuestos que pagan ineficiencia

Nuestra población es de 40 millones de personas, lo que significa entonces que mantenemos todos los meses casi al 30% de la población (más de 50% si se incluyen las familias de los activos) con impuestos o equivalentes. La población activa que trabaja en el sector privado formal es casi de 6 millones de personas, y otros 5,8 millones trabajan en negro gris o como se quiera decirlo, o sea que cada persona que produce algo en el sector privado, tiene que mantener a una persona del sector público. Pero ustedes se preguntaran que es lo que estoy diciendo, bueno, a ver; es fácil, hasta diciembre de 2008, las personas con ingresos dependientes del Estado Argentino eran 10.888.131, y ese número probablemente aumento bastante hasta marzo de 2010. A diciembre de 2002, los que vivían del Estado eran aproximadamente 8.534.972 personas, o sea que el número aumentó en 2.353.159 durante la gestión que se inició en 2003, es decir, un incremento del 28% entre esos años. De todas maneras, muchos se preguntaran ¿cómo es que mantenemos a tanta gente? ¿Dónde están? ¿No será que estas cifras están infladas?, pero, he aquí las respuestas. Además de que son muchas las personas que hay que mantener en el sector público, también son muy poco eficientes los que trabajan en el sector oficial, por ejemplo, si bien todos pagamos los maestros con impuestos, hay que mandar a los chicos a la escuela privada por la gran caída de la calidad de la escuela pública en los últimos 20 o 30 años. Pero también pagamos con impuestos a la policía (incluso en la ciudad, se pagan dos policías públicas superpuestas) para que no velen por la seguridad de nadie, por otra parte hay que poner guardias privados en muchos lugares, por la falta de eficiencia de la policía, y los robos, las violaciones, las muertes etc., como algo natural, y de todos los días están en tapa de todos los diarios.

El mercado de la seguridad privada, un negocio que depende de la ineficiencia de la policía pública, factura por año más de 5000 millones de dólares, incluyendo cámaras, personal, y equipos. La salud, que también se paga con impuestos sufre del mismo mal, hospitales, que nos obligan a ir a las prepagas en muchos casos, por las largas esperas y baja calidad de la atención en estos lugares públicos de salud, que incluso suelen no tener siquiera los remedios necesarios. En cuanto a la parte social, el Seguro de Desempleo y los planes Jefes/Jefas de Hogar, plan Familias y otros, estos han sido impulsados inicialmente como en los demás países donde se aplicaron estas medidas, con un horizonte temporal, o sea, no pueden ser para toda la vida del beneficiario, bueno, esto es Argentina. De todas maneras, no debe entenderse este como el problema del Gasto Público, ya que los Planes de Asistencia y Desempleo, todos sumados, llegaron en 2008 a $5209 millones, y sólo representaron el 2,5% del total del gasto de las personas que viven del Estado, que para ese año fue de $211.400 millones. Si incluimos los gastos en inversión pública, gastos operativos del estado y gastos financieros (intereses solamente), el gasto social no llega al 2% del total del gasto público, es decir, si es inaudito pero no es el que genera el déficit. Se requiere en nuestro país un total replanteo en cuanto al alcance de lo que es conveniente que haga el Estado. En segundo término, definir en qué nivel debe prestarse el servicio, es decir en la Nación, en la provincia o en el municipio, ya que además, hay muchas duplicaciones de prestaciones, y se dan bastantes casos en los que la Nación, las provincias y los municipios hacen lo mismo, con el correspondiente costo triplicado. Y sin lugar a dudas, se debe controlar eficientemente los resultados del sector público. No por ser del Estado, tiene que ser ineficiente el servicio, pero para lograr eficiencia, hay que controlarlo. Hoy no hay control e incluso las normas que hay, no se respetan.

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