abril 08, 2010

Jueces, amigos del poder

Las acusaciones contra Faggionatto incluyen la apropiación de una cosecha de soja, haberse complotado con policías para perjudicar a un imputado, no excluirse en un caso donde se lo investigaba por no haber concedido la prisión domiciliaria a un preso que murió y haber pedido coimas a detenidos en un caso de secuestro extorsivo. Además, fue el juez que llevó la causa de la mafia de la efedrina, aunque su mayor nivel de exposición pública lo alcanzó cuando, en plena campaña electoral para las elecciones legislativas del 28 de junio pasado, citó a declarar como sospechoso al diputado Francisco de Narváez, principal opositor (y finalmente triunfador) del ex presidente Néstor Kirchner. Tras considerar entonces que el magistrado "ejerció una serie de actos arbitrarios en distintas causas analizadas" y que sus conductas "no encuentran fundamentación de ningún modo", se resolvió removerlo de su cargo. Por unanimidad de sus siete miembros, el jurado de enjuiciamiento del Consejo de la Magistratura destituyó finalmente al suspendido y controvertido juez de Zárate-Campana Federico Faggionato Márquez por mal desempeño de sus funciones. En un durísimo fallo, el Jurado de En-juiciamiento del Consejo de la Magistratura destituyó por unanimidad 7 votos a 0 a Federico Faggionatto Márquez, y la sentencia fue interpretada en el ámbito judicial como un claro mensaje para los magistrados de comportamiento irregular. El juez, que había sido protegido por el kirchnerismo, y al que el mismo ex presidente le soltara la mano abandonándolo a su suerte, fue encontrado responsable de favorecer la desaparición de parte de una cosecha de soja y de investigarse a sí mismo por ese delito y por el despojo de un campo a un detenido. Uno de los fiscales en el juicio fue el senador radical Ernesto Sanz, quien, tras la sentencia consideró, a éste como el típico caso emblemático de un juez cooptado por el poder político, hasta que lo dejaron solo.

Los jueces amigos del poder deberían poner las barbas en remojo y ver que el apoyo del poder político se termina, y para los demás jueces es un mensaje de que pueden trabajar tranquilos. Desde el poder se lo protegía y cuando se dieron cuenta que, por las pruebas, no se podía seguir defendiéndolo, le sacaron la protección. Además de las acusaciones administrativas, Faggionatto Márquez que ya no tiene fueros que lo protejan de ir preso, enfrenta tres causas penales que pueden terminar con su libertad, en dos se lo investiga por enriquecimiento ilícito y en otra por autorizar a la policía bonaerense a allanar un galpón donde encontraron 800 kilos de cocaína, cuando la Policía Federal hacía ese procedimiento. Las sospechas apuntan a que los bonaerenses querían sustraer la droga. El jurado fue lapidarario al fundar los cargos, Faggionatto Márquez puso en manos de los policías antidrogas Aníbal Bloise y Roberto Anauati, la indebida custodia y gerenciamiento de un campo de soja que era del Consejo Nacional de la Niñez Adolescencia y Familia, el inspector del consejo que vigilaba que no desapareciera la cosecha de soja fue detenido por esos policías. Algunos camiones fueron casualmente desviados y desapareció gran parte de la cosecha. Esto no sería nada si se tiene en cuenta lo que hizo luego el juez para proteger a los policías. Según el jurado, no se inhibió de investigarlos, cuando él había sido denunciado por la falta de la soja, luego les libró un certificado en el que decía que no estaban imputados, cuando sí estaban bajo la lupa y después obstruyó la investigación de la policía bonaerense, que al final exoneró a Bloise y a Anauati. También le reprocharon no haberse apartado en otras dos causas en las que su juzgado fue denunciado, en una un preso dijo que le había sido enajenado un campo y en la otra un detenido enfermo, que debía estar con arresto domiciliario, murió en la cárcel. Parece ser que jueces como Norberto Oyarbide deberían prestar debida atención, ya que sin duda el próximo podría ser el.

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